Setenta y uno.

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Maratón 1/2

Si me pidieran una palabra para describir la fiesta de Marcus, diría que espectacular.

Era una gran fiesta, había bebidas que en mi vida había visto, conocía sólo como la mitad de la mitad de las bebidas que había.

Caylen iba delante de nosotras, los chicos aún no llegaban y nosotros buscábamos a Marcus para felicitarlo por su cumpleaños.

-Feliz Cumpleaños, amigo.-Escuché a Caylen decir, miré hacía enfrente y ahí estaba Marcus riendo con Caylen.

Mi amiga también lo felicitó, así que yo igual. Él hasta se acordaba de mí y eso me sorprendió bastante.

-Vamos a beber algo.-Susurró Ally en mi oído, pues la música estaba muy alta.

Enrolle mi brazo en el suyo y caminamos a la barra improvisada que había en la casa de Marcus. Busqué a mis chicos con la mirada, pero sería casi imposible que los encontrará. Mantenía mi teléfono en mi mano y lo veía a cada momento para ver sí me llamaban.

-¿Qué es?.-Pregunté al recibir el vaso que Ally me dio.

-Tú tómatelo, te va a gustar.-Dijo, la bebida se veía rara, pero aún así iba a tomarla.

-Está bien.-Dije no muy segura y acercando el vaso a mi boca.

-Espera...-Dijo de la nada y pegué un brinco.-Primero, brindemos.-Elevó su vaso y yo imité su acto.

-Salud, por...-Algo inteligente, Cami.-Ti.

¡Wow! ¿Eso es lo más inteligente que has podido decir? ¡Eres increíble!.

-Gracias.-Dijo con extrañeza y tomó de su vaso, igual lo hice.-Ahora yo.-Dijo al bajar su vaso.-Salud por nosotras, por nuestras aventuras, las que faltan y por todas y cada una de nuestras tonterías.-No era tan mala como mi brindis, pero era algo que ni al caso.

-¡Salud!.-Grité con una sonrisa, ella también sonrió y chocamos los vasos.

Seguimos brindando, se acabó el primer vaso rojo que teníamos y pedimos otro, y así fue hasta que llegamos la quinto.

-Brindemos por...el idiota de Sam, por todo lo que te ha hecho y por la venganza que le darás a ese bastardo.-Ally ya estaba muy borracha, mucho más que yo.

-Salud.-Dije apenas audible, tenía mucho sueño, sed y ganas de hacer pipí.

Mis ganas de hacer pipí eran inevitables y tenía que ir al baño urgentemente.

-Deberíamos de ir a bailar, Camilita.-Me sonrió, me señaló y pasó su dedo por mi cara, reí.

-Primero, iré al baño.-Le dije con una sonrisa aún en mi cara, ella asintió y nos fuimos en diferentes caminos.

Recordaba haber visto un baño por aquí, pero no recuerdo donde exactamente. Una chica que estaba por ahí salió de un cuarto, supongo que ese era el baño.

Me acerqué, le pregunté y ella asintió.

Entré al baño e hice mis necesidades, me lavé las manos y salí para encontrarme con un chico muy conocido para mi a punto de tocar la puerta.

-Iba tocar la puerta.-Dijo con una sonrisa.

-Me di cuenta.-Me comencé a reír como loca, no, como loca no, como borracha.

-¿Dónde está Ally?.-Preguntó, que primo tan sobre-protector, pensé.

-Por ahí.-Dije encogiéndome de hombros.

-Está bien por mi, ¿quieres ir a bailar?.-Me preguntó, asentí y tomé su mano.

Enserio estaba muy borracha.

Caylen me guió hasta donde era la pista de baile, la canción que estaba puesta no la conocía muy bien, pero no era para nada lenta y Caylen me abrazó como si la canción fuera lenta.

No dije nada y comencé a moverme como mi cuerpo podía, pues no estaba en mis cinco sentidos. Sus manos bajaban por mi espalda y sentía tan sensible su tacto que me encantaba, mis manos solamente estaban sobre sus hombros y mi cabeza sobre su pecho.

Con una de sus manos subió mi mandíbula para que mi mirada se conectará con la suya, lo miré por unos segundos y sin pensarla; lo besé.

Si, lo besé y no tengo ni idea del porque, sus manos bajando y subiendo por mi espalda, para al final posicionarse sobre mi trasero y pegarme más a él.

-¡Alejate de ella, idiota!.-Gritó alguien, su voz me era familiar.-¿Qué demonios crees que haces?.-Me preguntó tomandome fuerte del brazo.

-¡Sam!.-Grité alegré y lo abracé, él estaba tenso.

-Vamos arriba.-Dijo, negué con la cabeza aún abrazándolo.-Vamos arriba, Camila.

-No, yo quiero seguir aquí con mi amigo y tú no me lo puedes negar.-Le dije con un puchero y tomando la mano de Caylen.

-¿Qué?.-Preguntó ofendido.

-Vámonos, Caylen.-Me di la media vuelta con la mano de Caylen unida a la mía y él me siguió.

-¡Camila, Camila!.-Escuchaba la voz de Sam detrás de nosotros.

-¿Qué? Eres un maldito molesto.-Le dije ya enojada de escucharlo gritar mi nombre como si no hubiera mañana.

-Soy tu novio.-Dijo.-Y no puedes pasearte con un tipejo como si nada.

-Tú lo hiciste con una rubia tonta.-Le dije; puntos a mi favor.

Él bufo y se fue de ahí, wow, como le importaba. Seguí platicando con Caylen, era un chico muy inteligente y ocurrente.

-Amor.-Escuché, rodé los ojos, de nuevo Sam.-Perdón.-Estaba ebrio.-Vamos arriba, quiero dormir.-Asentí y al voltear mi vista para verlo y después voltearme a donde Caylen y ya no verlo, asentí.

Sam me abrazó por lo hombros y ambos subimos las escaleras, entramos a la segunda habitación y él cerró la puerta.

-No me grites.-Pedí con un puchero en mis labios y sentadome en la cama.

-No te voy a gritar, ¿por qué?.-Me preguntó neutro, me encogi de hombros.

-Estoy borracha y tengo ganas de dormir hasta que cumpla treinta.-Me recoste sobre la cama.

-Esto es por lo de la rubia, ¿cierto?.-Se dibujó una sonrisa en su rostro, negué.

-No, es porque, ¿de qué hablábamos?.-Le pregunté, él río. ¿Por qué se reía?.

-¿Sabes qué? Las ganas de dormir se han ido, vamos a la fiesta, tenemos que divertidos un rato, no dormir.-Le dije y me levanté de la cama.

-Tú no vas a ningún lado.-Dijo tomándome de la muñeca, reí.

-Tú no eres nadie para impedirme que hacer.-Le dije señalándolo, él río.

-Está bien, sólo una rato y ya no puedes beber más.-Asentí sin prestar atención a lo que dijo.

Volvimos a bajar a la sala, me encontré a los Jacks, con la tonta de Stella y una chica, los seis comenzamos a bailar los seis en una rueda.

••••
Esperen los que viene en el prox cap..
Espero les haya gustado éste cap babys..

Éste maratón está dedicado a la bella de; @Andrea_redd ♥

Flyin' high, touchin' the sky | Sammy WilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora