Setenta y cuatro.

3.2K 256 29
                                    

Llegué a mi casa casi roja del coraje, juro que hasta se podían ver mis venas a punto de explotar en mi frente y todo por la maldita culpa del pendejo de Sam.

Escuché la risa de los chicos en la cocina y los pasos apurados de Ally detrás de mi, su tacón de quince centímetros la delataban.

-Camila, cálmate.-Ally tomó mi brazo a media sala y me hizo girarme en su dirección.

-¿Cómo demonios quieres que me calme? ¡Esa puta y Sam estuvieron juntos!.-Le grité lo más enojada posible.

-Tal vez es mentira, quizás ella sólo lo dijo para que actuaras como una loca.-¿La estaba defendiendo?.

-No me importa, lo que quiero es gritarle al idiota de Sam hasta quedarme afónica, no me importa que.-Le dije, volviendo a gritar.

Los chicos parecían no haberme escuchado y si me escucharon prefirieron quedarse escondidos o algo, pues no salieron de la cocina.

Caminé hasta la cocina, abrí la puerta de un jalón y la azote. Los tres aún seguían riendo y al verme se quedaron totalmente callados.

-Mi amor...-Comenzó Sam, me acerqué a él y le di una gran cachetada que hasta la mano me dolió. Él se quedó con la mano en la mejilla y me miró sorprendido.

-Mi amor, mierdas.-Le dije aún con enojo y con algunas lágrimas queriendo salir.

-¿Qué pasa? ¿qué tienes?.-Me preguntó Nate algo asustado.

-Pasa que el idiota de Sam se acostó con Stella y el muy cínico todavía es capaz de regalarme la cadena de la zorra esa.-Del mismo coraje me quité la cadena del cuello de un jalón y la tiré al suelo.-Sam te di todo de mi, te perdone muchas cosas, me acosté contigo y ¿así me pagas?.-Pude ver a Nate de reojo, se estaba enojando.

-No, no entiendo.-Comenzó a tartamudear y a alejarse un poco de mi.-Yo, yo no...

-¿Qué ahora me vas a decir con que estabas borracho? Pues siempre es así maldito hijo de puta.-No pude más, mis piernas temblaron y me dejé caer al frío suelo de mi cocina.

-No, Mila, no.-Él también se tiró y me abrazó, pero lo aparté en cuanto sus frías manos tocaron mis brazos.

-Aléjate de mi, no te quiero volver a ver nunca más.-Le dije con frialdad en mis palabras, él negó con los ojos llorosos.

-Mila, déjame...

-¡No!.-Lo corté.-Lárgate.-Pedí ya sin mucha fuerza en mis palabras.

-Camila, yo.-Comenzó, Nate se acercó.

-Lárgate, Sam, tú y yo tenemos algo de que hablar.-Mierda, había metido en muchos problemas a Sam.

Ambos se fueron, me recosté en la pared y Ally entró unos segundos después de que ellos salieron. Stew y Ally se arrodillaron a mi lado cada uno y me abrazaron.

-Camila, escucha a Sam.-Me dijo Ally calmada, negué.

-Le ha hecho muchas, es tiempo de que las pague todas.-Le dijo Stew, ambas lo miramos y él se encogió de hombros.

-No quiero volver a verlo jamás, lo odio, odio mi vida.-Abracé a Ally, Stew se levantó y caminó fuera de la cocina.

-Amiga, yo te apoyo, sólo te dijo que Stella es de verdad muy ambiciosa y la estás dejando ganar.-Ally trataría de convencerme en hablar con Sam, la conocía, pero Sam ya no merecía otra oportunidad.

-Esto es muy fuerte, Ally, él jamás volvió con nosotros al auto. Él traía puesta la cadena y la espalda arañada.-Le dije con lágrimas en mis ojos.

(Sammy)

Lo había arruinado todo, nunca pensé que esa maldita bebida tendría algo más que alcohol, pero viniendo de Stella le podía haber puesto hasta veneno.

-¿Cómo se te ocurre, idiota? ¿Te acostaste con mi hermana?.-Nate no dejaba de gritarme desde que salimos de la cocina.

-Porque la amo, dude, tienes que creer en mi.-Pedí señalándome.

-Sam te he pasado muchas, ella te ha soportado miles de cosas.-Señaló la casa, a la cocina. Donde la chica que amo estaba más que destrozada.-¿Por qué le has pagado así?.

-En la fiesta, cuando ella y Johnson fueron arriba, me quedé con Stella. Ella me dijo que iría por algo de tomar y le pedí que me trajera un trago.-Comencé, él me veía no muy convencido.-No recuerdo la bebida, pero en total; Stella le había puesto algo para drogarme, lo juro. Eso paso.

-No vengas en una semana, yo iré a buscarte para lo que te necesite.-Él no me había creído ni media palabra.

-Skate, ¿por qué no me crees?.-Tenía muy en claro que los hombres no lloraban, pero al diablo. A la persona que amo la defraude más que a mi propia madre y solo por tomarme algo que una tonta y fea rubia me dio.

-Sam, por favor vete y no hagas las cosas más difíciles.-Iba a decirle algo y en eso Stew salio de la casa, se acercó a Nate y le susurró algo.-Ella no te quiere volver a ver jamás, Sam la has perdido.

Al escuchar las palabras de Nate mi mundo se vino abajo, ¿cómo mi mejor amigo, mi hermano, me podía decir eso? ¿Por qué me pasaban éstas cosas a mi? ¿Por qué tenía tan mala suerte? ¿Acaso Dios me odiaba o algo así?.

-Volveré mañana, no la voy a perder.-Le dije y corrí hasta mi auto, me subí y observé a ambos chicos entrar a su casa, coloqué mi cabeza sobre el volante y suspire fuertemente para tratar de sacar todo de mi.


Estaba enamorado de ella, estoy, ¿cómo la iba a engañar? Yo no soy así, jamás lo sería y menos con ella. Tengo que recuperarla, pero ¿cómo?.



••••

Espero les haya gustado, dejen comentarios y...¿qué creen que va a hacer Sammy para recuperar a su chava? (Lo siento a veces se me sale lo mexicano que llevo dentro)..

Las amo, cuidense muchoo.. *inserten emoji de corazón*


Capítulo decicado a: *redoble de tambores* @xOmahaxSquadx

Flyin' high, touchin' the sky | Sammy WilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora