Una pareja estable, a nivel de trabajo, a nivel emocional, ser predestinados solo hacía todo más intenso.
La rutina que habían llevado por años, se vería un poco afectada, solo un poco, por un pequeño olvido del omega.
Aunque por un día que no tomar...
Una de las cosas que YeonJun le había pedido las veces que han tenido sexo, es no anudarlo.
A pesar de que siempre habían usado condón y no existía el riesgo de que se rompiera con el nudo.
Entonces... ¿Por qué?
—Ngh... ¿Y-ya? —el omega paseó sus manos por el abdomen del alfa que se encargaba de prepararlo bien, ambos sudorosos y jadeando.
YeonJun nunca lo había dicho en voz alta, le avergonzaba y además, no iba a subirle el ego a SooBin.
Aún más.
Antes de conocer a SooBin, había tenido sexo, sí, con el padre de JinSung, y antes de conocer a ese alfa también había tenido una experiencia sexual. Pero...
No le había dolido tanto como con Choi SooBin.
Si dolía naturalmente, ¿Cómo sería con el nudo? Sería muchísimo más doloroso, y se haría más grande de lo que ya era.
Jadeó sintiendo al alfa apretarlo de los muslos, manteniendo sus piernas abiertas.
—¿Q-qué esperas? —preguntó atrayendo al alfa hacia él, encajó sus uñas en los hombros ajenos cuando sintió que el alfa empujó la punta de su miembro.
SooBin se detuvo en seco, mirando a YeonJun.
—El condón, no me lo puse —recordó dispuesto a detenerse para poder usar la protección. YeonJun mordió su labio inferior, enroscó sus piernas en la cintura del alfa, haciéndolo entrar más.
—A-ah... Solo sigue —le pidió, muy consiente y decidido de su petición.
Aún así, SooBin se controló y le habló, sin mover su cuerpo ni un centímetro.
—¿Estás seguro? ¿Sin condón?
—P-puedo tomar una pastilla... Solo no me anudes —pidió mirándolo directamente a los ojos, con esa mirada a la que SooBin nunca le decía que no. YeonJun besó castamente sus labios— Solo quiero sentirlo mejor... ¿Es eso malo, SooBin? —preguntó ladeando la cabeza, SooBin sonrió pícaramente, entrando de una sola estocada, fuerte y seguro, sintió el ardor en sus hombros por las uñas de su pareja, un par de lágrimas se deslizaron por las mejillas de YeonJun.
—Lo sentirás mejor, mi vida.
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Habían cambiado de posición ahora, YeonJun estaba en sus cuatro puntos y SooBin embestía sin parar.
—¡D-dame unos segundos! ¡SooBin! —el omega lloriqueó de placer sintiendo al alfa jalarlo hasta dejarlo arrodillado, aún con él dentro.
YeonJun segundos atrás había tenido un orgasmo, su cuerpo había quedado laxo, y necesitaba unos segundos para recuperarse.
