Cuarenta y uno.

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-¿Acaso te quedaste atorado en el baño?.-Le pregunté con fastidio a Nate, él me miró raro.

-Hay muchas chicas lindas en nuestro vuelo, y me gusta compartir mi número de teléfono.-Me guiñó un ojo y rodé los ojos, yo necesitandolo y él coqueteado con alguna tipa que después de aterrizar no volverá a ver.

-Sabes que jamas te la volverás a encontrar, ¿verdad?.-Le dije, Sam estaba dormido en el asiento del medio y no me dejaba ver bien a Nate.

-Si es el amor de mi vida, si.-¿Por qué los hombres son tan ridículos y raros?.

-Eres un gran tonto.-Le dije rodando los ojos y acostándome en el asiento.

-Oye, ¿por qué estás molesta?.-Preguntó cansado.

-Es sólo el vuelo.-No tenía excusa de estar molesta con él, estaba molesta con Sam, pero Nate no tenía la culpa.

-Claro, deberías de dormir.-Dijo, asentí y acomodé mi cabeza en el asiento y viendo las nubes por la ventana me quedé dormida.

Un poco antes de aterrizar los chicos me levantaron, salimos del avión y Nate me aviso que mamá y papá vendrían por nosotros, entonces nos mando a Stew y a mi a que los esperáramos en la entrada del aeropuerto mientras él y Sam iban por las maletas.

-Veo que ya no andas con Sam.-Dijo Stew para romper nuestro momento de silencio mientras se comía una paleta.

-Desde hace días, quizás una semana.-Le dije sin importancia y sin verlo.

-Pensé que estabas loca por él.-Dijo, lo voltee a ver.

-Él es el que se está volviendo loco.-Ambos reímos y en eso Nate y Sam salieron.

Los tres chicos comenzaron a conversar sobre cosas raras, sólo los escuchaba de fondo mientras veía cosas en mi celular. Mis padres llegaron unos minutos después, casi media hora y nos fuimos a casa.

-¿Y se divirtieron?.-Preguntó mamá mientras hacia la comida, los cuatro, contando al estorbo de Sam, asentimos.-Eso me alegra mucho, ¿algún chico lindo en Cali, mi niña?.-Preguntó mamá a lo que reí.

-Demasiados diría yo.-Le guiñé un ojo a mi mamá y podía a Sam de reojo, él sólo rodó los ojos mientras comía.

-Había también muchas chicas sexys, mamá.-Habló Sam. Si, Sam le dice 'mamá' a mi mamá, pues se la vive aquí.

-Pero creo que Dylan es más guapo que todos.-Agregue. Dylan es el mayor rival de Sam, se odian a morir. Dylan siempre le gana todas las chicas a Sam y coquetear con Dylan no sera muy difícil.

-¿Dylan Pearson?.-Preguntó Stew, asentí. Stew sabe que a mi no me cae nada bien Dylan, pero Sam las tiene que pagar. Oops.

-Él es muy guapo hija, un muy buen partido.-Agregó mi padre desde la sala. ¡Ese es mi papá!.

-Es un idiota.-Se atrevió a decir Sam, Nate sólo sonreía mirando su plato. Él sabía que yo estaba haciendo eso por algo, pero no sabia porque.

-Es un buen chico, deberíamos de ir a jugar basketball con él e invitamos a Cami, ¿qué te parece, Sam?.-Enserio que le debo una muy grande a Nate.

-Odio a ese amigo.-Dijo Sam enojado, Nate río.

-Será sólo un partido amistoso, dude.-Nate seguía riendo, igual que yo. Stew sólo nos veía tratando de entender.

-Está bien.-Sam aceptó.-Pero Camila no va a ir.-Dijo, lo miré mal.

-¿Disculpa?.-Le pregunté ofendida, ¿quién se creía?.

-¿Qué?.-Preguntó indiferente, Nate y Stew nos miraban. Gracias al cielo mamá había salido.-No puedes ir, no te dejare que salgas con un hijo de puta.-Agregó.

-Tu no me dices con quien salir, ni siquiera Nate lo hace.-Le dije apuntado a mi hermano. Nate se estaba dando cuenta que nuestra pelea se estaba haciendo grande y se levanto de la silla.

-Camila y Sam, váyanse a cambiar, Stew también vienes con nosotros, llamare a Dylan.-Sam lo miró y salió de la cocina enojado, miré a Nate y él me miraba neutro. 

-¿Crees que me pase?.-Le pregunté algo apenada a Nate, él se encogió de hombros.

-No lo sé, sólo ustedes saben porque terminaron.-Asentí y salí de la cocina hacía mi habitación.

Sería un partido de basketball, no se jugar basketball. Me puse un shorts deportivo que me quedaba un poco más arriba de medio muslo, un top deportivo y una jersey de Nate. Bajé agarrando el cabello con una liga y mis dos hermanos estaban al pie de la escalera.

-¿Tengo algo?.-Ambos me miraban atentos.

-Tampoco te pases.-Los dos ya sabían muy bien que quería darle celos a Sam y por eso cooperaban, buenos chicos, pero tampoco dejaban de ser mis ridículos y sobre-protectores hermanos.

-Sólo será un juego amistoso.-Le dije, ellos rieron.

-Sam trae muchas ganas de golpear a ese tipo, y si Dylan hace un movimiento en falso dejare que Sam lo maté.-Me señaló Stew, asentí. Tampoco soy tan tonta para no cuidarme.

Salimos los tres de la casa en busca de Sam, quien estaba en su porche esperándonos. Me examino de arriba a abajo cuando me vio llegar, sólo no lo miraba, pero sentía su mirada sobre mi todo el tiempo.

En la cancha de basketball ya estaban Dylan y sus amigos, nos miraron raro al ver que los Jacks no venían, pues siempre jugaban mis cuatro chicos con Dylan y tres de sus amigos. Dylan me miró y sonrío, él no me conocía muy bien, sólo me conocía como la hermana de Skate, con una movida de cabeza le preguntó a Nate quien yo era.

-Camila.-Me señaló Nate, yo sonreí y me acerqué a él para saludarle.

-Un gusto Camila, soy Dylan.-Me saludó, no parecía tan fuck boy, como decían.

-Mucho gusto, Dylan.-Lo saludé. Ellos comenzaron a conversar mientras yo veía como todos los chicos de mi alrededor me miraban. ¿Nunca habían visto a una chica en shorts, o qué?.

-Cami, ven.-Me indicó Nate, caminé hasta ellos.-Hemos hecho una apuesta.-Rodé los ojos.-Quien gane tendrá una cita contigo, ¿estás de acuerdo?.-Lo más seguro era que Sam y Dylan fueran los capitanes, así que asentí.

Veía a los chicos correr de un lado a otro, gritarse y sudar. No sabia quienes iban ganando, pues no entiendo el deporte y sólo los veía encestar pero no sabia con seguridad quienes iban ganando. De la nada los vi a todos en el centro conversando, Nate con un movimiento de cabeza me llamó y caminé hasta ellos.

-Me alegra que te guste la pizza.-Habló el ganador.

Flyin' high, touchin' the sky | Sammy WilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora