Setenta y cinco.

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Estaba muerta, literal. No me sentía para nada bien, me dolían los ojos y sentía que mi cabeza iba a explotar. Sam me había llamado unas miles de veces, también tenía muchos mensajes de texto de él y hasta snapchats, me había enviado indirectas por twitter y por instagram.

-Hola.-Escuché la alegre voz de Andrew, estaba sentada en la sala principal de las oficinas haciendo nada.

-Lárgate.-Le dije sin mirarlo, lo que menos quería era verlo ahora mismo.

-¿Por qué tan molesta? ¿Qué paso? ¿Qué te hicieron?.-Sonaba sarcástico, o por lo menos yo lo escuchaba así.

-¿Qué quieres? ¿Qué sabes?.-Él río, maldito algo sabía.

-Sabía que alguien te había hecho algo y no, no quiero nada. Sólo te aviso que tenemos que ir a la alfombra roja de los Radio Disney Awards.-Dijo, bufé.

-¿Vestidas de princesas?.-Le pregunté con sacarsmo, él río y eso me hizo reír.

-Claro que no boba, serás mi acompañante y así te verán como una gran fotógrafa y cosa así, dile a Sammy que no se preocupe no haré nada malo.-Dijo, tenía que mencionar a Sam.

-Él y yo ya no somos nada.-Le dije, él fruncio el ceño y se sentó a mi lado.

-Odio al bastado de Sam, pero no me gusta verte mal, ¿puedo hacer algo para que vuelvan?.-Preguntó, lo miré sorprendida.

-¿Cómo si enserio te importara? Debes de estar dando brincos porque él y yo terminamos.-Le dije, no pensaba decirle eso, pero lo hice.

-De hecho no, me gustas, pero odio con mi alma verte mal y no me siento bien al verte así de mal.-Sus palabras sonaban realmente sinceras.

Necesitaba un abrazo justamente y un abrazo de amigos no me afectaría en nada.
-Gracias Andrew.-Le dije, él pasó su mano por mi cabello y espalda.

-Estoy aquí para ti siempre.-Dijo con su voz tierna.-Pero enserio tenemos que ir a esos premios.-Sonreí, claro que lo acompañaría.

No hice nada en todo el día, mi día estuvo muy libre y desocupado, bueno creo que es lo mismo. Llamé a Nate para que viniera a recogerme al trabajo, pero primero él tenía que ir a hacer algunas cosas.

-¡Camila! ¡Camila!.-Escuché un gran grito que venía de los pasillos. ¿Era Nate?.

Me levanté de mi silla, si estaba en mi lindo cubículo.

-¿Nate?.-Pregunté saliendo del cubículo y mirando para todos lados del pasillo.

Nate venía corriendo por el pasillo llamando la atención de todos, pero se suponía que él vendría por mi en media hora y me esperaría abajo.

-Camila, el idiota de Sam se suicidó.-¡Dios! ¿¡QUÉ!?.

-¿Qué?.-Pregunté con un nudo que iba desde mi garganta hasta mi estómago.

-¡No sé! ¡A la verga! Emily me habló y me dijo que Sam chocó y que no sé que.-Dijo casi lloranto, traté de calmarlo.

-Oye, calma, vamos al hospital.-Mis reacciones podían ser un poco raras antes éstas situaciones.

Ambos bajamos corriendo por los pasillos de mi trabajo, sólo bajamos dos pisos, pero eso fue suficiente para que todo el aire que tenía en mis lindos y pequeños pulmones se saliera. Subimos al auto, me puse el cinturón de seguridad lo más rápido que pude y Nate salió casi volando del estacionamiento.

Al llegar al estacionamiento del hospital pude ver el auto de Gilinsky y al padre de Sam hablando por teléfono afuera de la entrada. 

-¿Dónde está Sam? ¿Cómo está?.-Nate y yo íbamos corriendo hacía el padre de Sam pero en eso Emily se nos adelanto.

-Está estable, sólo fue un choqué, pero se ha roto la pierna.-Le dijo su padre calmado.

Estúpido Nate, yo ya me hacía en el funeral de Sam diciendo que lo amaba más que a nada y que le perdonaba todas las estupideces que hizo, pero no, seguía vivo y no se la iba a perdonar tan fácil.

En la sala de espera se encontraban los Jacks, Gilinsky estaba medio dormido y Johnson hablaba con Kenny. ¿Qué hacía Kenny aquí?. La madre de Sam estaba junto con Annie en la sala de espera, llorando. Benny estaba tomando café o algo así junto con Emily, a quién no había visto entrar. Emily se acercó a mi después de saludarme con una sonrisa.

-Hola cuñada.-Dijo la rubia, sonreí por cortesía.-Sé que tú y Sam ya no son nada, pero aún así te quiero y serás mi cuñada por la eternidad.-Me susurró mientras me abrazaba.

-¿Él te lo dijo?.-Le pregunté, asintió.

-No ha dejado de echarse la culpa todo la noche de ayer y lo que va de la mañana antes de su accidente.-Dijo con una mueca, mierda. Soy una mala persona.

-¿Crees que pueda entrar a verlo?.-Le pregunté, asintió.-Iré a hablar con el doctor.-Ella volvió a asentir.

Saludé a los chicos, a Lori y a los demás hermanos de Sam. Conversé con el doctor y él me dejó pasar sólo por unos minutos.

Toqué la puerta con el número; 127 en ella y después de unos minutos que no contestarán; entré.

-Pensé que no vendrías.-Dijo apenas audible, tenía un collarín, muchos moretones en el rostro y su pierna izquierda con un yeso blanco.

-No hables, si no puedes.-Le dije y me acerqué un poco a la camilla.

-Necesito que me escuches.-Pidió, negué. -

-Lo haré después, ahora escuchame tú a mi y además no puedes hablar.-Ambos reímos incómodo por ello y él asintió.-No creas que porque he venido a verte quiere decir que estás perdonado, te quiero y mucho pero olvidate de que vuelva a ocurrir algo entre nosotros, no habrá nada más que amistad, Samuel.-Le dije, él negó y podía notar lágrimas en sus ojos.

-No puedes hacerme esto.-Volvió a susurrar.

-Tú pudiste engañarme con Stella, claro que puedo hacerlo.-Le dije fría y me di la media vuelta para salir.

-¿Seremos amigos?.-Preguntó, asentí con la cabeza sin mirarlo.-Los amigos pueden llegar a ser algo más con el tiempo, yo soy esa clase de amigos.-Suspiré y salí del cuarto blanco y frío.

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Tengan lindo lunes, una excelente semana♥ 
Espero les haya gustado y le debo ésta gran idea a @NeedSomeBeer ♥
Y éste cap va dedicado a la bella de;
@sophiawilkinson cuz puedo dedicar caps si quieren♥ⓘⓛⓨ

Flyin' high, touchin' the sky | Sammy WilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora