Crocodile x Reader

3.1K 208 48
                                    

Pedido de Naka_Chingu

Camino por el gran casino "Rain Dinners", utilizando mi traje de bailarina del desierto mientras sirvo el alcohol a los visitantes y guío a los nuevos turistas que vienen a apostar y, seguramente, a perder. Al principio me sentía incómoda trabajando en un lugar así, pero con el paso del tiempo me he sentido bastante a gusto. Tengo un horario flexible que me permite llevar una vida tranquila.

—¡Más alcohol, muñeca! —Grita un apostador ebrio.

—¡Voy! —Suspiro mentalmente ante aquel apodo.

Ningún trabajo es perfecto y este definitivamente no es la excepción. De vez en cuando hay clientes que intentan pasarse un poco con sus palabras o manos, pero mi jefe se toma muy en serio este tipo de situaciones, especialmente si me veo involucrada en alguna de ellas... Supongo que es porque soy... Bueno, ahora que lo pienso, no soy nueva ni muy antigua como otras chicas... ¿Por qué se preocupa tanto cuando se trata de algo relacionado a mí?

—Aquí tiene, señor. —Cada vez que hablo, el velo de mi rostro se mueve ligeramente.

—Gracias, belleza. —Observo que una de sus manos se acerca peligrosamente a mi cuerpo. Antes que pueda reaccionar, el establecimiento tiembla con fuerza.

—¡Que todo el mundo levante sus manos! —Oigo a la gente comenzar a gritar, así como compañeras mías corriendo en mi dirección para esconderse.

—¡¿Qué pasa?! —Detengo a una de mis compañeras, que me mira aterrada. —¡¿Asaltantes?!

—¡Piratas! —Grita, soltándose de mi agarre y volviendo a correr.

Me paralizo al ver una multitud de clientes corriendo en mi dirección, chocando conmigo y empujándome fuertemente. Intento arrastrarme desesperadamente hacia un de los pilares para evitar que esta marea de personas me arrastre o me hagan caer y pisoteen hasta una muy posible y horrible muerte.

—¡Entreguen todo! —Oigo como las voces gritan cada vez más cerca de mí.

Intento darme la vuelta para correr en dirección a la gente, pero siento que mi falda de bailarina es pisada y, entre los tirones, parte de ésta se rompe, dándome a entender que, si salgo de detrás del pilar, definitivamente caeré al suelo y seré pisoteada. Me aferro con más fuerza a mi escondite, hasta que la gente a mi alrededor se queda quieta.

—¡Tú! —Salto en mi lugar y abro los ojos de golpe, encontrándome de frente con hombre amenazante que lleva una espada en su mano. —¡Dame todo lo que tengas!

—N... No tengo nada... —Digo temblando. De repente recuerdo a mi jefe y un sentimiento de valentía llena mi corazón. —¡No pueden hacer esto! ¡Este establecimiento pertenece al Shichibukai Crocodile! ¡Cuando él llegue y los vea...!

No logro seguir hablando. Una muy fuerte bofetada me derriba, provocando que choque fuertemente con el piso; puedo sentir mi mejilla ardiendo con mas fuerza que nunca... Estoy segura que, incluso, estoy sangrando por culpa de los anillos que lleva puestos en la mano que utilizó para golpearme.

—¡Si vuelves a abrir la boca, voy a...! —Antes que pueda seguir hablando, oigo un ruido extremadamente fuerte. El hombre cae de golpe al piso y veo sangre brotar de un agujero en su cabeza.

Rápidamente me arrastro hasta una de las máquinas del casino, observando aterrorizada cómo se vierte aquel líquido carmesí sobre la alfombra roja del salón. Oigo pasos que se acercan a mí; levanto la mirada, aún sin poder dejar de temblar. Delante mío se encuentra un hombre de gabardina roja con una pistola en la mano y una sonrisa que deja en claro sus intenciones.

Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTSWhere stories live. Discover now