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Kang Byeol nueve meses y medio.



















Ya habían pasado dos semanas de su compra masiva de navidad, todo seguía en sus paquetes y en bolsas, y los días que estaban dispuestos a adornar todo, terminaban dormidos con el mayor cansancio posible.

Al ser diciembre, sus ventas aumentaban, había que pedir más suministros, hacer inventarios, revisar que todo fuera en orden y además, dedicarse a postres navideños y soltar promociones bien planeadas y pensadas que atrajeran al público.

Ambos se habían compartido las tareas, además de turnarse para ir a ambas cafeterías, juntos o separados.

Y todo eso, sin descuidar a su dulce bebé que los acompañaba a su ajetreado trabajo.

—¿Te gusta? Pronto decoraremos en casa —prometió BeomGyu mirando a Byeol estirar ambas manitos a la guirnalda de navidad que había colgando en el techo, el bebé tratando de estirarse lo más que podía para llegar, pero era en vano.

—Señor Kang, ¿Quiere un café? —preguntó uno de los empleados, acercándose al mostrador, el omega afirmó con la cabeza volteando a ver a su esposo, estaba a la salida, hablando con una proveedora de café.

La omega y el alfa viéndose muy animados hablando.

—Hola, cachorrito bonito~ —saludó el empleado al ver a Byeol asomarse por el hombro del omega, el bebé solamente lo observó unos segundos antes de cerrar los ojos e ignorarlo, escondiéndose en el pecho del omega.

—Eres tan odioso como tu papá —murmuró el omega mirando a su hijo.

Byeol había ido suficientes veces a los cafés, los empleados siempre lo saludaban con afecto y algunos les ofrecían juguetes incluso, pero Byeol solamente los ignoraba y se escondía de ellos.

Y en realidad, si se detenía a pensar muy bien, las únicas personas con las que Byeol interactuaba y se dejaba levantar eran sus abuelos, SooBin, YeonJun, JinSung, su pediatra y ellos mismos.

Más nadie.

La vez que había conocido a la madre de SooBin, el bebé no se dejó levantar, y miraba apenas a la mujer.

Y eso que la señora Choi es muy dulce.

—Bueno, eso lo sacaste de tu papá porque yo soy muy amable —le explicó al bebé mientras se acercaba a dónde estaba su esposo hablando con la proveedora que observó al omega, haciendo una reverencia respetuosa.

—¡H-hola, señor Kang! —saludó algo nerviosa, BeomGyu ladeó la cabeza.

—Ya tienen rato hablando muy animados, pero-...

—¡S-si! Pero solamente le hablaba al señor Kang sobre las nuevas marcas y novedades de nuestro café, n-nada más —aseguró, sacándole una risa al omega que no tenía nada de celos por esa conversación.

TaeHyun también se extrañó por el comportamiento de la mujer, pero no mencionó nada.

—Ah, no importa si hablan más allá de café, solo que... Venía a interrumpir la conversación unos segundos —afirmó mirando a TaeHyun— Debemos irnos más temprano porque Byeol no tiene más pañales aquí, ¿Lo recuerdas?

—Claro, ya nos vamos a casa —afirmó buscando las llaves del auto en sus bolsillos.

—Bueno... Y-yo me retiro, señores Kang —comentó la muchacha dando otra reverencia.

—Espera, ¿Por qué estás tan nerviosa? —preguntó BeomGyu sin entender los nervios repentinos de la mujer ante su presencia, Byeol balbuceó en su hombro distraído, mirando a las personas que pasaban.

Another Soft Story || TaeGyuWhere stories live. Discover now