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Maratón 2/3

Ocho meses de gestación.












BeomGyu no había tardado mucho en hacer un nido en la cama, solamente teniendo el peluche de oso en su poder, gracias a que su querido esposo tomó la maravillosa decisión de dejar la caja con peluches de su bebé encima de un estante al que BeomGyu no llegaba.

Y por obvias razones, no podía subir a una escalera a menos que quisiera un buen regaño de su esposo.

Frotó sus ojos con sus manos y arrastró el peluche con él, se miró en el espejo del baño.

Despeinado, con una playera vieja, pantalones de pijama anchos y descalzo, ah, en su cuello la marca renovada al fin y bajo sus ojos un par de ojeras que día a día se oscurecían más.

-Ya desperté -fue cómo saludó al salir de la habitación, arrastrando los pies, su esposo estaba en el sillón, usando una laptop. TaeHyun sonrió al verlo.

-Buenas tardes, bonito -saludó siguiendo con la laptop, buscando con urgencia un automóvil en las agencias en línea.

No podían quedarse sin auto en ese momento, si debían ir al café, era más cómodo en auto, y justo ahora con su esposo con ocho meses de embarazo no era conveniente.

-¿Ya comiste algo? -preguntó el omega arrojándose a su lado, abrazando al peluche, hundiendo su nariz en él.

-No, estaba esperando que despertaras para pedir algo -se desentendió de la laptop unos segundos para poder tomar su teléfono y abrir la aplicación de pedidos, habían tomado la decisión de cambiar de refrigerador por lo cual no tenían los alimentos adecuados aún para un desayuno.

Todo eso se debía resolver en menos de una semana, cabe destacar.

-Te ves precioso -halagó el alfa mirando a su pareja sentada a su lado. BeomGyu chasqueó la lengua.

-Si, con ojeras, desaliñado y despeinado, soy hermoso -dijo con sarcasmo, odiando verse así, pero el cansancio que había empezado a sentir cuando entró al octavo mes era mucho y no conforme con eso, su precioso bebé no podía escuchar ni la más mínima palabra de TaeHyun porque se movía sin importar qué, igual pasaba con su voz, más era constante con la de TaeHyun.

Y oh, sorpresa, había empezado a tener más contracciones, un poco más fuertes que las del mes pasado, cosa que no lo dejaba dormir bien.

Así que por eso, sus ojeras.

-Te sigues viendo precioso -alzó los hombros TaeHyun haciendo el pedido de comida por su teléfono sin problemas, BeomGyu se acomodó hasta acostarse con la cabeza en los muslos del alfa, mirando la laptop.

-¿Qué haces? -preguntó en medio de un bostezo.

-Busco un auto, no es prudente quedarnos sin uno en estos momentos -murmuró acariciando el cabello del omega. Cómo siempre, BeomGyu había tenido la capacidad de dormir como sea y en dónde sea, así que para el omega no fue impedimento dormirse en los muslos del alfa.

TaeHyun se quedó en completo silencio, moviéndose con cuidado de no despertarlo, no iba perturbar el poco sueño que tenía su esposo.

-Kang Byeol me va a volver loco -gruñó el omega despertando con el ceño fruncido. TaeHyun besó su mejilla calmando los ánimos del omega con el aviso de que llegaría la comida.

Ya solo faltaba un mes, y habían podido ajustarse a todo, y habían tenido el tiempo de todo.

Ya la habitación del bebé estaba pintada y amueblada, la cuna estaba armada, solo faltaba decorarla con los peluches y doblar tanto la ropa que le habían regalado como la que ellos mismos habían comprado, y obviamente, dividirla en ropa de dormir, ropa de casa, ropa de salir, todo se estaba haciendo poco a poco, el encargado de doblar la ropa era BeomGyu así que no se extrañó cuando luego de comer desapareció en la habitación del pequeño, doblando y dividiendo la ropa con calma.

Another Soft Story || TaeGyuWhere stories live. Discover now