Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTS

Law x Reader +18

Pedido de sugarvillain

—¡¿Dónde demonios estás, ___-ya?!— Pregunto en forma de grito, molesto ante la nula respuesta.

Lo único que resuena a mi alrededor es el eco que se extiende y desaparece en las profundidades del bosque de bambúes. Gruño para mis adentros y avanzo, queriendo encontrar a esa maldita mujer de una vez por todas. Le dí una simple orden ese día... UNA... Y aún así no fue capaz de seguirla como el resto de la tripulación.

—¡Sal de una puta vez, ___-ya!— Vuelvo a gritar, esta vez más enojado.

—¡¿Quieres callarte de una buena vez?! ¡Si sigues gritando, van a terminar por encontrarnos los idiotas que siguen a Kaido!— Veo asomarse a una chica de cabellos ___ (c/c) y profundos ojos ___ (c/o).

Bajo mi voz ligeramente, lo suficiente como para que ella pueda escuchar la gran reprimenda que se merece. Sé que pudo pasar desapercibida gracias a su habilidad, pero subestimar a un enemigo tan peligroso como Kaido o Jack va a terminar provocando su muerte... Y ya tuve suficientes muertes con Lami, mis padres y Cora-san.

—¡¿Por qué demonios no esperaste en Zou como ordené que lo hicieran?!

—¡Deja de quejarte! ¡Fue gracias a que me escabullí que logré conseguir tanta información de los piratas bestia!— Responde, segura que su decisión fue correcta.

—¡Pudieron haberte visto y entonces estarías muerta o sin alguna parte de tu cuerpo!— Respondo, casi al borde de la histeria por la furia.

—¡No soy una mocosa de cinco años, Law! ¡Sé usar lo suficientemente bien mi habilidad como para poder infiltrarme así de fácil!

—¡No estábamos yendo contra Doflamingo esta vez, sino contra un Yonkou! ¡Hay una gran diferencia de peligrosidad!— Ella resopla molesta ante mi respuesta.

Sé que es muy buena infiltrándose gracias a su habilidad: Tori-Tori no mi, modelo colibrí. El poder transformarse en un ave pequeño que viaja a gran velocidad puede ser una gran ayuda, pero no es precisamente normal encontrarse con semejante pájaro metido en un barco... EN MITAD DEL JODIDO OCÉANO.

—Tenían un barril de comida con un agujero, sólo tuve que meterme y esperar a llegar al puerto más cercano.— Responde a una pregunta que jamás hice.

—¿En qué momento saliste?— Suspiro, intentando mantenerme tranquilo.

—¿Cuando entré al barco de Jack? Apenas comenzaron a retirarse después del ataque a Zou. La niebla evitó que me vieran...— La corto antes que logre terminar.

—¿En qué momento te bajaste? Eso te estoy preguntando.

—Ah. Apenas íbamos llegando a Onigashima.— Por poco escupo el agua que estaba bebiendo.— Fue una pesadilla salir de la tormenta... Por poco y me pega un rayo en más de una ocasión.

—¡Maldita sea, ___-ya! ¡¿Por qué mierda hiciste eso?!

—¡Porque tenía que conseguir información! ¡No has parado de hablarnos que querías deshacerte de Kaido apenas acabaras con Doflamingo!

—¡Pero no arriesgando tu vida de esa forma, tonta!— Rápidamente la abrazo, soltando mi espada sin importarme nada más. Ambos nos quedamos así durante un momento... Quietos y en silencio. —Nada valdría la pena si llegara a pasarte algo, ___-ya...— Mi abrazo se hace un tanto más fuerte, sintiendo mis extremidades temblar ligeramente. Sus brazos me rodean, confortándome y transmitiéndome ese cariño único de ella.

—Hey, no pienses en eso... Estoy bien, en serio. No voy a dejar que me maten tan fácil, así que deja de ser tan negativo... O te saldrán más ojeras— Ante esa burla, la tomo del mentón y la beso con fuerza.