Ace x Reader +18

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Pedido de starnight125 (21 de Noviembre del 2021)


—¡Ace ha vuelto! —Gritó un mercader mientras abría la puerta de la taberna de par en par, llamando la atención de los presentes.

—¡¿Ha vuelto?! —Gritaron emocionados la mayoría de los presentes, prácticamente sonriendo alegres e impacientes.

Sin esperar a que el recién llegado respondiera, los clientes de la taberna salieron corriendo al encuentro del pelinegro, dejando el interior casi vacío, a excepción de algunos otros caballeros y aventureros que no sentían apreciación por el pecoso o simplemente se lo habían encontrado demasiadas veces como para que ahora les fuera algo relevante.

—Volvió por fin... —Susurró la tabernera mientras suspiraba aliviada, sintiendo que un gran peso se soltaba de sus hombros.

—Parece que estabas preocupada, ___-chan. —Rápidamente se enderezó la peli___ (c/c), sonrojándose ante el comentario burlesco de su amiga.

—¡Qué cosas dices, Nami! ¡Ace es un gran cliente de este lugar, por eso me alegro de que volviera! —Intentó excusarse la joven, apartando ligeramente la mirada al observar la sonrisa pícara de la pelinaranja.

—"Ace". —Dijo, provocando que ___ se sonrojara aún más.

—¡El caballero de fuego! —Rápidamente se corrigió ___.

—Eso creí escuchar. —Dándose la vuelta, la mesera volvió a atender a los clientes que aún se encontraban reunidos en la taberna.

___ llevaba toda su vida trabajando en aquel lugar, desde que lo heredó de sus padres... Y ahora debía hacerse cargo de la taberna casi completamente sola, pues ella era la única que había quedado para mantener el negocio tras la muerte de ellos.
Al principio las cosas fueron muy difíciles, apenas llegaban clientes que realmente estuvieran dispuestos a pagar y no terminaran escapando ni bien terminasen de comer... Hasta que, una tarde, un apuesto y joven caballero se pasó por aquel lugar y probó todo lo que había disponible... Y salió corriendo, con la promesa de pagar la próxima vez; lo que cumplió.

—(Para ese entonces, aún no era conocido...) —Sonrió ligeramente ___ mientras comenzaba a preparar un postre.

Con el paso del tiempo, el pelinegro comenzó a frecuentar la taberna, celebrando sus victorias, ahogando en alcohol sus derrotas o simplemente cuando se encontraba de paso. Y, aunque se encontrase en una mala situación, siempre llegaba con una sonrisa y animaba el rostro y corazón de la joven tabernera. Poco a poco se hicieron amigos, hasta que ___ no pudo negar en su cabeza que había desarrollado sentimientos por el pecoso.

—(Es normal que venga a menudo... La comida es buena... Es un ambiente agradable... Y nos encontramos en un camino concurrido que lleva a varios territorios...) —A pesar de que mucha gente le decía a ___ que la mayoría de los clientes volvían por su amistosa y amable actitud, ella se negaba a creerles... No se permitía aceptar ningún complemento de nadie, no por humildad, sino porque genuinamente creía que se lo decían por pena o burla.

Las puertas se abrieron de par en par, revelando a un apuesto joven pelinegro y pecoso que avanzaba riendo junto a los clientes que habían salido a recibirlo. Su armadura brillaba ante las velas de los candelabros; su espada, siempre envainada, se encontraba en su cadera gracias al cinto que la mantenía en su lugar, además de la mano del chico que se apoyaba en la empuñadura, evitando que alguien pudiera quitársela en un descuido o si surgiera una batalla en medio de la taberna.

—¡Debieron ver cómo escupía fuego ese dragón! ¡Si no hubiera sido por mi capa de escamas, me habría rostizado vivo! —Rio alegremente el caballero, aquella prenda que acababa de mencionar se mecía al caminar, provocando que las escamas de ésta brillasen elegantemente, como si confirmaran lo que acababa de decir el dueño de la prenda. —¿Oh? ¡___, tanto tiempo!

Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora