Treinta y cinco.

4.2K 338 19
                                    

Maratón 3/3

Salí corriendo de la habitación, el pasillo seguía vacío y no tenía ni idea de a donde podía haber ido Sam.

¿Por qué siempre tenía que pasar esto, por qué?. Estaba bien con alguien y algo tenía que hacer que todo se viniera abajo y que todo se arruinara.

Corrí por la pasillo, no tenía ni le menor idea de donde podía estar Sam, abrí la puerta de mi habitación; Kenny, Andrea y Stew estaban ahí, los tres me miraron.

-¿Saben donde está Sam?.-Pregunté tomando aire, estaba muy agitada.

-No.-Los tres negaron al mismo tiempo, me di la vuelta para de nuevo ir a buscar a Sam en algún otro lugar del hotel.

Seguí corriendo, mi vida dependía de ello, saqué mi teléfono y le marqué; buzón. Las puertas de las demás habitaciones donde estaban los demás chicos estaban cerradas con seguro, osea, que no había nadie ahí.

Tampoco había visto a Nate, me estaba cansando demasiado. Jamás fui buena en deporte, mucho menos correr.

Llegué al ascensor, pero si esperaba a que éste llegara, Sam podría haber llegado a México en ese trayecto. Corrí por la escaleras a la última planta, lo bueno era que estábamos en la segunda.

En el living sólo había personas desconocidas, no veía gente que quiesiera ver y al salir corriendo al estacionamiento vi a Nate entrar al hotel.

-¡Nate!.-Grité algo desesperada, agitada y sentía que me iba a caer en cualquier momento.

-Camila, ¿qué pasa?.-Preguntó preocupado y tomandome de los brazos, respiraba ondo, pero no me podía poner en paz, tampoco podía hablar; no sentía ni siquiera saliva en mi boca.

-¿Dónde está Sam?.-Pregunté un poco más calmada, pero aún así haciendo pausas entre cada palabra.

-¿Por qué?.-Su tono era un poco enojado y preocupado; Nate debió de mal entender las cosas.

-Sólo dime.-Pedí, tenía que encontrar ya a Sam, ahora mismo.

-Dime porque.-Repitió, podía decirle a Nate lo que hizo Gilinsky y que él mismo le partiera la cara y dejar que Sam se fuera, o buscar a Sam y dejar a Nate ahí parado.

-Necesito encontrarlo.-No tengo ni la menor idea de porque le respondí eso, pero era la verdad; necesitaba encontrarlo.

-Estaba en el afuera unos minutos atrás, ¿todo está bien?.-Asentí y me separé de los brazos de mi hermano, salí de nuevo corriendo hasta el estacionamiento.

El estacionamiento era muy grande, sería un poco difícil encontrar a Sam, pero tenía que hacerlo. Comencé a caminar entre los carros, no corría, pero si caminaba rápido, más rápido de lo normal.

Ya llevaba una gran área recorrida buscando a Sam fallida. Tal vez se fue, pensé. Iba a volver al hotel, estaba muy cansada, necesitaba agua y algo para el dolor de mis piernas. Pero más que nada necesitaba a Sam, necesitaba explicarle todo y que él supiera que todo era un mal entendido. Lo necesitaba.

Mientras caminaba pude escuchar una toz, sin duda; era Sam. Me di la vuelta y a unos cuantos autos estaba Sam recargado en uno y viendo su teléfono, caminé hasta él.

-Sam.-Dije, me dolía hablar, me sentía mal. Él giró su mirada hasta a mi y después volvió a su teléfono.-Sam, por favor.-Pedí acercandome.

-¿Por favor, qué?.-Preguntó enojado, lo miré con asombro. Nunca había visto a Sam enojado de verdad.

-Dejame explicarte.-Me acerqué un poco más y traté de poner mi mano en su pecho pero él la apartó bruscamente.

-¡No, no quiero escucharte!.-Gritó, tome su mano para que no se fuera, pero aún así el dio algunos pasos.

Un fuerte dolor debajo de mi pecho hizo que no pudiera caminar o hablar, mis piedras flaqueaban, y todo me daba vueltas.

-Sam.-Pude decir, apenas audible, me llevé la mano debajo del pecho y con la otra me recargue en un auto; sentía que me iba a caer en cualquier momento.-Sam.-Solté un quejido un poco más fuerte, escuché sus pisadas más cerca.

Todo se estaba tornando negro, no sentía mis piernas y me caía lentamente, toqué el pavimento y después sentí los brazos de Sam a mis lados.

-Camila, Camila.-Escuchaba sus sollozos, yo sentía mis ojos abiertos, pero no podía ver nada.

Flyin' high, touchin' the sky | Sammy WilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora