Treinta y nueve.

4.8K 316 25
                                    

-¿Lista?.-Jamas en mi vida pensé que Nate me enseñara a fumar marihuana, nunca. Digo, es mi hermano y se supone que él debería de decirme que eso es malo y que jamas lo haga, pero no; aquí estamos, él y yo con un cigarro de mota entre las manos.

-No, aún no.-Le dije con la mirada fija en el rollito de papel, mis manos temblaban. Tenia miedo, y no se porque.

-Piensa que es un cigarro normal, no hay nada que temer.-Dijo colocando su mano sobre la mía.

-Nunca he fumado, Nate.-Le dije y era la verdad, nunca había probado un cigarro, o alcohol.

-Creo que eso de ser niña mala no te va muy bien.-Dijo con desaprobación, negué.

-No quiero ser una niña mala, sólo quiero probar cosas nuevas.-Expliqué, pues esa era la verdad.-Y no creo que ponerme high, sea una de ellas.-Le mostré el rollito.

-No te pones high, eso depende de cuantas caladas le des.-Explicó, reí.

-Está bien, aquí vamos.-Asentí temerosa y él se acerco a encender mi cigarrillo.

Estaba encendido, tenía que darle una calada, tenía que hacerlo. ¿Qué tan malo podía ser probar una vez? Porque sólo sería una, lo prometo.

Nate me miro serio, me acerque el cigarro y lo coloque en mi boca, inhale un poco y todo el humo se fue a mis fosas nasales y a mi garganta, ¿qué mierdas?, comencé a toser, Nate rió y eso me hizo reír; que mi hermano ser riera de mi.

-Eres una boba.-Dijo riendo y exhalando el humo, eso se veía cool.

-Pensé que esto de metía por la nariz.-Le dije, volví a darle una calada, pero ésta vez si exhale el humo.

-Eso si que no, ese tipo de cosas no.-Dijo serio y volvió a pegarle una calada a su cigarrillo, me acomode mejor en el sillón y le di otra calada; iba mejorando en esto.

Pasamos como unos diez minutos, quizás mas, con el cigarrillo, después comenzamos a conversar temas sin sentido. Pensé que fumar hacia que te viajaras muy lejos, pero la verdad es que no, de hecho me sentía muy bien, me sentía aliviada, sin problemas y con ganas de bailar.

-Tenemos que ir a una fiesta, ayer me prometiste una y no fuimos.-Mientras Nate y yo caminábamos hacia la piscina del hotel le iba lloriqueando para ir a una fiesta. ¡YO QUIERO FIESTA!.

-Sam está trabajando en eso.-Dijo en tono militar, Nate es un raro.

-Genial, ustedes siempre eligen las mejores fiestas.-Lo abrace de lado y fue entonces cuando llegamos con los chicos a la piscina.

La tarde llego y junto con ella el so desapareció, era hora de ir a la fiesta que Sam había conseguido. Como no tenia nada decente para las tipos de fiestas que Sam conseguía, le pedí algo a Andrea.

Entre al baño junto con la ropa de Andrea, me di una rápida ducha para envolverme en la toalla y vestirme. Me encreme todo el cuerpo y mire la ropa de Andrea por un momento, no estaba lista para ser una cualquiera en una fiesta de desconocidos, y menos sabiendo que Sam y Gilinsky iban a andar ahí, pero ¿saben que? Sam y Jack se lo merecen, merecen saber que puedo jugar mejor. 

No tenia muy bien planeada mi táctica, pero seria fácil; beber algo, fumar, bailar con desconocidos y, ¿por qué no?, besarlos, claro supervisando que Sam me estuviera viendo.

Me puse el crop top negro, los shorts de tiro alto, también negros y me mire al espejo, me sentía rara, me veía rara. Ese no era mi estilo. Salí del baño aun con una toalla en mi cabello y Andrea me miro con una ceja levantada.

-¿Tengo algo?.-Le pregunté algo sarcástica y nerviosa.

-No.-Respondió dudosa.

-¿Cómo me veo?.-Me di la vuelta para verme al espejo, ella se rasco el cabello.

-Como una puta fina.-Rió, reí un poco y la mire mal, en el buen sentido.-pero te ves bien.-Trato de componer.

-¿Me veo bien?.-Le pregunte apunto de sacar una risa.

-Te ves bien, sólo que te ves rara.-Dijo, tenia razón. No me veía mal, sólo me veía rara.

Después de que Andrea estuviera lista, todos salimos en la van del tour hacia la fiesta. Iba algo nerviosa, me estaba echando para atrás. Cameron se sentó junto a mi y estaba decidida a empezar con algo, con Cameron, un poco de coqueteo no vendría mal.

-Hace un poco de calor, ¿podrías bajar la ventana?.-Le pregunte echándome aire con la mano.

-Creo que estas así por como vienes vestida.-Dijo él y bajó el vidrio. Bien, Cameron estaba de mi lado.

-Quizás porque vengo a tu lado.-Le dije guiñándole un ojo, él rió un poco, al igual que Nash.

-A mi también me estaba dando algo de calor, verte en shorts no es bueno, Camila.-Agrego Nash, genial esto me estaba saliendo bien.

-¿Me veo mal?.-Le pregunte con un tono inocente y..así como hablan las chicas al momento de coquetear.

-Para nada, te ves muy sexy.-Dijo y reímos, mire a Sam, pero sólo le veía la espalda y no sabia que expresión tenia.

Como siempre la fiesta estaba a todo lo que da, Cameron me ayudo a bajar del auto y abrazada de su brazo entramos a la fiesta.

Cameron, Nate, Sam y yo caminamos a la barra, Nate pidió por mi, pues según él me quería cuidar. Me tome el shot y al barman le pedí otro, éste vio a Nate y mi hermano asintió.

Después de unos ¿10, 15? shots, me sentía algo mareada, pedí un vaso de agua y me lo tome de un solo trago; también estaba sedienta. Nate había ido a bailar con alguien, Cameron estaba en el baño y Sam, ¿Sam? ¿A quien chingados le importa Sam?. Comencé a caminar para tratar de encontrar a alguien de los chicos o la salida, lo que encontrara primero.

-¡Oye, oye!.-Había visto la salida, pero alguien me toco el hombro llamándome.

-¿Qué?.-Le pregunté a la rubia, ella sonrió.

-¿Quieres jugar?.-Preguntó y señalo a una mesa detrás de ella.

-¿Jugar?.-Pregunte, ¿jugar? ¿qué clase de juegos?.

-Si, mira es muy fácil.-Me tomo de la mano y me condujo hasta la mesa, en esta había varias personas; incluyendo chicas y chicos.-Se llama nunca, ello dicen algo que han hecho y si tu nunca lo has hecho tienes que quirate un prenda o entrar con alguno al closet.-Explico, mire a todos en la mesa y asentí.

-Nunca me he tirado de un paracaídas.-Dijo el primer chico. Pensé por un rato, yo nunca me había tirado de un paracaídas. Muchas chicas y chicos se quitaron la camiseta, excepto la rubia del principio; ella se quito la falda dejando ver su tanja roja. Estaba a punto de quitarme el top, pero una mano me levanto del brazo jalandome lejos.

-Suéltame.-Le dije al chico que me arrastraba de un brazo, él negó y apretó más su agarre. Nos llevo para afuera mientras yo forcejeaba para que me soltara.

-¿Qué demonios pensabas hacer?.-Rodé los ojos, obvio; era el idiota de Sam.

-Estaba jugando Sam, ¿no sabes lo que es jugar?.-Le pregunte obvia, él me miraba serio y endechado, lo podía ver por su ceño fruncido.

-No debes de jugar ese tipo de cosas.-Dijo cruzándose de brazos.

-¿Quien eres? ¿Mi papá? lo dudo.-Le dije, enserio estaba borracha.

-No, pero que no sea tu papá no me quita el derecho de sacarte de ese rollo en el que estabas metida, te ibas a desvestir frente a tipejos.-Señalo la casa, rodé los ojos de nuevo.

-Sam, idiota e ingenuo Sam, tu y yo desde ayer no somos nada, así que lo que haga o no, no te incumbe.-Le di mi mejor y falsa sonrisa para después irme de ahí dejándolo con la boca abierta y con la mirada en mi.


Flyin' high, touchin' the sky | Sammy WilkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora