Cálmate, Lauren... Tan solo será un pequeño pinchazo y ya..., ese era su constante pensamiento mientras iba en el ascensor con sus compañeras.

La tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo en esos momentos; a ninguna le hacía mucha gracia la idea de que les sacaran sangre.

A pesar de estar aterrorizada con la idea de tener un médico cerca, nada más salir de aquel montacargas, Lauren no pudo evitar curiosear en aquella gran planta. El día anterior con tan pocas luces no había podido apreciar bien todo lo que le rodeaba en esos momentos:

Los techos parecían más altos que el día anterior y la estancia mucho más grande. Era como toda la superficie de la mansión, en una planta inferior, y sin paredes de por medio. Y por lo que la chica de ojos verdes podía ver, había estanterías, bien repartidas, por la pared de la izquierda; y en la derecha, en una zona apartada, había armarios junto a pequeños sectores que quedaban más separados, pero la vista de Lauren no daba para mucho más.

Finalmente, con su curiosidad casi satisfecha, se centró en lo que había en mitad de aquella gran estancia, por ende también, en quien había allí:

-Hola, chicas-saludó Chelsea.

Como había dicho Simon, la agente y los dos asistentes de la mansión estaban allí:

-¿Ya habéis hablado con Simon, no?- se aseguró Mario en medio de las dos mujeres, quienes esperaban una respuesta a su lado.

-Sí-contestó Dinah.

-Bien-ahora era el turno de Khloé para hablar-. Para este examen médico deberéis pasar por varias pruebas. Por eso haréis un circuito e iréis rotando una a una.

Todas permanecieron en silencio, inmóviles en sus sitios.

-Ally-la llamó Chelsea haciendo un gesto con su mano para que la siguiese-, empezaré yo contigo.

La nombrada asintió frenéticamente, muy nerviosa, y siguió a la agente hasta una de las camillas que había repartidas en el centro de aquel sótano. Lauren también había visto una bicicleta estática y una mesa con dos sillas, a parte de todas las personas con bata y las demás camillas.

Concretamente, había 4 personas más aparte de Chelsea, Khloé y Mario:

-Lauren, ves a esa mesa-le indicó Mario señalándole con el dedo-. Allí una enfermera te hará un cuestionario rápido.

Sin otra opción en mente, la chica de cabello oscuro hizo que le que mandaron:

-Nombre completo.

Ella miró a la enfermera de mediana edad que se acababa de sentar en la otra silla, con aquella pequeña mesa plegable entre ellas, y con un bolígrafo en la mano:

-Lauren Michelle Jauregui Morgado.

La pelirroja asintió con la cabeza y empezó a escribir; en ese momento, Lauren se dio cuenta que el uniforme de enfermera, color gris claro, llevaba un nombre escrito en el lado derecho del pecho.

¿Cómo no?... pensó al finalmente leer lo que ponía: X Factor.

-Edad.

Lauren resopló. Resopló muy fuerte para que la enfermera le escuchase bien. Ella misma sabía de buena mano que aquella información tan básica sobre ella ya la sabían, después de todo, había leído los cinco informes del equipo H.

-Veinte-gruñó mientras giraba su rostro hacia un lado para buscar algo que le entretuviese en esos momentos.

Lauren no se equivocó al pensar que aquel cuestionario iba a ser muy aburrido; las preguntas iban desde el tema de su alimentación, en el que mintió un poco, hasta si fumaba o cuantas copas de alcohol, aproximadamente, se tomaba a la semana. Por suerte la chica de guantes negros había encontrado hacía cinco minutos el entretenimiento perfecto:

Feel Again I: X Factor (CAMREN)Where stories live. Discover now