Cuarenta y cinco.

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La rutina, la tonta y aburrida rutina de mi día; de mi vida. Me desperté tarde para ir a la escuela, ¿la razón? me desvele haciendo tarea. Bajé a ver si Nate no se había ido ya, y para mi suerte; Si, ya se había ido. Había llevado a Stew a la escuela de seguro.

-Nathan.-Estaba tomando un jugo y en eso me respondió la llamada.

-¿Qué pasa, Camila?.-Preguntó tranquilo.

-¿Cómo qué que pasa? Me dejaste olvidada.-Le reclame riendo.

-Stew me dijo que no irías a la escuela.-Se defendió. Maldito de hermano menor que tengo.

-Si lo dice Stew es porque es vereda.-Para ser honestos no tenía muchas ganas de ir a la escuela y la tarea que hice ayer la podría revisar mañana, asi que no había problema.

-Está bien, hasta la tarde.-Dijo.-Oye..-Fue lo último que escuché, pues le colgué.

Mis padres no estaban; tenía la casa sola, de nuevo. Había mucho desorden, y como ya no podía dormir comencé a limpiar la casa.

Después de un rato, me dio hambre y como no tenía ganas de cocinar algo, me preparé un sandwich. Tocaron la puerta, ¿qué acaso eramos muy populares para que estuvieran tocando nuestra puerta a cara rato?.

-Buenas tar...¿Sam?.-Abrí la puerta y lo primero que me encuentro, ¿con Sam?.

-Hola Mila, ¿no fuiste a la escuela?.-Me preguntó de lo más casual y entró a mi casa.

-No, ¿qué haces aquí?.-Le pregunté, él entró a la cocina y lo seguí hasta ahí.

-¿Ma harías un sandwich?.-Me preguntó invadiendo mi pregunta.

-Yo te hice una pregunta primero.-Le dije colocando mi mano en mi cintura.

-Estoy aquí porque vine por unas cosas de Nate.-Se encogió de hombros y tomó un pan.

-Nate salió muy temprano en la mañana.-Le dije sentándome en uno de los bancos de la barra de la cocina.

-Ya lo sé, vine por esas cosas y ya.-Dijo como si nada.-Grabaremos un vídeo, ¿quieres ir conmigo?.-Preguntó, sonreí.

-Claro, ¿qué canción?.-Le pregunté alegre, él sonrió al ver mi reacción.

-Wassup.-Respondió con la boca llena de sandwich.

-Si, yo quiero ir.-Le dije, él asintió y subió por las cosas que venía.

Salí para ir al auto de Sam, me subí, pues es prácticamente mi auto. Él entra a mi casa cuando quiere, entonces yo puedo subirme a su auto cuando quiera.

Espere a Sam, se subió al auto con una bolsa con cosas. Arrancó el auto, comencé a cambiar las canciones de su iPod, casi ninguna conocía, y les dejaba sólo en las que me gustaba el ritmo. Llegamos a una casa, bajé del auto y esperé a Sam para entrar junto con él.

-Habrá chicas con nosotros, no te pongas celosa.-Me guiñó un ojo antes de entrar.

-No te preocupes, no soy una hermana celosa.-Le guiñe un ojo, él bufo.

Había muchas personas en la casa, muchas chicas con muy corta ropa y que al verme entrar con Sam me miraron mal.

Caminé detrás de Sam con la mirada en mis pies, escuché la voz de Nate y fue cuando lo busqué con la mirada.

La grabación del vídeo fue muy aburrida, no me dejaron ver a los chicos. Me pidieron que me quedara sentada dentro de la casa mientras ellos grababan, después fuimos a la playa y fue lo mismo.

-¿Te gusto acompañar a tu hermano al trabajo?.-Preguntó Nate con una sonrisa, él sabía que yo estaba aburrida.

-Si, fue súper divertido.-Le dije sarcástica y cruzandome de brazos, vi a Sam reír por el retrovisor.

-Tranquila, hoy hay una fiesta, estás invitada como señal de disculpa.-Agregó Sam, frunci el ceño.

-¿Fiesta? ¿En martes?.-Le pregunté, asintió.

-Lo siento, olvidaba que eres una niña buena.-Se encogió de hombros, él quería retarme.

-¿Nunca has escuchado que las niñas buenas son las peores?.-Nate río, idiota.

-No salgo con niñas buenas.-Me guiñó un ojo.-Soy una clase de demonio, es mejor.-Ambos rieron.

-El infierno es más divertido, y más cuando se lo muestras a un ángel.-Eso sonó demasiado sexoso para mi gusto, pero se lo dije.

-Esto se está saliendo de tema.-Agregó Nate, ni siquiera me había dado cuenta cuando paramos afuera de un 7Eleven.

-Anda Skate, apresurate.-Le dijo Sam, Nate salió del auto y corrió hasta el establecimiento.

-¿De quién es la fiesta?.-Pregunté, él se encogió de hombros.

-No preguntes, sólo portate bien, no quiero cuidarte de cualquier perro.-Dijo, reí con ironía.

-Yo tendría que decirte eso.-Lo señalé, río.

Después de un largo rato en la calle, los chicos me dejaron en casa y me pidieron que estuviera lista antes de las siete, pues iríamos a cenar y después a la fiesta. Para las seis y media ya había salido de la ducha, caminé a mi closet y le di una escaneada; tomé un top que llegaba hasta mi ombligo, era blanco con una calavera en mi pecho izquierdo, unos shorts de mezclilla y me pondría unas botas tipo militar, ¿qué? voy a una fiesta, no a los grammy's.

Estaba lista y eran apenas las seis con cuarenta y cinco minutos. Dejé mi cabello suelto y me puse un sombrero negro que tenía por ahí, bien, iría así. Pocas veces me sentía bonita de verdad y como hoy era una de esas veces me tomé una foto frente al espejo; “Time to party”, coloqué en la descripción, muchos likes de fans de Nate que me seguían comenzaron a llegar, también de mis amigos y de...¿Sam?.

“@sammywilk: you look so cool baby girl”

Por Dios, Sam había comentado en mi foto, muchas chicas le preguntaban sobre si saliamos o el porque había comentado en mi foto y era exactamente lo que yo me preguntaba.

Flyin' high, touchin' the sky | Sammy WilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora