Odiaba despertarme temprano, pero tenía que hacerlo. El vuelo salía a las ocho de la mañana y tenía que despertarme a las seis para estar allá a las siete. Tomé fuerzas para salir de la cama y ganarle a mis hermanos el baño.
-¡Me toca!.-Grité al ver que salimos los tres al mismo tiempo de nuestras habitaciones, corrí al baño y cerré la puerta detrás de mi.
-Tienes tres minutos, sí no sales tiraré la puerta.-Nate y sus amenazas que jamás cumplía.
Tomé mi tiempo en tomar la ducha, los chicos no dejaban de molestar y tuve que salir. Caminé envuelta en la toalla hasta mi habitación y me encerré en ella para vestirme. Encreme todo mi cuerpo y me coloqué mi ropa interior, una blusa cómoda; viajaría por una hora y tenía que ir cómoda.
-¿Lista?.-Stew gritó desde el otro lado de mi puerta y asentí para mi misma.
-¿Serías tan buen hermano que cargarías mis maletas?.-Sonreí exageradamente para que él accediera.
-No.-Dijo cortante y llendose por el pasillo, bufé y tomé mi maleta para después tomar la mochila que llevaría.
-¿Necesitas ayuda?.-La voz de Sam hizo que me sobre saltara un poco, me giré para quedar frente a él.
-Con esto, si no es mucho pedir.-Le entrege mi maleta y él sonrió, salió de la casa para subir las cosas al auto que nos llevaría mientras yo tomaba un poco de jugo.
-Oye, Cami, ahora que lo pienso no me has dado las gracias.-Entró de nuevo a la cocina y rodé los ojos.
-Muchas gracias Sam.-Le dije sonriendo falsamente y él río.
-Eres una lindura.-Apretó mi mejilla y lo alejé de mi.-¿Así qué, por qué quiere ir con nosotros?.-Preguntó tomando una manzana.
-Me iba a aburrir sin ustedes éstos días, además de que irán chicos lindos.-Me encogí de hombros.
-A los que no te puedes acercar.-Dijo y le dio un mordisco a la manzana.
-¿Quién lo dice? ¿Tu?.-Lo señalé sarcástica y él sonrió.
-Claro que yo, eres mi hermanita pequeña, debo cuidar de ti.-Eso dolióe en lo mas más profundo de mi corazón, aunque era la verdad.
-Puedo cuidarme sola.-Saqué la cámara fotográfica y la revisé por última vez.
-Vamos a tomarnos una foto, eres una diosa con la cámara.-Le sonreí asintiendo y él caminó hasta mi para colocarse a mi lado y tomar la foto.
-Son una lindura.-Dijo Stew, negué rápidamente y con una mueca de asco.
-Ni de broma.-Le dije a Stew cuando Sam salió de la cocina.
-¿Para qué te haces? Si te encanta.-Stew había estado chismeando en mis mensajes hace algunos días y descubrió un mensaje que tenía con mi mejor amiga dónde le decía que Sam me gustaba.
-Si dices algo, te mató enano.-Lo señalé y él elevó las manos en forma de paz.
-Te ayudaré.-Me guiñó un ojo.
-Estás loco.-Lo abracé por los hombros y salimos de la casa para abrazar a nuestra madre y subir a la camioneta.
-Ustedes dos se irán atrás.-Sam y yo asentimos a la indicación de Nate.
-¿Quieres?.-Sam me extendió un paquete de galletas y asentí.
-Gracias.-Le dije y Nate pegó un brinco ya que no vio el tope de enfrente.-Mi galleta.-Llorique jugando.
Sam y yo nos agachamos al mismo tiempo para agarrar la galleta que no servía de nada, chocamos nuestras cabezas y ambos nos levantamos para sobarnos la cabeza.
-Auch.-Se quejó él.
-Tienes la cabeza muy dura.-Le dije sobando mi cabeza y riendo un poco.
-¿Cuál cabeza?.-Preguntó mirando para abajo, Nate y Stew rieron un poco y después Nate le dio un golpe.
-Eres un asco.-Le dije volteando la cara, siempre me hacia esto; estaba contenta con él y después salía con una tontería.