Sesenta y siete.

3.4K 255 13
                                    

Ayudaba a mi mamá a preparar la cena y escuchaba a mis dos hermanos gritarse de groserías cuando mientras jugaban un tonto vídeo juego.

-Linda, hace tiempo que no hablamos.-Mi madre dejó de picar las verduras y me miró, me sorprendí a su comentario.

-Desde que entre a trabajar.-Le dije con ironía. Llevaba menos de un mes en el trabajo.

-Mucho tiempo.-Río, reí y lave el cuchillo que estaba usando.-¿Cómo te ha ido con eso del contrato?.-Preguntó, me encogi de hombros.

-Bien, mi compañero es mi amigo y todo va bien.-Andrew me cae mal, odia a Sam y yo odio mi vida, pero todo está bien mamá.

-¿Cómo va todo con Sam?.-Mi mamá se estaba comportando muy raro.

-Mamá, ¿todo está bien?.-Le pregunté, ella asintió.

-Camila eres mi hija, me preocupo por ti, pero si no me quieres decir nada.-Dijo haciéndose la indignada, sonreí.

-Es solo que se me hace raro, raro hablar de Sam.-Le dije, ella sonrió.

-Hablaremos luego, cuando tengas un hijo que mantener entonces.-Aún usaba su tono de indignada, reí.

-¿Quién tiene un hijo que mantener?.-Nate iba entrando a la cocina para servirse soda o algo así.

-Camila, pero aún no le digas a Sam.-Le dijo mi mamá, Nate me miró sorprendido, y se puso hasta pálido.

-¿Qué?.-Preguntó susurrando, así como mi madre estaba hablando, aguanté las ganas de reír.

-Tu hermana tiene a un mocoso de Sam en el estómago.-Le volvió a susurrar mi mamá.

Si ustedes creen que sus mamás están locas, es porque no conocen a la mía.

-Maldito hijo de puta.-No sé que le dijo mi mamá a Nate, pero se había enojado.

-Nathan, sólo estaba jugando burro, deja de decir eso en mi casa.-Nate se veía realmente molesto, mi mamá y yo comenzamos a reír y él bufo.

-Par de locas.-Bebió de su vaso y se fue de la cocina, reí aún más.-Y pobre de ti tengas a un gusano de Sam dentro de ti.-Volvió a entrar y me señaló amenazandome.

Seguí ayudando a mi madre, hasta que mi teléfono comenzó a sonar; Sammy♥.

Contesté mientras me sacaba las manos con una toalla que estaba en la cocina.

-¿Estás en casa?.-Preguntó, o soy yo o sonaba molesto.

-Claro, acabo de termina la cena, ven a cenar.-Le dile, tosió un poco.

-Voy para allá.-Dijo y colgó, miré molesta a mi teléfono y lo guardé.

Salí a ver a los chicos mientras jugaban, tenían como media hora jugando, ¿qué nunca se hartaban?.

Escuché como Sam patinó su auto, Nate también lo conocía y me miró serio, me encogi de hombros.

Corrí a la puerta antes de que tocará, no quería que mi madre lo viera enojado, puea se enojaría conmigo.

-Bebé.-Salí de la casa, él estaba pateando algo en el suelo, parecía una lata.-¿Qué tienes Sam?.

-¿Qué tengo? ¿Cómo qué, que tengo?.-Tiró sus brazos al aire, sonreí un poco; Sam enojado se veía lindo.

-Pues no sé, Sam calmate.-Me acerqué a él y le di un beso corto.

-¿A qué no sabes quién me habló hoy?.-Me preguntó, lo abracé.

-¿Quién?.-Pregunté mientras sobaba su espalda.

-El odiota de Andrew, me dijo que le habías dicho que le diera una ayuda para entrar a nuestro tour, Mila, ¿por qué demonios hiciste eso?.-Lo miré sorprendida y con el ceño fruncido.

-Yo no le dije eso, él se apuntó solo.-Me separé de él.

-Es un maldito bastardo hijo de la puta chingada.-Estaba realmente enojado y yo jamás lo había visto enojado y me daba algo de miedo.

-Hey, calmate, no hables así.-Coloqué mis manos en su pecho.

-¿Y lo defiendes? ¡Pensé que eras mi novia, Camila!.-Me asustó por su grito, creo que lo escucharon hasta la otra cuadra.

-No lo estoy defendiendo, deja de decir tonterías, Sam.-También estaba algo molestas, él no iba a venir y hacerme una escenita de celos tontos.

-¡Si lo estás defendiendo!.-Volvió a gritar, si me gritaba de nuevo lo iba a golpear.

-¡No, no es así!.-Grité mucho más molesta.

-¿Sabes qué? Hablamos mañana, cuando te des cuenta de que yo soy tu puto novio y dejes de defender a ese tipejo.-Se dio la media vuelta y se subió a su carro.

-Eso eres, un maldito puto.-Le grité, pero él ya no me había escuchado.

Entré a la casa echando humo, maldito tonto. No podía haber arruinado más mi noche.

-¿Qué paso, hermanita?.-Preguntó Stew tratando de sonar amable.

-Cállate, idiota.-Le dije muy molestas y subiendo las escaleras.

El estupidote de Sam estaba cayendo en las trampas de Andrew. Andrew haría que él y yo nos separaramos y acaba de cumplir su primera meta; que Sam pensará que yo estaba del lado de Andrew. Pendejo.

Flyin' high, touchin' the sky | Sammy WilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora