Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTS

Zoro x Reader

Pedido de sfcr_12

—¡Separa más tus manos, ___! ¡Así no podrás tomar una Katana correctamente!— Suelto la espada de Kendö, un tanto agotada.

—¡Que no quiero aprender a usar Katanas! ¡Yo usaré ese tipo de espadas como las pesadas!— Lo oigo suspirar.

—¿Esas espadas que parecen no tener filo? No darás más que golpes.

—¡¿Ah, sí?! ¡Entonces toma tus Katanas y demuéstrame que sólo puedo romper huesos!

Antes de dejarle responder, camino hacia mi camarote y saco de un baúl especial una espada con empuñadura de oro e incrustaciones de joyas brillantes como el sol. El filo del metal está en perfectas condiciones, ideal para cortar casi tan bien como una Katana... Es cierto que no está tan afilado pero su peso y el hierro reforzado le da una mayor durabilidad. No dejaré que ese tonto espadachín desprestigie esta espada.

—(Te demostraré que las espadas pesadas valen la pena.)

Salgo de mi habitación con la espada ya desenvainada; el sol se refleja en su hoja como si ésta brillase por luz propia. Oigo una exclamación por parte de Nami al ver el gran rubí de la empuñadura, rodeado por diamantes y zafiros pequeños, sé que ella quiere esas joyas pero no se atrevería a sacarlas porque este es mi tesoro... No sus joyas, sino el arma... Todo esto es mi último recuerdo de mi familia.

—¿En serio quieres pelear?— Noto que me mira incrédulo.

Sin decir nada, tomo el escudo que Usopp acababa de arreglar. Liso como siempre... Ni siquiera puedo ver una abolladura o raya de los últimos enfrentamientos contra enemigos y contra Zoro. Ese mentiroso realmente es bueno trabajando los materiales en general... Desde madera hasta metales.

—En garde, monsieur Roronoa Zoro.

—¿De dónde mierda aprendiste a hablar francés?— Noto que desenvaina sus tres Katanas.

—Pregúntale a Sanji.— Noto que frunce el ceño molesto cuando pronuncio ese nombre.

—Aunque seas mujer, no pienso contenerme.— Veo que se pone la tercera Katana en su boca.

—Más te vale que no lo hagas, Marimo.— Molesto por ese apodo despectivo, se lanza hacia mí.

Rápidamente bloqueo su ataque con mi espada, utilizando la fuerza bruta y el peso de ésta para evitar que la aparte con las Katanas que tiene en sus manos. No importa lo mucho que e ejercite, si ejerzo suficiente fuerza podría llegar a romper sus dientes... No me gustaría hacer eso, pero yo tampoco tengo que contenerme cuando luchamos.

—Estás temblando, Zoro.— Sonrío a medias, demostrando que también se me dificulta un poco intentar atravesar sus defensas.

—¡ZORO, MALDITO! ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO A ___-CHAN?!— Veo a Sanji de reojo, sosteniendo en una de sus manos una bandeja con tragos fríos para pasar el calor.

—Estamos entrenando... ¿Acaso no ves, ero-cook?

—¿Eh? ¿Ya están peleando de nuevo ___ y Zoro?— Veo a Usopp quitarse el paño que usa cada vez que esparce pesticidas a sus plantas.

—¡Un duelo! ¡Qué divertido!— Oigo la voz de Luffy a medida que se acerca para observar.

Noto que las Katanas de sus manos son forzadas hacia arriba, obligándome a retroceder. Rápidamente se lanza hacia adelante, tal y como hace siempre que aparta sus brazos para conectar un siguiente ataque; antes que logre llegar hasta mi cuerpo, atravieso el escudo en su camino y el arma de su boca choca fuertemente contra el metal que me protege.