-Esto es tan hermoso, definitivamente estoy enamorada de LA, baby.-Dijo Ally abriendo los brazo al aire, reí.
-Es una ciudad grandiosa, es muy bella y es grandiosa...-Le dije mientras pasábamos cerca del lago del parque.
-¿Ayer viste la película con Sam?.-Me preguntó, negué.-¿Por qué?.
-Cuando fui a su habitación estaba dormido y no quise molestarlo, ésta mañana le dije y él lo pospuso para hoy en la noche.-Me encogí de hombros, ella me dio un leve codazo haciéndome burla.
-¿Habrá otra fiesta? Oh, bueno, puedo pedirles a los chicos salir a algún lugar.-Me dijo de lo más normal, reí.
-Pueden estar ustedes, no es necesario que Sam y yo nos quedemos solos, Ally.-Le dije lo mas obvia posible.
-Bueno, de todas formas me gustaría salir con Nate a un lugar lleno de personas sobrias.-Reí, ella también lo hizo.-El problema es Andrew, no es por ser mala, de hecho es una gran persona, pero ¿por qué lo invitaste?.-Me preguntó, rodé los ojos.
-Pensaba darle celos a Sam, pero estoy cansada de ser tan infantil, además, Andrew es un gran cantante y compositor, éste tour es una gran oportunidad para él, y pues por eso.-Le dije no teniendo otros más argumentos.
-Pensaré en algo.-Me dijo, bufé.
Dimos algunas vueltas más al parque, casi a las dos y media Nate me llamó y me dijo que llevaría a Sam con el doctor para checar su pie, quizás hoy le quitaría en el yeso.
Volvimos al hotel, sólo se encontraban Kenny y Andrew ahí y los cuatro bajamos a comer mientras esperábamos a Sam y Nate.
-Definitivamente iremos a una fiesta, hombre.-No estaba muy segura de lo que Andrew y Kenny estaban hablando, pues mi comida era más importante.
-¿Irás, cierto?.-Andrew colocó su mano sobre la mía, lo miré incrédula.
-Lo siento, me perdí, ¿de que hablan?.-Les pregunté, los tres rieron.
-Sam acaba de subir una historia a su snapchat donde decía que ya le había quitado el yeso, hay una fiesta hoy y tenemos que ir a celebrarlo.-Me explicó Kenny, sonreí no muy convencida.
-El problema es que..Camila tiene algunas cosas que hacer, eso de la cámara y no sé que otras cosas más para el lunes, le queda muy poco tiempo.-Ally era la diosa de los pretextos inventados.
-Exacto.-Alcancé a decir.
-Que lastima, ¿te quedarás sola?.-Me preguntó Andrew. ¿Nego o no?.
-¿Quién se quedará sola?.-La voz de mi hermano me salvo por completo.
-Hay una fiesta hoy, y Camila no puede ir pues tiene que hacer unas cosas del tour, y le preguntaba si se va a quedar sola.-Le explicó Andrew a mi hermano.
-Se puede quedar Sam con ella, aún no puede caminar bien y caminar entre tanta gente le puede hacer daño, alguien lo puede lastimar o algo.-Dijo Nate mientras buscaba a un camarero con la mirada.
-¿Pero ya le quitaron el yeso?.-Le preguntó Ally, Nate asintió.
-Si, pero tiene que tener reposo.-Se encogió de hombros.
Al terminar de comer, estuvimos un rato en la alberca, después Ally y yo subimos para ‘ver que era lo que Ally se pondría’.
-El mundo conspira a tu favor.-Dijo mientras entrábamos a la habitación.
-Será a la de Sam.-Le dije tirandome a la cama, ella asintió.
-Cami, todos sabemos que cuando vamos a ver una película, hacemos de todo menos ver la película, así que por favor sean prudentes.-Reí y le lancé una almohada que quedo a tres metros de su cara.
-Espero que Sam no tenga la misma puntería que tú, pues no quiero ser tía aún.-Me guiñó un ojo, que sexosa.
En cuanto Ally salió del baño, se vistió y fue en busca de Nate. No volví a saber nada de ella. Estaba medio arreglando mi habitación, pues tenía un desastre de ropa por todo el piso, y en eso Sam tocó la puerta.
-¡Pasen!.-Grité, abrió la puerta y me acerqué para ayudarlo.-¿Qué es todo esto?.-Le pregunté viendo miles de dulces en sus manos.
-Vamos a ver una película, es de ley comer cochinero.-Dijo encogiéndose de hombros.
-¿Y las películas?.-Le pregunté, en ningún momento vi que trajera películas en sus manos.
-Aquí.-Se levantó la camiseta dejando ver las películas metidas en sus pantalones, reí y volteé a verlo con esa sonrisa pícara que él siempre tenía.
-Nunca cambiarás.-Le dije riendo y sacando las películas de sus pantalones.
Puse las películas, él ya se había acostado en mi cama y me senté en la otra esquina, él río.
-Sin quieres abrazame de una vez.-Dijo, negué.
No entendía muy bien de que trataba la película, pero si me había hecho dar uno que otro brinco de vez en cuando. Sam cada vez se reía de mi y se acercaba.
-¡Jesús!.-Grité al ver la cara inesperada de la tipa en la película, él río y se acercó a abrazarme.
-No que no te daba miedo.-Me dijo, reí. Podría jugar un momento con él.
-Quizás sólo quiero que me abraces.-Él sonrió, me acerqué un poco a él. Puse mi mano en su mejilla, él cerró los ojos y me acerqué un poco más.-O que me beses.
Acerqué su boca a la mía y junté nuestros labios, necesitaba un beso, un beso que se pudiera llamar beso, no un pico. Él poso sus manos en mi cadera y yo, sin control en mi mente, me coloqué a horcajadas sobre él.
-No tienes ni idea de cuanto te he necesitado, y no sólo un beso, todo de ti.-Dijo, separando sus labios de los míos y al instante juntándolos.
-Yo igual de ti.-Suspiré sobre sus labios.