Trafalgar Law x Reader

16.9K 734 288
                                    

Para Srta_little_heart

¿Recuerdas esa mañana, ___-ya? Aquella en donde nuestras vidas chocaron en un cruce de caminos... Ambos caímos al piso, tú con la tostada en tu boca y yo con mi libro de medicina abierto en una página cualquiera.

Te ofrecí mi mano para que te pusieras de pie... Al tocar tu suave piel, supe que algo nos uniría por el resto de nuestras vidas... Y no me equivoqué.

Teníamos frío, pues estaba nevando y nuestras ropas comenzaban a humedecerse por la nieve, a pesar de ello, lo recuerdo como una extraña y agradable imagen de nosotros dos en el centro de una esfera decorativa, de esas en las que nieva si las agitas... Pero lo que más se quedó en mi memoria fueron esos hermosos ojos ___ (c/o) que se revelaban ante mí... Las ventanas amplias que reflejaban la pureza de tu corazón.

¿Recuerdas esa tarde, ___-ya? Cuando te invité a una cafetería cercana para animarte, después de un examen que reprobaste a pesar de haber estudiado por semanas. Me dolió ver tus mejillas empapadas de lágrimas que no merecían ser derramadas por un tonto pedazo de papel que no sirve de nada más que para juzgar un tipo de inteligencia.

Fue difícil, pero logré sacarte una sonrisa y luego varias risas. Me sentí bien al ver que volvías a ser la misma chica alegre de quien me había enamorado... Aquel día prometí hacer lo imposible para que nunca más llorases de pena.

¿Recuerdas esa noche, ___-ya? Llamaste llorando, un familiar tuyo había tenido un accidente y los doctores no pudieron salvar su vida, por más que lo intentaron. Cora-san me llevó al hospital y, al entrar, corriste a mis brazos... Pero no fue algo lindo... Porque esa vez no pude detener tus lágrimas.

Permanecimos abrazados por horas, verte llorar me dolía tanto que yo también derramé lágrimas... Finalmente te quedaste dormida, vencida por el agotamiento emocional. Esa madrugada decidí que me volvería el mejor médico del mundo, todo para que ni tú ni nadie sufriera algo así jamás.

¿Recuerdas ese día, ___-ya? Me hablaste alguien que te gustaba... Y no era yo. Fingí estar bien, aunque por dentro me sentía dolido y destrozado... Pero no lo reflejé. Estabas tan entusiasmada por confesarte bajo el cerezo aquella tarde y darle aquel delicioso chocolate que habías preparado... Me diste a probar un poco, para pedir mi opinión.

Me sentía vacío... Quería estar contigo, pero te amaba tanto que preferí dejarte ir... Todo con tal que fueras feliz. Él aceptó tus sentimientos y estuvieron juntos por un largo tiempo... Esos meses donde apenas te hablaba... Era porque no me sentía capaz de hablarte sin sentir que mi corazón se destrozaba... Y cuando te dejó, estuve a tu lado y te ofrecí mi hombro para llorar nuevamente, en donde logré hacerte reír una vez más.

¿Recuerdas ese amanecer, ___-ya? Estaba nervioso... Te cité en una playa y te llevé un enorme ramo de tus flores favoritas junto a tus dulces favoritos. Al verte llegar, creí estar frente a un ángel... Te veías tan hermosa con ese vestido blanco y el lazo celeste que ataba tus cabellos ___(c/c) delicadamente.

Me quedé observándote durante algunos minutos, incapaz de creer que estuviera a punto de confesarme ante la mujer más hermosa del planeta... Pero allí estabas. Me sonreíste con esa calidez que solo tú desprendes de tu ser y me preguntaste con esa dulce y melodiosa voz qué pasaba. Te sonrojaste mucho cuando te di el ramo y los chocolates... Jamás olvidaré esas mejillas decoradas con un fuerte color cereza y tu voz susurrando un suave "sí" cuando te pedí ser mi novia.

Jamás podría olvidar el sabor de tus dulces labios... El néctar que me mantiene vivo cada segundo de mi existencia... Todo mi ser gira en torno a ti, ___-ya...

¿Recuerdas esa noche estrellada, mi adorada ___-ya? Fue la primera vez que nos vimos despojados totalmente de nuestras ropas y nuestras manos se entrelazaron mientras que nuestros cuerpos se unían en un torrente de amor y pasión que jamás podría olvidar.

Aquella danza de nuestras almas unidas.. Donde las estrellas fueron testigos de los besos y nuestros cuerpos fusionándose en un solo ser... Dos seres separados por una barrera física que volvían a ser uno solo tras tanto sufrimiento y búsqueda del otro... Aquella noche donde me entregaste tu inocencia por el más puro amor... Y me dejaste sostener entre mis manos tu cálido corazón.

¿Recuerdas aquella tarde, mi amada esposa ___-ya? Pedí tu mano frente al mar... Viajábamos de vuelta a mi hogar, donde Cora-san y Doflamingo nos esperaban para cenar en familia, como era de costumbre cada fin de semana.

Detuve la marcha de mi auto, diciendo que una de las ruedas se había pinchado y usé la excusa de estar cambiándola para arrodillarme frente a ti sin que sospecharas mis verdaderas intenciones. Mientras fingía revisar el neumático, iba diciéndote lo mucho que te amaba... Y que quería pasar el resto de mi vida a tu lado. Comenzaste a llorar cuando saqué el anillo y te pregunté si querías casarte conmigo... Aquella sonrisa jamás podré olvidarla... Tu voz temblorosa pero llena de alegría, aceptándome para ser tu compañero de vida.

¿Recuerdas ese día, mi hermosa ___-ya? Nuestra boda llena de amigos y familia que nos deseaban entre sonrisas y abrazos prosperidad y una buena vida, donde estuviésemos juntos en las buenas y en las malas.

Te veías radiante en ese vestido blanco... El velo ondeándose con el viento... Hubo un momento en el que temí que ese velo se convirtiera en tus alas y volvieras volando al cielo por ser un ángel... Por eso te tomé de la mano toda la noche... Para irme junto a ti si decidías volver a tu verdadero hogar... Pero no lo hiciste. Te quedaste a mi lado... En las buenas y en las malas...

Y aquí estoy ahora a tu lado, mi pequeña ___-ya... Observándote dormir con una sonrisa pacífica en tu rostro, descansando después de tanto esfuerzo en este día que quedará junto a los más importantes de mi existencia... Los cortos pitidos de las máquinas que miden tus latidos no me molestan... La silenciosa habitación que nos rodea no es desagradable... Incluso encerrado dentro de estas horribles paredes blancas, mi mundo tiene más colores que nunca... Porque esta vez no estás solo tú para acompañarme... En mis brazos reposa nuestro pequeño hijo...

Soy el hombre con más suerte de este mundo... Porque pude recibir yo mismo a nuestro bebé, hace tan solo unas pocas horas... El milagro de la vida es algo que un doctor no querría perderse jamás... Pero que un padre sea quien haga nacer a su propio hijo... Es lo más maravilloso que podría pasarle a cualquiera.

Y aquí me hallo a tu lado, mi ___-ya... Agradeciendo eternamente a la vida por darme la oportunidad de ser el hombre más feliz al ser tu esposo y ser padre de nuestro pequeño... Sé que le escogerás un buen nombre cuando despiertes... Pero mientras duermes... Tan solo quiero decirte una cosa... La susurro en tu oído...

—Gracias por darle un sentido a mi vida, mi amada ___-ya...

FIN

Lu: Lo sabía. Sabía que iba a emocionarme con la música triste.

Luke: No debiste hacerlo.

Lu: Quise y lo hice.

Luke: Bravo por ti. Vayamos por la siguiente.

Lu: Amargado.

Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora