Maratón 1/?
-Esto es tan hermoso.-Habíamos llegado a las dichosas cataratas, eran simplemente impresionantes, hermosas y había un clima estupendo.
-Hay demasiados zancudos.-Desde que llegamos Sam decía lo mismo; que los zancudos no lo dejaban en paz.
-¿Podrías dejar de ser un gruñón?.-Le pregunté riendo, él negó mientras se rascaba un brazo, pero parecía que se lo iba a trozar.
-Tu estuvieras igual sí te hubieran picado como diez zancudos a al vez.-Negué riendo y tomé una foto de él rascando su braso.
-¿Quieres repelente?.-Su mirada enojada me dio aún más risa, como ambos estábamos parados, Gilinsky pasó a nuestro lado viéndonos, ¿con algo de asco?.
-Hasta ahora me lo dices.-Sam se dio cuenta de la mirada de Gilinsky y lo siguió con la mirada mientras respondía.
-Oye, dejalo.-Tomé su barbilla para que me viera a mi y dejará a Gilinsky.
-Desde que pasó aquello, no me dirije la palabra, no tienes ni idea de como me siento.-Me sentía más mal yo que él.
-Todo es por mi culpa.-Le dije agachando la mirada, sentí que se acercó y me tomó de la barbilla para que lo mirara.
-No es verdad.-Susurró muy cerca de mis labios.
-Sabes que si.-También susurré, sus labios estaban demasiado cerca de los míos y estaba a punto de besarlos, pero Nate llegó y lo jaló de la camiseta.
-Aquí no, por favor.-Sam río sin ganas y algo molesto, Nate me abrazó para guiarme por el camino mientras Sam iba detrás de nosotros hablando con Stew.
-Nate, no es justo.-Le dije tratando de separarme de él.
-¿Qué no es justo?.-Preguntó haciéndose el inocente.
-Lo que haces, tu muy bien sabes que me gusta Sam.-Le dije, él me miró serio.
-¿Has visto a Jack?.-Preguntó irónico.-Los dos son de mis mejores amigos, Cami, no me gusta verlos mal.-Tenía razón, Jack estaba así por mi culpa y tenía un gran resentimiento en contra de Sam por mi culpa.
-Hablaré con Jack.-Susurré, lo decía para mi misma, pero mi hermano escuchó.
-No creo que él quiera hacerlo.-Negó, ¿Jack me tenía tanto odio?.-Camila eres una chica que le gusta estar bien con todo el mundo, pero eso es imposible hermana.
-No quiero estar mal con Jack, es mi amigo.-Bufé triste.-Y tampoco quiero que él esté mal con Sam.-Agregué.
-Jack te pedirá que te alejes de Sam, ¿estás dispuesta a hacer eso por Jack?.-¡No, no y no!, gritaba mi subconsciente.
-No lo sé.-Claro que lo sabía y la respuesta era un claro; ¡NO!.
-Pues él querrá escuchar un si.-Nate sabía demasiadas cosas de Jack, lo que Jack quería y sentía.
-Entonces, ¿yo le gustaba a Jack?.-Le pregunté, él asintió.
-Si, y su mejor amigo le arrebató a la chica que le gustaba.-Se refería a Sam.
-Fui una tonta.-Nate río dándome la razón.
Yo había causado todo esté rollo. Yo primero le había dicho que si a Jack, después lo mandé a la mierda y me puse con Sam. Yo había hecho que ellos dos se pelearan y no se hablaran, ahora Jack me odiaba a mi y a Sam, yo quería arreglar las cosas con Jack, pero Jack me diría que dejara a Sam, cosa que no haría, entonces Jack seguiría enojado conmigo y jamás volveríamos a ser amigos y todo por mi maldita culpa.
-Lo eres.-Escuché a Nate, le di un leve golpe y seguimos caminando.
Nos páramos frente a la catarata, seguía escuchando como Sam se quejaba de los zancudos mientras que tomaba fotos.
Bryant nos había acompañado y me pidió que tomara algunas fotos de los chicos en la catarata.
-Jack, ¿podrías hacerte más a la izquierda, por favor?.-Le pedí a Gilinsky moviendo mi mano hacia la izquierda.
-No, me gusta éste lugar.-Dijo firme y serio, miré a Nate y él me miró como diciendo: ‘te lo dije’, idiota.
-Está bien, Andrea muevete un poco hacía acá.-Andrea me obedeció y se colocó junto con Jack, tomé la foto.
Bryant me pidió que les tomara más fotos sin que ellos se dieran cuenta, pero todos se dieron cuenta y simulaban que no, aunque en todas salían posando.
-Necesitamos una foto juntos.-Estaba tomando fotos a la catarata cuando Sam me abrazó por la espalda y me susurró al oído.
-Tienes razón.-Le susurré de vuelta.
-Tengo una sorpresa para ti en cuento volvamos a Omaha.-Seguíamos en la misma posición.
-¿Enserio? ¿Y porqué tengo que esperar tanto?.-Me giré quedando frente a él.
-Porque soy malo.-Su voz seductora hizo que riera un poco y acariciara sus brazos.
-Aún no me has dicho porque te dicen daddy.-Él río y elevó una ceja.
-¿Quieres saber?.-Preguntó coqueto, asentí.-Tendríamos que irnos al hotel ahora mismo.-Ok, ya se a donde va esto.
-Me lo dices más tarde.-Le guiñe un ojo y me deshice de su agarre, seguí caminando detrás del grupo y después sentí sus manos en mi cadera y mis pies en el aire.
-Aún no me has dado mi beso.-Dijo, sonreí.
Sentí de nuevo mis pies en el suelo y sus manos en mi cadera, coloqué mis manos en su cuello y él me pegó más a él. Sus labios buscaron los míos, yo no era capaz de moverme, no sabía el porque.
Sentí sus labios sobre los míos, tibios y delicados; como siempre.