Cincuenta y seis.

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Maratón 3/5

Volví a casa a eso de las sies, Andrew se ofreció a llevarme y como no tenía crédito para marcar, acepté.

Al llegar a casa pude ver el auto de Sam aparacado afuera, suspire. Me despedí de Andrew con un beso en la mejilla y bajé de su auto, saqué las llaves de mi casa, le dije adiós con la mano y entré a mi casa.

-¿Quién era ese?.-Preguntó Stew con asco.

-No quiero hablar.-Le dije molesta y tiré mi bolso en el sillón. Los demás parecían estar en la cocina o en la estancia.

-Camila, no comiences con tu drama queen.-Dijo, hubiera reído, pero no estaba de humor.

-¿Qué parte de dejame en paz, no entendiste?.-Le dije, subí las escaleras hasta mi habitación.

Debía de hablar con Sam, pero aún no estaba lista. Cerré la puerta de mi habitación con un azote, me tiré en mi cama quedando boca abajo y grité contra el cobertor. Tocaron la puerta, era más que obvio que era Sam.

-Dejame entrar.-Dijo, después de tocar una veces y no contestarle.-¿Por qué estás enojada?.-Sam no tenía la culpa, yo me había metido en todo éste rollo.

-Pasa.-Le dije, me senté bien en la cama y él entró, sonrió al verme, hice puchero y sonrió aún más.

-¿Estás bien?.-Preguntó sentándose junto a mi y abrazandome por los hombros.

-No, Sam necesito que hablemos.-Le dije, él quitó su brazo de mis hombros, jaló mi silla del escritorio y se sentó frente a mi con el respaldo de la silla en su pecho.

-¿Qué pasa, preciosa?.-¿Podía ser más perfecto?. Me estaba arrepintiendo, pero mi mente no podría llegar a formular una buena excusa de mi 'tenemos que hablar'.

-Sam, necesito que me escuches y entiendas.-Le dije, él asintió.-Se que soy una tonta, no leí bien el contrato y lo siento mucho.-Le dije cerrando los ojos por un momento.

-No entiendo, Mila.-Dijo con una sonrisa nerviosa.

-Mira, en el contrato decía que para lograr a ser alguien grande en el mundo artístico, ellos me podía ayudar pero tendría que salir con alguien con un nivel más alto que yo, de mi misma empresa.-Lo dije tan rápido que me había quedado sin aire.

-¿Qué?.-Preguntó, no molesto, confundido.-¿Me estás terminando por no ser de un nivel más alto?.-Ahora si estaba molesto, pero sólo un poco.

-No, Sam, escuchame.-Le dije, tomé sus manos y él me miró con duda.-David...

-¿David?.-Me interrumpió y preguntó con el típico tono de: "¿quién es David?".

-Sam..-También use el típico tono de: "cállate y dejame hablar".-David es el director, él me ha dicho que tú y yo podemos seguir saliendo, sólo que públicamente no podremos demostrarnos afectó.-Bufo.

-Están locos.-Dijo rodando los ojos.

-Tendré una clase de novio.-Dije seria, él me miró con los ojos muy abiertos.-Pero sólo saldremos en cosas que tengan que ver con la empresa y donde haya cámaras.-Le dije, parecía más convencido.

No estaba enojado y eso era bueno.

-Dime que tu novio..-Hizo comillas en la palabra novio y lo dijo con asco.-no es el estúpido de Andrew.-Me mordí el labio.

-No conozco a nadie más, mejor que alguien que sea de confianza, y sólo serán agarradas de mano.-Le dije.

-Pobre de él haga otra cosa.-Me señaló, sonreí. Pensé que él reiría, pero no, lo decía enserio.

-No pasará nada.-Le afirme.

-Entonces, ¿seguimos siendo novios?.-Me preguntó, rodé los ojos.

-Si, Sam. Pareces un niño tonto que no entiende, ¿te lo explico con manzanitas?.-Le pregunté riendo, él negó exageradamente como un niño.

-Explicamelo a besos.-Sonreí, me acerqué a él y como el respaldo de la silla molestaba no me pude sentar en sus piernas, pero aún así lo besé con mis manos en sus mejillas y al final mordí su labio inferior.

-Gracias por entender.-Le dije, él se pasó las manos por el cabello.

-Que quede claro que no estoy totalmente de acuerdo.-Dijo, reí.

-Sólo serán unos meses.-Le dije, acerqué la silla a la cama y lo miré atenta.

-¡¿Meses?!.-Dijo con los ojos muy abiertos.

-Mira el lado positivo, tendremos más momentos en privado.-Le dije, él río con malicia.

-Hablando de eso, tus padres se fueron con Stew y Nate, Nate me entiende.-Dijo, yo sabía muy bien a lo que él se refería.

-¿Sabías que Nate piensa que aún soy virgen?.-Le pregunté, él se levantó de la silla y me recostó lentamente sobre la cama.

-Que siga pensando eso.-Dijo muy cerca de mis labios.-¿Y tú sabías que existe el sexo silencioso?.-Preguntó.

-Sam..-Dije riendo y empujándolo un poco, él también río.

-Sólo bromeaba, preciosa.-Besó mi frente y se acostó enseguida de mi.

Flyin' high, touchin' the sky | Sammy WilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora