Veinticuatro.

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-¿Hablaras con él?.-Me preguntó Andrea, negué.

Toda la noche había pensado en hablar con Jack y pedirle que me perdonara. Aún quedaba un mes de tour y no soportaría no poder hablarle a Jack, volver a Nebraska sin hablarle a Jack y perder mi amistas con él. Pero no, era una orgullosa y una miedosa que no lo haría.

-Jack debe de entender.-Agregó Kenny.

-Jack jamás entenderá.-Le dije frustada y me tiré en la cama cayendo boca arriba.

-Ustedes son amigos desde niños, digo si tu y Sam tuvieran algo, ya lo supiéramos, por lo menos Johnson o Nate.-Kenny tenía razón, era muy obvio que no había nada entre nosotros como para que Jack no se diera cuenta.

-Quizás es porque Jack sabe algo que nosotros no.-Agregó Andrea, me levanté y los miré antenta.

-¿Saber qué?.-Pregunté, los dos se encogieron de hombros.

-No lo sé, esos cuatro son muy buenos amigos, deben de conocerse secretos.-Dijo Kenny muy normal, podía tener razón.

-Si, ¿pero secretos sobre qué o quién?.-Mi pregunta pudo a ver sonado un poco tonta, ellos me miraron muy obvios.

-Sobre ellos.-Respondieron al mismo tiempo y obvios.

-Como sea, si me disculparé con Jack.-Les dije, me levanté de la cama y salí de la habitación.

Tenía que tener el valor suficiente para hablar frente a Jack y pedirle perdón, así como para mandarlo a volar y que le quedara claro, también para escuchar sus quejidos, sus gritos y, tal vez, sus disculpas.

Me acerqué a la puerta de la habitación de los Jacks, donde se podían escuchar muchos gritos, ¿ese era Nate?.

-No es un maldito premio, están hablando de mi hermana, idiotas.-Claramente era Nate.

Me acerqué, puse mi oído en la puerta y sustuve la chapa con mi mano, por si querían salir trabarla un poco.

-Yo jamás dije que era un premio, eso lo hizo Jack.-Sam se escuchaba muy enojado y con la voz bastante ronca.

-Superalo, Sam, me eligió a mi.-Obvio, eso lo dijo Gilinsky.

-Yo creo que son unos hijos de puta, que no saben lo que la mujer vale.-Como siempre Johnson tenía la razón.

-Tu no sabes nada.-Le dijo Gilinsky, que creo que era el más enojado, pero no se escuchaba enojado.

-La vas a dejar en paz, si escucho que le vuelves a gritar te voy a partir la cara.-La amenaza de Nate me hizo soltar una leve sonrisa.

-Nate tu sabías muy bien de esto, no se porque hasta ahora te molesta.-¿Qué? ¿Saber sobre que?.

-Lo y fui un tonto, no debí aceptar.-¿Por qué no hablaban más claro? ¿Aceptar qué?.

-Eso fue tu culpa, dude, pero mi querido Sam, lamento decirte que te gané la apuesta.-Agregó Gilinsky y río un poco.

-Sabes que para mi nunca fue una apuesta, ¿verdad?.-Me sentía realmente confundida con todo.

-No te hagas el idiota, tu comenzaste con la apuesta de acostarte con ella.-Mi boca se abrió un poco, mis piernas flaquearon y mi mano fue cayendo lentamente de la chaora hasta mis costados.

¿Yo había sido una maldita apuesta para ellos dos? Hijos de su puta madre, idiotas, ojalá se mueran. Limpie mis lágrimas co n un poco de fuerza y abrí la puerta, los cuatro me miraron algo asustado.

-Jack, no has ganado la apuesta, jamás me entregaría a un idiota como tu.-Las lágrimas que había quitado comenzaron a caer de nuevo.

Ellos abrieron un poco la boca impresionados, Johnson fijó su mirada en Jack y después en mi.

-Smurfy.-Fue el primero en hablar, se levantó de su asiento para acercarse.

-No, no he terminado.-Se quedó a medio camino y entré a la habitación.

-¿Pensaron que jamás me daría cuanta?.-Les pregunté con ironía.-Volvamos a los viejos tiempos, eres una gran idiota.-Le dije a Sam, ele agachó la mirada.-¿Para qué querías volver a los viejos tiempos? ¿Para qué me enamorara y te acostarás conmigo? Pues fíjate que nunca iba a pasar.-Sam me iba a decir algo, pero no deje que lo hiciera.-Me alegra mucho haber terminado contigo, y yo que venía a disculparme.-Eso iba para Jack, él estaba sentado sobre el cajonero con la mirada en mi.

-Cami.-Habló Nate.

-No tienes derecho a decirme nada, tu sabias, Nate, soy tu hermana ¿y estuviste de acuerdo con que uno de estos idotas me metiera en su cama?.-Lo miré con las lágrimas en mis ojos, era él que más me dolía de todos.

Soy su hermana, su hermana menor. ¿Cómo era capaz de hacerme eso?.

-Estaba ebrio.-Dijo en su defensa, reí con sarcasmo.

-¿Sigues ebrio? Yo creo que no, ¿y no fuiste capaz de detener esto? Me das asco.-Sus ojos comenzaron a tornarse algo rojos, ¿quería llorar?.

-Smurfy.-Ésta vez no vi a Jack venir, él me tomó del brazo y me dio un cálido abrazo.

-Dejame, me quiero ir.-Le dije, apretó más su abrazo y le correspondi, llorando en su pecho.

-Camila.-Volvió a hablar Nate, quité mi cabeza del pecho de Johnson y sin deshacer nuestro abrazo miré a mi hermano.

-Quiero hablar contigo, a solas.-Negué.

-Lo harás, en un mes, cuando vuelvas a Omaha.-Le dije seria.

-¿Piensas no hablarme por un mes?.-Me preguntó.

-Salen muy caras las llamadas a larga distancia.-¿Me iba a ir? Claro que si, no podía soporta un minuto más con  los chicos a los que les tenía tanta confianza y que me traicionaron.

Con los chicos que creía mis hermanos, los que pensé que siempre estaría ahí y jamás me defraudarían. Lo acaban de arruinar todo.

Flyin' high, touchin' the sky | Sammy WilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora