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Maratón 3/?



4 meses de gestación.




Ambos siempre habían sido constantes en el ejercicio, tenían su gimnasio cercano y era muy raro para los empleados no verlos mínimo una vez a la semana, sea juntos o solos.

Tenían casi cuatro meses que no aparecían por ahí, y para la recepcionista del gimnasio era raro.

—Es muy temprano, Tae —se quejó BeomGyu siguiendo los pasos del alfa que caminó casi con emoción hacía la recepcionista.

—Tu insististe en acompañarme —se defendió el alfa dejando pasar al omega frente a él.

Ese día, se cumplían cuatro meses desde que supieron que el omega estaba en cinta, y ese mismo día, TaeHyun había decidido ir al gimnasio.

Y BeomGyu no se iba a quedar solo en casa, quería estar cerca de su esposo y también visitar el gimnasio.

Pero...

¿¡A las ocho de la mañana!?

—Buenos días —saludaron ambos sonriendo a la recepcionista que hizo una expresión de sorpresa para cambiarla una de felicidad.

—¡Buenos días, señores Kang! Hace tiempo no vienen por acá —dijo apoyando los codos en el escritorio. TaeHyun tomó de la cintura a su pareja.

—Si, estuvimos ocupados, aún tenemos casillero, ¿No? —preguntó sintiendo el cuerpo de su pareja recostarse a él.

La mujer, una alfa por cierto, asintió buscando en un organizador las llaves de los casilleros, éstas identificadas con el apellido de los casados, eran clientes vip, cabe destacar.

—¿Entrenarán los dos? —preguntó por curiosidad, con la suficiente confianza con los esposos.

—Umm, no, yo no puedo por ahora —contestó BeomGyu. La chica, se tomó unos segundos para mirar al omega y prestar más atención a los olores.

Olía a miel y café, cómo siempre habían olido ambos.

Pero...

—¡Oh, estás embarazado! ¡Felicidades! —dijo con emoción sonriendo hacía la pareja que le correspondió la sonrisa con un agradecimiento— ¿Cuánto tiempo tiene?

—Cuatro meses —fue TaeHyun quien contestó tomando la llave del escritorio.

—¡Que tierno! ¿Puedo tocar? —preguntó la alfa inclinándose hacia el omega, BeomGyu llevaba una playera ancha, pertenecía a Kang, y apenas y se marcaba su vientre en la prenda.

BeomGyu estaba a punto de dar una afirmación a la mujer, sin entender porque quería tocar su vientre, pero le diría que sí.

No era algo malo ni de otro mundo.

—No, no puedes —el que respondió fue TaeHyun, en un tono seco y algo rudo, llamando la atención de los otros dos, la mano de la mujer quedó en el aire unos segundos antes de sonreír y darle una última vez las felicitaciones.

TaeHyun jaló levemente a BeomGyu indicándole que debían caminar. Pero el omega aún no salía del pequeño trance en el que estaba.

—Tae, les contestaste feo —dijo entrando a la sección de los casilleros, lo suficientemente grandes para que dos personas guardaran sus cosas.

Kang abrió y guardó una mochila con su cambio de ropa, también su teléfono y billetera.

—No quería que te tocara —se excusó organizando todo en el casillero. Era domingo, así que el lugar estaba algo vacío, cómo para no decir sólo— Mucho menos el vientre.

Another Soft Story || TaeGyuWhere stories live. Discover now