Trece.

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Me dolía la cabeza, me dolía y mucho. El peso de un cuerpo a mi lado me hizo abrir los ojos y girarme.

-¡Ahh!.-Grité al ver el cuerpo de un chico a mi lado. ¡Demonios! ¿Qué había hecho?.

-¿¡Qué!?.-Me golpeé mentalmente al ver que Sam era el chico que estaba en la misma cama que yo y gritó asustado.

-Sam..-Él me miró y se llevó las manos a la cabeza.

-Mila..-Dijo con una sonrisa traviesa.

-No me digas que tu y yo.-Bajé un poco la mirada y pude ver que yo traía el vestido que Andrea me había prestado, pero Sam no traía su camiseta.

-Si, de hecho eres genial en la cama.-Me guiñó un ojo.

-Pensé que íbamos a volver a los viejos tiempos.-Le dije, pues era mentira que habiamos..eso.

-Estoy volviendo a ellos.-Volvió a recostarse en la cama.

-Que yo recuerde no me tratabas así.-Yo también copié su acto.

-No lo hacia porque no sabía como ligar con la chica que me gustaba.-Dijo de lo más normal.

-¿Qué?.-Pregunté sin entender.

-No te hagas la tonta.-Dijo viéndome.

-No entendí.-Me recargue sobre uno de mis codos y lo miré atenta.

-Camila tu me gustabas, y éste juego de volver al pasado, creo que me lo estoy tomando muy enserio.-Sonreí un poco, él se sentó sobre la cama.

-Sam, creo que sólo...-No me dejo terminar ya que sus labios no me lo permitieron.

-Pero no puede ser así, no me puedes gustar, no tu.-Dijo, pasé mi lengua por mis labios aún sintiendo su calor.

-¿Por qué?.-Pregunté.-¿No soy suficiente, o que?.-Le grité, estaba enojada.

-No, eres más que suficiente, pero jamás entenderías.-Se levantó de la cama y se encerró en el baño.

-¿Qué hacemos aquí?.-Pregunté tímida e incómoda cuando él salió del baño.

-No tengo la menor idea, de verdad.-Se encogió de hombros.

-Nate se va a enojar.-Eso lo dije más para mi que para él.

-Skate confía en mi.-Se señaló, tenía razón.

Quité las sábanas de un tirón y me coloqué las zapatillas, también acomode un poco mi cabello.

¿Cambiaría todo entre nosotros? Espero que no, ahora todo está mejorando y un poco de alcohol lo arruinara.

Sam llamó a un taxi, al llegar al hotel donde en verdad nos estábamos alojando subí a mi habitación. Andrea y Kenny seguían dormidos, mientras que Stew no estaba.

Caminé lento a donde estaba mi maleta y la abrí para sacar ropa más cómoda y para dormir. Tomé la ropa y me quité las zapatillas, me acerqué sigilosa como un ratón a la puerta del baño, la abrí y Stew estaba parado con una toalla enrollada en la cintura y los brazos cruzados.

-Pensaba darme un baño.-Sonreí apenada.

-Que emoción.-Reí, ya que él dijo eso sin emoción alguna.

-Eres muy amargado para tu corta edad.-le dije riendo y él mantuvo su rostro sin expresión alguna.

-¿Dónde dormiste?.-Preguntó, me encogí de hombros.

-No lo se, pero estaba con Sam, nada paso, si es lo que te refieres.-Lo señalé divertida, entre al baño y abrí la llave de la regadera.

-Más le vale a Sam.-Creo que Stew estaba estudiando las amenazas de Nate.

-Sal sí no me quieres ver desnuda.-Le señale la puerta y él salió del baño.

En cuanto salí del baño, Andrea estaba esperando para entrar. Ya había salido lista y estaba sola en la habitación, claro con Andrea dentro del baño.

Me peine y me maquille normal, me puse unos vans negros y enrolle la orilla de mis pantalones hasta media pierna. Estaba lista y tomé mi cámara, ya había cambiado la memoria.

Salí de la habitación dispuesta a buscar a Sam y platicar algunas cosas con él. Tenía que decirle que no quería que nada cambiara entre nosotros. Quería que fuera el mismo Sam, con las misma actitud.
Pero había un problema, él me había dicho que le gusta, pero ¿me gustaba él a mi? Desde que el tour comenzó no sabía muy bien lo que sentía por Sam.

-Oye.-Entré a su habitación, podía oír la ducha y él se estaba mirando al espejo.

-¿Si?.-Preguntó aún mirándose al espejo.

-No quiero que nada cambie.-Le dije, él volteó a verme.-Por favor.

-Olvida que maté mi orgullo ésta mañana y todo estará resuelto.-Dijo con un tono de voz demasiado sarcástico.

-Lo haré, ¿sabes por qué?.-Él hizo un ademán con la cabeza para que siguiera.-Por que te quiero, y mucho, y no quiero perder nuestra amistad, Sam.

-También te quiero mucho, Mila.-Dijo después de un momento de mirarme detenidamente.

-Una ultima cosa, ¿por qué no yo?.-Esa duda me iba a comer viva durante toda mi vida.

-Eso te lo puede responder, Nate.-Me guiñó un ojo divertido, rodé los ojos.

-No dudes en que se lo pregunte.-Le dije desafiante.

-No lo dudo.-Levanté una ceja.-Tengo que irme, deseame buena suerte.-Ambos salimos de su habitación y él cerró la puerta.

-Buena suerte, Sam.-Le di un corto beso en la mejilla y él corrió por el pasillo.

Algo me estaba causando, y no era nada bueno.

Flyin' high, touchin' the sky | Sammy WilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora