-Ven.

La mujer de ojos verdes desenfocó su mirada de su armario para cuestionar a Normani, pero esta ya estaba saliendo de su habitación. Un segundo después, su compañera le apresuró con un movimiento de mano para que se levantara de allí.

Evidentemente, Lauren volvió a suspirar, pero se dejó arrastrar hasta la habitación de la especialista en artes marciales. Salvo el color en las paredes y el cuarto de baño al otro lado, era exactamente igual que su cuarto, pero a la inversa. Era como ver su habitación en el reflejo de un espejo.

Cuando por fin ella dejó de curiosear, se acercó a Normani quien estaba rebuscando en su armario, mucho más lleno que el de la motorista. Al instante, empezó a sacar vestidos de allí dentro para después colocarlos encima de su cama.

-Mmh...-dijo pensativa mirando los cuatro vestidos que había colocado en el colchón-. Estos son los que creo que te estarán mejor. Puedes escoger el que quieras, Lauren.

La motorista rápidamente abrió su boca sin saber que decir:

-Yo...

-No te preocupes-la cortó con un movimiento de mano que indicaba que no tenía importancia-. Si quieres mañana podemos ir de compras.

Lauren ante eso, tarareó una respuesta poco clara, no era ni un sí ni un no. Sin embargo ella estaba aún sorprendida por aquel ofrecimiento. No sabía cómo negarse a ello, bueno a decir verdad, no quería hacerlo. Hacía más de dos años que no se ponía un vestido y siempre le habían encantado, pero ir con un vestido mientras huía o en su Kawasaki era poco práctico.

También era cierto que hacía más de dos años que no salía por el simple hecho de divertirse con sus amigas, con Keana jamás lo hizo.

Entonces ella se quedó mirando una de las prendas que había allí y sin poderlo evitar lo cogió admirándola:

-Sabía que ibas a escoger ese-confesó Normani con una sonrisa cómplice y Lauren se sonrojó un poco ante eso-. Venga ahora te ayudaré a prepararte. Primero una ducha, Srta. Jauregui-imitó a su jefe haciendo que la motorista rodase los ojos.

Sin embargo, no se negó.

Lauren durante esa hora que tenían se dejó maquillar y peinar por Normani como si fuese una muñeca. Pero valió la pena. Después de todo aquel tiempo, la mujer de ojos verdes se miró una vez más delante de un espejo, aquella vez concretamente lo estaba haciendo en el del ascensor mientras bajaba a la primera planta junto con la mujer elástica. Lauren iba con un vestido negro que se ajustaba a sus curvas y que tenía dos pares de tiras diferentes; un par en sus hombros y otro par que acentuaba su escote. Ella también llevaba unos tacones, de su compañera, negros y dorados a conjunto con un bolso de mano.

Por otro lado, Normani iba con un vestido completamente blanco sin mangas ni tiras y unas sandalias negras.

Un minuto más tarde, ellas llegaron a la sala de estar principal donde ya estaban casi todos los que vivían en aquella mansión. Incluso estaban los trabajadores y el equipo D; todos bien vestidos y elegantes. Nada más entrar en la sala, Lauren se dio cuenta de que Camila estaba con Harry hablando entusiasmadamente, concretamente, muy cerca de él. La motorista la vio con aquel vestido rojo de manga larga, pero que tan solo le llegaba hasta la mitad de su muslo dejando así ver sus largas y bronceadas piernas.

Era evidente para todo el mundo que ellos dos habían conseguido entre ambos una conexión instantánea..., pero el hecho de que la cubana no le estuviese prestando ningún tipo de atención le estaba escociendo más de lo que Lauren querría reconocer.

La motorista pasó por el lado de Harry y Camila y ninguno de ellos se dio cuenta de su presencia, así que resignada, mientras apretaba su mandíbula con fuerza para no decir nada, se fue a sentar en el sofá sin prestar atención quien estaba a su lado.

-¿Y Dinah?-le preguntó Normani en alto-. ¡¿Alguien sabe dónde está Dinah?!

Ante la negativa de todos los presentes, la cumpleañera se fue por donde había venido murmurando algo parecido a "cómo se haya quedado dormida, esta se entera..." Sin embargo, Lauren no se movió de su asiento; ella se quedó mirando a la pareja de amigos, nuevos amigos, ya que Camila en esos momentos se estaba riendo a carcajadas, y de forma bastante escandalosa, por algo que, al parecer, había dicho la joven de ojos verdes.

Al instante, la motorista se volvió a tensar y apretó sus manos con fuerza:

-¿Estás bien, Lauren?-le preguntó Louis.

Hasta ese momento no se había dado cuenta de que tenía alguien a su lado, sentado en el sofá, y mucho menos se había dado cuenta de que esa persona era Louis.

-Sí...-murmuró, pero poco después volvió a responderle con más seguridad-. Sí, estoy bien.

-Pues tu móvil no lo va a estar dentro de poco si sigues apretándolo así.

Al instante de escuchar eso, Lauren miró sus manos enguantadas y soltó rápidamente su IPhone 6 que le había dado el programa; lo soltó encima de su regazo sin haberse percatado de lo que había estado haciendo. La mujer de ojos verdes quiso borrar, en esos momentos, todos sus pensamientos de su mente, no quería pensar en lo que significaba todo aquello.

Soltando un suspiro, regresó la mirada al compañero que tenía al lado. Justo en el momento en el que se encontró con los ojos de Louis pudo notar como este le estaba observando con curiosidad, pero no dijo nada más. Tampoco tuvo tiempo para hacerlo ya que segundo después llegaron Dinah y Normani. Junto a todos los demás, Lauren empezó a dirigirse hacia el garaje borrando de su mente lo que había ocurrido.

Había llegado la hora de que la fiesta de cumpleaños de Normani empezase. 

Feel Again I: X Factor (CAMREN)Where stories live. Discover now