Camila rápidamente se enganchó más aquel depósito de gasolina y sus piernas se encogieron a los lados de la Kawasaki, sin ningún tipo de soporte. Cuando Lauren se subió detrás de ella, se colocó bien comprobando que llegaba al manillar y que sus pies estaban en los pedales, sobretodo el del cambio de marchas. Al instante, la motorista se dio cuenta de cuan pegada estaba al cuerpo de Camila, aquello le hizo que se mordiera el labio inferior ligeramente. Sin embargo pronto le indicó que se pusiera más cómoda:

-¿Estás bien?

-¿Segura que no te molesta que tenga mis pies encima de los tuyos?-preguntó dudosa Camila.

-Mientras no aprietes hacia abajo, no-sonrió medio de lado Lauren, pero Camila no la pudo ver.

-Entonces, sí-dudó nerviosa.

Lauren no pensó en lo que estaba haciendo, ni tampoco en lo que estaba sintiendo en aquellos momentos con la espalda de la cubana pegada a su torso; podía sentir su calor, incluso su olor corporal... La motorista movió ligeramente la cabeza para despejarse. No quería pensar más; ella no quería pensar por qué se estaba sintiendo como hacía dos días en su habitación. Sin embargo, la motorista arrancó su Ninja y circuló por aquel parking medio vacío con una Camila muy asustada delante, pero con paciencia y con el paso de los minutos ella se fue relajando.

-Ahora pon las manos en el manillar, Camz-le indicó soltando la dirección durante unos segundos, en los cuales Camila la obedeció-. Ahora yo pondré las mías encima y seguiré controlándolo yo, ¿vale? Pero quiero que te fijes en como lo hago...

Lauren vio como la latina asintió sin decir nada.

Los minutos siguieron pasando y la motorista no salía de aquel pequeño circuito, que había creado, en el parking de aquel supermercado. Alguna que otra persona se les quedaba mirando cuando iban a buscar su coche con la compra, o lo dejaban allí para entrar, pero Lauren tan solo tenía ojos para lo que hacía Camila... Poco a poco había ido dejando que las manos de la cubana tomaran las decisiones de girar y de la velocidad, aunque no pasaban de los 10 km/h.

Lo está disfrutando, pensó la mujer de ojos verdes con una gran sonrisa cuando escuchó una pequeña carcajada de su acompañante. Con la segunda carcajada de Camila sintió un pequeño aleteó en su corazón... No puede ser...

-¡¿Y ahora qué?!-gritó Camila llena de emoción mientras seguía conduciendo, o bueno, más o menos lo hacía.

Lauren pasó desapercibido que su acompañante le había gritado a pesar de que la tenía justo al lado, ella también ignoró sus propios pensamientos, y le dijo:

-Ahora vamos a salir a la carretera.

-Lauren no creo que...

-Vamos a hacerlo, Camz-le alentó-. Tú y yo.

Solo segundos más tarde, Lauren se dio cuenta de sus propias palabras... Oh, vamos Lauren... Evidentemente, ella volvió a dar las gracias por llevar el casco y estar detrás de Camila. Por suerte, la latina estaba más pendiente de la carretera que de las palabras que había dicho y de lo mal que habían sonado en voz alta...

Poco después, Lauren empezó a girar el manillar para salir del parking y adentrarse de nuevo en la carretera. Pronto ambas volvían a estar en la carretera y la motorista empezó a acelerar, aunque no mucho más, para incorporarse bien a la circulación. Al instante ella pudo notar como Camila estaba disfrutando de la experiencia, no estaba tensa, solo un poco nerviosa, pero Lauren podía entenderla perfectamente.

-Lo estás haciendo muy bien.

Habían pasado unos quince minutos desde que habían salido del lugar de estacionamiento y Lauren estaba orgullosa de los avances de Camila, muy pocas veces tenía que rectificarle con la dirección o los frenos.

Feel Again I: X Factor (CAMREN)Where stories live. Discover now