Mihawk x Reader

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Para LYS952

¿Han oído alguna vez la historia sobre la grulla que se enamoró de un humano y decidió pasar el resto de su vida a su lado? ...Bueno... No es del todo cierta... Les contaré la verdad.

Hace mucho tiempo, un halcón que volaba libremente por todo el mundo fue herido en una de sus alas por un cazador que deseaba encerrarle y convertirlo en su mascota, como un pequeño canario a quien se le ha privado de surcar los cielos sin límite alguno... Pero el ave siguió con su camino, desesperado por no verse atrapado en una jaula como entretenimiento de los demás.

Usando sus últimas fuerzas, planeó hasta una isla oscura, sin más habitantes que babuinos armados que paseaban por los bosques cercanos a un enorme castillo, cuyas paredes blancas parecían carecer de luz o color por el permanente cielo nocturno, donde no existía un sol que iluminase el suelo.

El ave, incapaz de seguir manteniéndose en el aire por su herida, cayó fuertemente al piso, lastimándose aún más mientras su pequeño cuerpo rebotaba y daba vueltas hasta quedarse quieto, víctima del dolor físico y el agotamiento, pues había estado volando por más de dos horas después de recibir el impacto. Los babuinos, interesados por aquella criatura foránea se acercaron rápidamente; al ver que se trataba de un simple pájaro, tomaron sus espadas, listos para matarlo y comerlo...

Pero de la nada, un hombre salió de entre las sombras de los árboles, con sus ojos amarillos brillando con fuerza en la oscuridad que le rodeaba, de su cuello colgaba un extraño collar con una cruz de madera atada al final de éste y su camisa blanca parecía resplandecer entre la negrura del paisaje. Los babuinos se apartaron rápidamente de su camino, dejando la vía libre entre el hombre y el halcón que apenas permanecía consciente sobre lo que le rodeaba.

Lentamente, el hombre se acercó al animal herido; los babuinos, dando por perdida su presa, se dispersaron; sabían que esa persona les haría daño si intentaban atacarlo, incluso estando "desarmado".

El ave abrió sus ojos a duras penas, luchando internamente para mantenerse consciente... Para mantenerse con vida. En ese momento, sus miradas se encontraron y hablaron sin usar palabras... Tan sólo el silencio de sus corazones. Segundos después, el halcón cayó inconsciente entre los brazos del hombre, sabiendo que ya no corría peligro alguno en ese lugar tan tétrico y oscuro.

Grande fue la sorpresa del hombre al descubrir que el halcón no era realmente aquello, pues al perder la consciencia, el animal se transformó en una hermosa mujer de cabellos ___ (c/c). Su cuerpo parecía ser tan liviano como el de una pluma, pero no todo estaba bien: Su brazo tenía una herida realmente fea y profunda, justo en el lugar donde su ala había sido lastimada, además de varios hematomas por la fuerte caída.

Cuando la chica despertó, lo primero que logró ver fue un gran techo blanco que se alzaba a varios metros sobre su cabeza. Lentamente se sentó en el colchón donde descansaba, deteniéndose y quejándose al sentir una fuerte punzada en su brazo lastimado... La herida había desaparecido bajo una gran cantidad de vendas blancas como la nieve.

—Veo que por fin has despertado.— Dijo una voz grave pero suave que inundó de eco la gran habitación.

—¿Dónde estoy...?— Preguntó la mujer de ojos ___ (c/o), fijando su mirada en el desconocido que le había salvado la vida.

—En el castillo de la isla Kuraigana, mi actual hogar.

—Hace... Hace poco hubo una guerra aquí...— Respondió la chica, observando directamente a los ojos amarillos de aquel hombre.

—Ya no queda nadie más que yo y los babuinos. El resto de los habitantes murieron por la guerra o los animales.— La conversación terminó en aquel momento, dejándolos en silencio.

El tiempo fue pasando con lentitud y poco a poco se fueron conociendo mejor, las heridas de la chica fueron cerrando lentamente. A veces se quedaba a solas en el castillo durante semanas, cuando aquel hombre se hacía a la mar para ocupar su lugar como uno de los siete guerreros del mar... Pero cuando éste se encontraba en la isla, pasaban bastante tiempo juntos, disfrutando en silencio de su mutua compañía y aprendiendo más cosas sobre el otro.

Sin darse cuenta, los sentimientos comenzaron a aflorar entre ambos... El hombre empezó a enseñarle a la chica cómo volar nuevamente, pues el tiempo que permaneció con el ala herida fue demasiado, hasta el punto de hacerle olvidar cómo surcar libremente por los cielos. Ella y sus sonrisas amables le dieron a la oscura isla un pequeño rayo de luz que él disfrutaba de observar siempre.

Finalmente la chica pudo volver a emprender su vuelo y decidió acompañar al hombre de ojos amarillos en sus viajes, transformada en un halcón que surcaría los cielos para sentir la libertad que solo las aves han podido disfrutar y avisarle cada vez que algo peligroso se dirigiera hacia ellos.

Pasaron los meses y sus sentimientos se descubrieron, siendo ambos correspondidos y sus corazones sintiendo la inmensa alegría de una cálida compañía que duraría por siempre... O eso creían...

Sin embargo, una noche tormentosa terminó con sus sueños y esperanzas. El viento sopló con fuerza, tambaleando violentamente su balsa negra y provocando que la hermosa chica de cabellos ___ (c/c) cayera al mar, hundiéndose en sus profundidades sin oportunidades de salir a flote nuevamente... El hombre se lanzó tras ella, desesperado por alcanzarla... Pero esta vez no pudo salvarla. La oscuridad del océano la rodeó completamente, arrebatándosela para siempre...

Tras su pérdida, el hombre viajó por el mundo en busca de la fruta del diablo que ella había comido... Para convertir aquel último vestigio de ella en su mayor tesoro, el cual cuidaría con su vida... Pero lo encontró demasiado tarde, había sido comida por un hombre llamado "Pell" en el reino de Arabasta, por lo que terminó por renunciar a ese deseo que, hiciera lo que hiciera, no le devolvería a su amada.

Y así termina la historia de la mujer halcón y el hombre solitario de ojos amarillos... Un relato donde no existió un final feliz ni un reencuentro deseado. Ustedes podrían preguntarse cómo es que puedo afirmarlo... Y eso es porque ese hombre que la chica de ojos ___ (c/o) conoció en aquella isla oscura...

Fui yo.

Perdí a mi amada ___ en una noche tormentosa, cuando viajábamos siendo libres por el mar... La libertad es hermosa, pero tiene a veces un precio demasiado alto a pagar. No pienso en el suicidio ni dejar que me maten fácilmente porque sé que ella no querría que me diese por vencido fácilmente.

Lo único que hago ahora mismo es mantenerme sentado en mi balsa en forma de ataúd, temblando ligeramente por la emoción de saber que tendré que luchar por mi vida contra las personas a quienes ayudé alguna vez. Si he de morir, lo haré luchando... Y si mis párpados se cierran para siempre, mis últimos pensamientos no serán de miedo o furia, sino alegría porque volveré a esta junto a la mujer que tanto amé... Mi amada chica de cabellos ___ (c/c) y ojos ___ (c/o) que me alegró la vida...

—(No te preocupes, ___... Lucharé hasta el final... Porque tú ves el mundo a través de mis ojos... Y seguiré recordándote para que jamás mueras...)

FIN

Luke: Así que las palabras de Hirulurk.

Lu: Maso

Luke: Plagiadora.

Lu: No. Plagio es copiar algo y alegar que es de mi pertenencia. Yo solo hice una referencia.

Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTSWhere stories live. Discover now