Treinta y tres.

5K 333 4
                                    

Maratón 1/?

-Esto es tan hermoso.-Habíamos llegado a las dichosas cataratas, eran simplemente impresionantes, hermosas y había un clima estupendo.

-Hay demasiados zancudos.-Desde que llegamos Sam decía lo mismo; que los zancudos no lo dejaban en paz.

-¿Podrías dejar de ser un gruñón?.-Le pregunté riendo, él negó mientras se rascaba un brazo, pero parecía que se lo iba a trozar.

-Tu estuvieras igual sí te hubieran picado como diez zancudos a al vez.-Negué riendo y tomé una foto de él rascando su braso.

-¿Quieres repelente?.-Su mirada enojada me dio aún más risa, como ambos estábamos parados, Gilinsky pasó a nuestro lado viéndonos, ¿con algo de asco?.

-Hasta ahora me lo dices.-Sam se dio cuenta de la mirada de Gilinsky y lo siguió con la mirada mientras respondía.

-Oye, dejalo.-Tomé su barbilla para que me viera a mi y dejará a Gilinsky.

-Desde que pasó aquello, no me dirije la palabra, no tienes ni idea de como me siento.-Me sentía más mal yo que él.

-Todo es por mi culpa.-Le dije agachando la mirada, sentí que se acercó y me tomó de la barbilla para que lo mirara.

-No es verdad.-Susurró muy cerca de mis labios.

-Sabes que si.-También susurré, sus labios estaban demasiado cerca de los míos y estaba a punto de besarlos, pero Nate llegó y lo jaló de la camiseta.

-Aquí no, por favor.-Sam río sin ganas y algo molesto, Nate me abrazó para guiarme por el camino mientras Sam iba detrás de nosotros hablando con Stew.

-Nate, no es justo.-Le dije tratando de separarme de él.

-¿Qué no es justo?.-Preguntó haciéndose el inocente.

-Lo que haces, tu muy bien sabes que me gusta Sam.-Le dije, él me miró serio.

-¿Has visto a Jack?.-Preguntó irónico.-Los dos son de mis mejores amigos, Cami, no me gusta verlos mal.-Tenía razón, Jack estaba así por mi culpa y tenía un gran resentimiento en contra de Sam por mi culpa.

-Hablaré con Jack.-Susurré, lo decía para mi misma, pero mi hermano escuchó.

-No creo que él quiera hacerlo.-Negó, ¿Jack me tenía tanto odio?.-Camila eres una chica que le gusta estar bien con todo el mundo, pero eso es imposible hermana.

-No quiero estar mal con Jack, es mi amigo.-Bufé triste.-Y tampoco quiero que él esté mal con Sam.-Agregué.

-Jack te pedirá que te alejes de Sam, ¿estás dispuesta a hacer eso por Jack?.-¡No, no y no!, gritaba mi subconsciente.

-No lo sé.-Claro que lo sabía y la respuesta era un claro; ¡NO!.

-Pues él querrá escuchar un si.-Nate sabía demasiadas cosas de Jack, lo que Jack quería y sentía.

-Entonces, ¿yo le gustaba a Jack?.-Le pregunté, él asintió.

-Si, y su mejor amigo le arrebató a la chica que le gustaba.-Se refería a Sam.

-Fui una tonta.-Nate río dándome la razón.

Yo había causado todo esté rollo. Yo primero le había dicho que si a Jack, después lo mandé a la mierda y me puse con Sam. Yo había hecho que ellos dos se pelearan y no se hablaran, ahora Jack me odiaba a mi y a Sam, yo quería arreglar las cosas con Jack, pero Jack me diría que dejara a Sam, cosa que no haría, entonces Jack seguiría enojado conmigo y jamás volveríamos a ser amigos y todo por mi maldita culpa.

-Lo eres.-Escuché a Nate, le di un leve golpe y seguimos caminando.

Nos páramos frente a la catarata, seguía escuchando como Sam se quejaba de los zancudos mientras que tomaba fotos.

Bryant nos había acompañado y me pidió que tomara algunas fotos de los chicos en la catarata.

-Jack, ¿podrías hacerte más a la izquierda, por favor?.-Le pedí a Gilinsky moviendo mi mano hacia la izquierda.

-No, me gusta éste lugar.-Dijo firme y serio, miré a Nate y él me miró como diciendo: ‘te lo dije’, idiota.

-Está bien, Andrea muevete un poco hacía acá.-Andrea me obedeció y se colocó junto con Jack, tomé la foto.

Bryant me pidió que les tomara más fotos sin que ellos se dieran cuenta, pero todos se dieron cuenta y simulaban que no, aunque en todas salían posando.

-Necesitamos una foto juntos.-Estaba tomando fotos a la catarata cuando Sam me abrazó por la espalda y me susurró al oído.

-Tienes razón.-Le susurré de vuelta.

-Tengo una sorpresa para ti en cuento volvamos a Omaha.-Seguíamos en la misma posición.

-¿Enserio? ¿Y porqué tengo que esperar tanto?.-Me giré quedando frente a él.

-Porque soy malo.-Su voz seductora hizo que riera un poco y acariciara sus brazos.

-Aún no me has dicho porque te dicen daddy.-Él río y elevó una ceja.

-¿Quieres saber?.-Preguntó coqueto, asentí.-Tendríamos que irnos al hotel ahora mismo.-Ok, ya se a donde va esto.

-Me lo dices más tarde.-Le guiñe un ojo y me deshice de su agarre, seguí caminando detrás del grupo y después sentí sus manos en mi cadera y mis pies en el aire.

-Aún no me has dado mi beso.-Dijo, sonreí.

Sentí de nuevo mis pies en el suelo y sus manos en mi cadera, coloqué mis manos en su cuello y él me pegó más a él. Sus labios buscaron los míos, yo no era capaz de moverme, no sabía el porque.

Sentí sus labios sobre los míos, tibios y delicados; como siempre.

Flyin' high, touchin' the sky | Sammy WilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora