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El tiempo de las reuniones se basó en dos horas, ambos esposos explicando y aclarando dudas,  aplicando su papel de jefes en las distintas sedes.

Y como habían esperado, ambos habían terminado casi al mismo tiempo.

—Uh, ¿Qué es eso? —preguntó BeomGyu cuando estuvo en la cafetería, mirando las vitrinas, Byeol estaba despertando poco a poco abriendo los ojos apenas.

—Mousse de café, este es de parchita y este de fresa —señaló el empleado, BeomGyu asintió mirando lo grande y apetitosos que se veían.

—Dame uno de café, por favor —pidió con una pequeña sonrisa, el empleado rió moviéndose para poder entregar el pedido— Mi esposo lo paga —avisó volteando a la salida del lugar, mirando el auto de su esposo estacionarse— Ahí llegó —le dió una sonrisa al empleado que asintió mirando a su jefe caminar con el mouse de café en una mano y su bebé en el otro brazo, Byeol ya tenía los ojos abiertos, pero no había hecho ruido o se había movido de más.

TaeHyun entró a la cafetería con las llaves del auto en manos, miró a su esposo.

—Mira —mostró el omega apenas llegó a ellos, enseñando el mousse de café— Es de café, no lo había visto antes. Y hay de parchita y de fresa —contó. TaeHyun se inclinó a Byeol, mirándolo de ojos abiertos, le sonrió antes de quitarlo de los brazos del omega para que pudiera comer con tranquilidad.

Byeol bostezó, dejando caer su chupete, pero gracias al prendedor que lo conectaba a su ropa, no cayó al suelo si no que estaba colgando.

El bebé se recostó del hombro del alfa, tranquilo y mirando todo a su alrededor.

—Ujum, ¿Cuánto cuesta? —preguntó el alfa sacando su billetera de los bolsillos, BeomGyu rió comiendo el postre con gusto.

La mayoría de veces, BeomGyu pagaba sus antojos en la cafetería, pero aveces le gustaba ser consentido.

—¿Quieres los otros dos sabores? ¿O algo más? —preguntó el alfa extendiendo su tarjeta al empleado.

Ellos eran jefes, pero debían pagar por cada consumo, y si bien, tenían ciertos beneficios al ser jefes, no les convenía consumir de a gratis los productos que hubiera allí.

—Agua —pidió el omega saboreando su mousse, estaba exquisito aunque ya se le estaba acabando— Y otro de estos, ¿Si? —preguntó sonriendo cuando su esposo lo pidió y lo tuvo en manos, empezando a comer cuando terminó el primero.

—Tu conduces —pidió el alfa subiendo a la parte trasera del auto con Byeol que estaba mucho más despierto, apretando la oreja de su padre y balbuceando.

Ya Byeol estaba lo suficiente despierto y activo, listo para jugar.

Y no disimuló su emoción cuando llegaron al lugar, balbuceando y prestando atención a todos los colores del lugar.

—Una hora, dos horas...

—Venden comida —murmuró BeomGyu mirando los anuncios del lugar, leyendo toda la variedad de comida que vendían. Tenía mucha hambre.

—Te estoy hablando.

—¿Ah? —preguntó volteando a ver a su esposo que no podía pagar y evitar que Byeol tocara las decoraciones del mostrador al mismo tiempo, BeomGyu rió tomando a su bebé en brazos, evitando que siguiera tocando con curiosidad.

Pagaron una hora entera para todas las zonas para bebés de tres meses a un año, se dirigieron al sector, escuchando las reglas.

—En los juegos solo puede estar un solo padre, claro, pueden intercambiar cuando quieran, además deben estar sin zapatos al momento de entrar —indicó la mujer sonriendo hacia el bebé— En la única zona en dónde ambos pueden entrar, es en la piscina de pelotas de acá —enseñó un amplio sector de piscina con pelotas de colores, era plana y habían más bebés, podían ver qué las pelotas le cubrían hasta la cintura— Pueden tomar asiento aquí y llamarme si necesitan algo. Que se diviertan —ofreció guiándolos hacia una mesa recibiendo los agradecimientos de ambos.

Another Soft Story || TaeGyuWhere stories live. Discover now