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3 días después.

















—¿Cómo está BeomGyu? —preguntó SooBin, alzando la cabeza del abdomen del omega para verlo, YeonJun colgó el teléfono, acabando de hablar con su amigo que al fin estaba en casa, y a pesar de sentirse mucho mejor,  todavía debía seguir ciertos cuidados y cumplir con las órdenes de la doctora.

Todo eso se lo explicó a su pareja que volvió a recostar su cabeza en su abdomen, tomándose el atrevimiento de levantar la prenda y acariciar el vientre directamente piel con piel.

YeonJun suspiró mirando al techo, desde el día anterior tenía un severo antojo de cordero en salsa agridulce, pero no cualquier cordero, quería el cordero en salsa agridulce que preparaba su suegra, también sus galletas de avenas, o tal vez ese delicioso arroz con verduras que le dió la última vez que fue a su casa, empezó a salivar de solo pensarlo.

Le daba vergüenza llamar a la mujer para pedirle que le cocinara, ¿Qué tal si la mujer se molestaba? Después de todo ella no era cocinera de ellos o mucho menos.

Le dió demasiadas vueltas al asunto, observó a SooBin recostado en su abdomen.

—SooBin...

—¿Si?

—Uh... Tenemos ya rato que no vemos a tu mamá, ¿No? —preguntó, el alfa alzó la cabeza para verlo.

—La vimos hace menos de...¿Una semana?

—Ya es bastante tiempo —asintió YeonJun tomando asiento en la cama cuando SooBin también lo hizo, sospechando del omega— Jiji ya debe extrañar a su abuela...

—¿Qué quieres, Yeyo?

—Y tú también debes extrañar a tu mamá... Siempre estás aquí...

—YeonJun...—lo llamó con un tono de advertencia, el omega soltó un jadeo exasperado, sintiendo el antojo aún más fuerte cuando todos los platillos que había probado de la mujer se le pasaban por la cabeza.

—¡Es que-! —el omega pasó sus manos por su cabello, SooBin lo observó con una ceja arqueada, esperando a que le dijera— Yo... Uhm... Me da algo de vergüenza llamarla...

—Ella te ama.

—¡Si, pero quiero que me cocine y no sé si es muy atrevido y-y... Luego se moleste conmigo por ser un abusador! Desde ayer quiero cordero en salsa agridulce y ese arroz tan delicioso que hace con verduras —explicó con una expresión suplicante, SooBin poco a poco fue formando una sonrisa, que al rato se transformó en una risa.

YeonJun dejó de hablar, cruzando los brazos.

—¿Qué te causa gracia? —preguntó en voz baja.

SooBin negó con la cabeza estirando su mano a su teléfono, YeonJun lo observó, deteniendo su mano antes de que presionara el botón de llamada.

—¡Espera! ¿Qué le vas a decir? —preguntó preocupado, SooBin alzó los hombros.

—Que se te antoja su comida, y ya.

—¡No, no, suena como si le estuvieras ordenando! Ella no es local de comida... Uhm... Dile... Dile que vamos a celebrar...

—¿Celebrar qué? —preguntó carcajeando cuando YeonJun alzó los hombros, no sabía que inventar pero tampoco quería ser un abusador.

SooBin se levantó marcando el número de su madre, YeonJun lo observó desde la cama, con una expresión preocupada.

¿Y si no aceptaba? ¿Qué comería?

Another Soft Story || TaeGyuDove le storie prendono vita. Scoprilo ora