Law x Reader +18

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Rápidamente Law se puso de pie, sosteniendo su muñeca con algo de fuerza. Antes que la chica pudiera decir algo, el joven la tomó de su mentón y besó con fogosidad, desesperado por volver a sentir sus suaves y dulces labios... Sí, podía ser molesta a veces, pero la amaba con locura, hasta el punto de plantearse huir con ella... Lejos, donde nadie nunca pudiese separarlos.

Abrazándola contra sí mismo, comenzó a retroceder con torpeza hacia su escritorio, buscando a tientas su sillón con la mano hasta finalmente encontrarlo, dejándose caer sentado sobre este con ___ en sus piernas, aún sin separar sus labios. Sus manos, impacientes y desesperadas por aquel cálido contacto humano, acariciaban con devoción sus voluptuosos muslos. Los dedos de la chica, se aferraban a las ropas del mayor, arrugándolas por la creciente excitación.

—(Law... Me volviste adicta a ti...) —Pensó para sus adentros la joven.

Poco a poco, la ropa fue siendo apartada o directamente lanzada al otro lado de la habitación, hasta dejar a la chica en prendas interiores y al médico tan sólo con los pantalones abiertos, dejando a la vista su erección. El cuello de ___ estaba decorado con marcas rojizas provocadas por la boca Law, además de alguna que otra mordida nueva que sobresalía por sobre las antiguas. La espalda del doctor tenían marcas de arañazos; antiguos encuentros apasionados de la pareja.

Los dos jóvenes se fundieron en un beso largo demandante, donde sus lenguas danzaban con erotismo mientras la chica tomaba el endurecido miembro de su amado mientras lo guiaba a su húmeda entrepierna, para finalmente introducirlo en su cálido y palpitante interior. La habitación fue llenándose poco a poco de suaves gemidos, gruñidos y susurros de eróticas palabras.

—Law... No sabes cuanto te amo... —Gemía suavemente la chica, moviendo sus caderas lentamente, sincronizando su movimiento con el del doctor.

—Y yo a ti, ___-ya... No sabes cuán loco me vuelves... —Gruñía el joven, moviendo sus caderas, profundizando aquellos apasionados besos que su miembro le daba en el interior a su amada.

¿Qué haría sin ella? Se preguntaba el joven mientras observaba embelesado a la mujer que lo obsesionaba tanto. Sus pechos rebotaban ligeramente cada vez que descendía sobre la virilidad de su amado, el sudor que perlaba su cuerpo la hacía brillar ante la luz nocturna de la luna, sus cabellos ___ (c/c) parecían danzar sobre sus hombros, sus ojos ___ (c/o) permanecían ocultos tras esos hermosos párpados decorados con sus finas pestañas.

—(Una obra de arte de la naturaleza...) —Pensó el joven doctor mientras la observaba.

Sabía que no era perfecta... Ante los ojos de cualquiera, ella era una mujer bastante normal, promedio, corriente... Pero para él, ella era la mujer más hermosa y sexy que nunca antes había visto. Alguien que le hacía sacar lo mejor de sí mismo, incluso cuando sentía que no podía seguir avanzando, ya fuese en su trabajo o en su hogar... Ella siempre estuvo allí para él.

—(Nos iremos juntos si no te aceptan, mi ___-ya...) —Juró en su corazón Law, observando su hermoso rostro.

Poco a poco los movimientos comenzaron a hacerse más rápidos y bruscos; ambos buscaban llegar a aquel paraíso del placer que solo ellos lograban dar al contrario... Law nunca había tenido una experiencia tan maravillosa hasta que conoció a ___... Y lo mismo con ella. La habitación se llenó de gruñidos, gemidos y susurros de amor entrecortados por sus jadeos.

Finalmente, llegaron al éxtasis, rozando el paraíso con los dedos. ___ sentía cómo su interior iba llenándose de gran calidez, mientras que el joven expulsaba su semilla, abrazando contra su pecho a su amada. Sin duda, esa era la mejor forma de terminar una semana agotadora y pesada... Haciéndole el amor a la mujer que lo completaba.

Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTSOnde histórias criam vida. Descubra agora