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Kang Byeol cuatro meses de nacido.













—Nos hace falta, atún, aceite, azúcar, sal, harina, huevos, queso... ¿Qué más nos falta, Byeol? —preguntó BeomGyu tomando las manos de su bebé que estaba mucho más grande. El pequeño observó a BeomGyu hablarle, soltando una risa que achicó aún más sus ojos y abultó sus mejillas.

Ese día, irían de compras para la alacena.

—Y ropa para Byeol —recordó Kang peinando su cabello con sus manos, el omega aún seguía hablando con el niño, besando sus mejillas.

Byeol ya había cumplido los cuatro meses y varios enterizos empezaron a ajustarle, a tal grado que el niño lloró más de una vez cuando se sentía incómodo y apretado, de inmediato los padres dejaron las prendas a un lado, pero eran cada vez menos las que quedaban y era inaceptable que su bebe tuviera tan poca ropa.

—¿De qué color es el chupete de hoy? —preguntó Kang mirando a su hijo acostado en la cama, mirando todo y prestando atención cuando los escuchó hablar, moviendo sus pies.

—Verde... O tal vez celeste —habló BeomGyu mirando la ropa de su bebé, era en tonos verdes, pero también tenía detalles de celeste— Trae el verde pastel —pidió tomando a Byeol en brazos para dejarlo acostado en su hombro.

Byeol se mantuvo en su lugar, recibiendo el chupete cuando el alfa se lo dió con cuidado.

—Se va a dormir —señaló el alfa mirando a su hijo empezar a succionar el chupete con lentitud, apenas y haciendo sonido, quedándose acostado en el hombro del omega.

—Vámonos a gastar dinero —ordenó el omega saliendo de la casa, dispuesto a gastar todo lo necesario para su bebé y obviamente, llegar con todos los insumos para su casa.

Ya habían salido varias veces con Byeol y, hasta ahora, no había pasado nada exótico o extravagante, habían sido sumamente cuidadosos con eso así que no había de qué preocuparse.

—¿Se durmió? —preguntó el omega haciendo a su esposo voltear a la cara del bebé, apenas llevaban cinco minutos en el auto.

—Se durmió —afirmó mirando al bebé mantener el chupete en la boca moviéndolo entre sueños, no se preocuparían si lo soltaba en el suelo ya que estaba conectado con un prendedor a su ropa, quedaría colgando.

El camino fue de unos diez minutos, BeomGyu se sintió nervioso al saber que estarían lejos del auto, sumamente lejos.

Cuando Byeol despertara, pasarían unos minutos antes de lloriquear por su toma.

Estaría en público, lo sabía, y la opción de devolverse al auto era nula.

No sería la primera vez que lo haría en público, ya había tomado confianza en eso, pero seguía con los típicos nervios.

—Tiene que ser ropa con estilo, Byeol es un ícono de la moda, no un bebé cualquiera —habló BeomGyu pasando por las tiendas de bebés, mirando las vitrinas por encima. TaeHyun soltó una carcajada.

—No niego lo del estilo, pero, ¿Ícono de la moda? Tiene cuatro meses —mencionó pasando un brazo por la cintura ajena, caminando a la par y aveces guiando al omega hacia los lados.

—No lo subestimes, es un mode-... ¡Mira ese! —señaló acercándose a la tienda que llamó por completo su atención.

Tenían dibujos, algunos eran unicolor, había gorros de diferentes diseños, chupetes de muchísimos más colores, peluches.

Era todo un mundo de implementos para bebé.

—Antes de empezar a ver, no nos descontro-... ¿TaeHyun? —el omega volteó cuando no sintió al alfa, arqueó una ceja cuando miró a su esposo tomar gorro de lana azul, otro verde, otro marron con orejas de oso— TaeHyun, te decía que no nos descontrolemos —retomó sus palabras caminando hacia el alfa, dándole pequeñas caricias en la espalda a Byeol cuando se removió en medio de su sueño.

Another Soft Story || TaeGyuWhere stories live. Discover now