Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTS

Ichiji x Reader

Pedido de vickywakabayashi

Es un nuevo día... Común y corriente que no se diferencia de los pasados ni pareciera advertir sobre un posible cambio en el futuro. Y como es costumbre, lo paso en completo solitario, sin encontrarme con mi padre o mis hermanos a menos que sea absolutamente necesario... ¿El entrenamiento? Por algo están los científicos vigilando y los clones siendo creados cada vez más rápido... ¿Cómo tendríamos sacos de arena decentes sin ellos? ...Bueno, antes teníamos uno, pero ya no está y dudo mucho que vuelva.

"Sanji". El nombre de nuestro fracaso de hermano y antiguo saco de arena. A diferencia de nosotros, siempre fue un débil sin razón de existir ni respirar, más que para divertirnos a Yonji, a Niji y a mí. Hace no mucho tiempo volvimos a encontrarnos, sólo que esta vez él ya había crecido y, aunque odie admitirlo, se ha vuelto bastante fuerte... Y eso que no usó su Raid Suit como nosotros.

Nuestro encuentro no fue agradable para nadie, sólo lo necesitábamos para que se casara con una de las hijas de Big Mom y conseguir una alianza que nuestro padre deseaba. Todo terminó por descubrirse como traición y un intento de asesinato que acabó con nosotros huyendo del territorio en completa derrota y despidiéndonos definitivamente de aquel que alguna vez consideré tan sólo un débil patético e inútil.

—Permiso, Ichiji-sama.— Oigo una voz al otro lado de la puerta. Es suave.— Vengo a dejarle la cena.

Sin tener que esperar alguna respuesta por mi parte, la puerta es abierta e ingresa una joven de cabellos ___ (c/c) y ojos ___ (c/o) portando una bandeja plateada en sus pequeñas manos. Como de costumbre, se desplaza con un fantasmal silencio por el cuarto, dejando en la mesa el plato junto a un vaso de cristal y una botella de mi licor favorito: Whisky.

—La cena de hoy es carne de rey marino, sazonada con sal de las profundidades del océano, tomates de los huertos de Mary Geoise, como postre hay fresas de la plantación exclusiva de Ichiji-sama y, para beber, el mejor Whisky del nuevo mundo. Por favor disfrute.— Sin decir más, quita la tapa del plato, revelando la comida que señaló y retrocediendo algunos pasos, quedando cerca de la ventana.

Igual que siempre... Nada cambia de un día y de otro. Todo es igual, excepto por la comida... Su presencia, sus pasos, sus palabras, el contenido del vaso, su silencio al esperar a que termine y su actitud... No existen diferencias... Puede pasar horas completa allí, de pie, esperando a que termine o le de la orden de retirarse si es que no se lo he permitido antes. Pero lo más insoportable de ella... Lo que me obliga a pensar en ___ cada vez que abro los ojos... Es su maldita actitud.

—(Siempre usando una puta máscara para ocultar su naturaleza...)— Gruño furioso para mis adentros, comiendo sin decir palabra alguna.

Al principio creí que ella era como todas las demás sirvientas de aquí. Mismas ratas asustadizas que no pueden hacer nada más que obedecer y callar, incluso si eso significa morir... Personas sin valor ni utilidad alguna más que divertir a mis hermanos cuando desean descargarse, ya sea de forma sexual o violenta, como fue el caso de esa mujer a la que Niji golpeó cuando Sanji intentó ayudarla.

—(No entiendo cómo es que es tan...) ¡Tsk!— Chasqueo mi lengua molesto, llamando su atención. Aún así, ella se mantiene quieta en su posición.

Lo que más me da rabia es saber que no puedo dejar de pensar en ella, no importa qué haga... De alguna forma vuelve a mi cabeza, apareciendo en cada idea que tengo... ¡Incluso cuando esos bastardos de la familia Charlotte iban a matarnos, lo único que pensé fue en ella! ¡Dije que no me importaba morir, pero por dentro imploraba ser salvado, como el patético de Judge en ese momento!

Aún recuerdo el momento en que volvimos de Totto Land... Estábamos hechos mierda, casi de forma literal. Todos habíamos sido heridos de alguna forma... Desde arañazos menores hasta hemorragias y huesos rotos. Podría decirse que sobrevivimos de suerte o intervención divina... ¡¿Cómo demonios podía ser que Germa 66, el máximo reino militar volviese de una estúpida boda con su familia real prácticamente reducida a añicos?!

—Maldita sea...— Suelto de la nada, mi plato se encuentra totalmente vacío.

—¿De nuevo carcomiéndose la cabeza con lo ocurrido en Totto Land?— La fulmino con la mirada. Ella ni se inmuta.

—No te di permiso de hablar, ___.— Pronuncio su nombre con agrado y odio a la vez. Esa palabra... "___"... Es como tener un sabor agrio y dulce en la boca... Me gusta y lo detesto con todo mi ser.

—Entonces me llevaré su plato y me retiraré.

Tomo mi plato y lo lanzo hacia su rostro con fuerza, deseando que se estrelle en esa cara de indiferencia que muestra siempre en mi presencia... Y se repite lo mismo de todos los días. Éste se rompe en miles de pedazos apenas choca contra el frío metal de la bandeja, la cual ella usó para cubrir su cabeza con sólo una mano.

—Le repito, Ichiji-sama... Los platos no son infinitos. Ni siquiera en este reino.— Dice con total calma, acomodando la bandeja entre sus manos.— Iré a por una escoba para limpiar este desorden.— Se marcha.

Quedo a solas con mis pensamientos, observando con furia el plato destrozado. No importa qué haga, siempre va un paso delante de todos nosotros... Parece la misma maldita inútil que las demás... Aunque es valiente... MUY valiente y fuerte. No sé en qué ratos lo hace... Pero sé que entrena. Es capaz de defenderse bastante bien de mí o mis hermanos, hasta el punto de llegar a provocarnos algo de daño... (Lo cual es mucho hablar, tomando en cuenta que es una humana normal).

—¿Pudiste darle esta vez?— Se asoma Niji por la puerta, cruzando sus brazos y sonriendo con burla.

—De nuevo usó la bandeja para bloquear.— Suelta una risa que me molesta hasta el alma.

—Yonji tiene planeado usar el Raid Suit para enseñarle una lección. Que aprenda que nadie se mete con nosotros.

—No.— Me mira un tanto sorprendido por mi respuesta negativa.— Soy el más fuerte de nosotros tres... Yo me encargaré de hacerle lamentar haber nacido.— Sonrío con cinismo, a lo cual Niji ríe nuevamente y se retira, deseándome buena suerte.

Sí... Eso es... No puedo dejar que nadie más se le acerque... Ella es mía. Mi sirvienta y la persona que ha llamado mi atención. Si es necesario matar a Niji, Yonji o incluso Judge, lo haré sin remordimientos ni dudas... No dejaré que nadie le ponga un solo dedo encima. Aunque odie aceptarlo, tengo claro que he desarrollado sentimientos hacia ella... Y no dejaré que nadie se interponga entre nosotros.

Que sus ojos solo me vean a mí, que sus oídos solo oigan mi voz, que su fragancia sea sólo sentida por mí, que sus palabras no sean para nadie más que para mí, que su mente piense en mí siempre, tal y como la mía lo hace con ella... Que este extraño y nuevo sentimiento crezca como una enredadera y que la ate a mí para que jamás nos separemos... Que este tóxico sentimiento de pertenencia y dueño se vuelva más que ello... Y se vuelva una dulce obsesión que nos desespere con la lejanía del otro...

—(Tengo una cosa muy clara, ___... Me aseguraré que me desees tanto como yo te deseo cada segundo de mi maldita existencia.)

FIN

Lu: Le rezo al dios de lo que sea para que termine esto...

Luke: ¿La cuarentena?

Lu: ¡Sí! ¡Necesito que esto termine de una vez!

Luke: Y ahora que está prohibido quieres salir... ¿Qué demonios te pasa?

Lu: ¡Estar encerrada con todos aquí es un infierno! ¡¿Sabes cuántas veces he tenido que destapar el inodoro?! ¡¿SABES?!

Luke: Sí. Llevo la cuenta... Y tendrás que seguir. Aún no terminamos de cobrarte por obligarme a hacer yaoi con quien se te ocurra.

Lu: Espera a que esto se acabe... Me aseguraré que te revienten el culo por jodido.

Luke: ¡Teach! ¡El baño está desocupado! ¡Asegúrate de taparlo bien!

Lu: ¡HIJO DE PUTA!