Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTS

Perospero x Reader +18

Pedido de B00MB4BY (Anotado el 17 de Mayo del 2021)

—Peros-nii. Bienvenido de vuelta. —Dijo Katakuri acercándose a su hermano en el puerto. —Veo que no fue un simple encuentro.

—Calla. No necesito que te burles. —Suspiró de mala gana mientras bajaba del barco y acariciaba las cicatrices de su rostro. —Maldito Minks... Primero uno me quita el brazo derecho, luego una perro y una coneja me cortan el rostro y después el maldito gato gordo me corta el pecho.

—Agradece que no te quitó la vida o tu esposa habría pasado a ser viuda. —Dijo Katakuri, prácticamente regañando a su hermano mayor.

—Tuve suerte que ese maldito gato gordo no tuviera sus garras realmente afiladas o seguramente habría muerto... —Suspiró a la vez que dejó de acariciar su rostro. —¿La cuidaste bien por mí?

—Ella está bien. —Respondió algo divertido por la pregunta de su hermano mayor. —Solo estaba muy preocupada por ti desde que partiste, pero se notaba que intentaba mantenerse tranquila.

—Es un alivio... —Suspiró aliviado esta vez.

—Supongo que oíste lo de Aokiji, Cracker y Pudding. —Dijo mientras caminaba a su lado, dirigiéndose ambos al Bosque de la Tentación.

—Sí... Pero sin mamá no hay forma que podamos ganarle al malnacido de Teach y recuperemos a Pudding... —Dijo Perospero preocupado mientras observaba a los árboles y las flores apartarse de su camino para llegar más rápido al castillo.

—Siento no haber podido protegerlos... Desperté unos días después de lo sucedido. —Se disculpó el más alto. Se sentía culpable por ello.

—No te disculpes, Katakuri. Esa batalla con Mugiwara no debió ser fácil por el estado en el que te encontrabas... Aunque lo de tu abdomen sí fue algo que hiciste a propósito. —Lo regañó un poco. —¿Y? ¿Cómo está Cracker? —A pesar de haber estado unas semanas fuera, se preocupaba mucho por su amada familia.

—Vivo. —Respondió el menor. —Abrió sus ojos hace unos días y ahora se encuentra descansando en su hogar.

—Es un alivio que esté bien... —Dijo Perospero.

Tras algunas horas de caminata, los dos hermanos llegaron a la plaza del reino, en la cual se encontraba Bruleé esperándolos. Tras recibir con alegría a su hermano mayor y saludar al resto, los Charlotte que eran ministros de las islas atravesaron el gran espejo y se dirigieron a sus propios hogares. Finalmente Perospero llegó a su hogar, el cual estaba hecho completamente de caramelo, a excepción de algunos muebles.

—¿___? —Preguntó al momento de atravesar el espejo de la estancia.

El silencio de la casa pronto quedó atrás tras pronunciar aquel nombre. Pasos apresurados se escucharon en el piso de arriba; al momento de elevar la mirada, pudo ver a su esposa corriendo escaleras abajo y lanzándose sobre sus brazos. El ministro del caramelo rápidamente usó su habilidad para crear un muro en el cual se pudo apoyar para evitar caer.

—¡Cuidado! ¡Cuidado que me caigo! —Gritó alarmado Perospero antes de lograr apoyar su espalda en la pared de caramelo.

—¡Perospero! —Exclamó entre lágrimas la joven. —¡Por fin vuelves! ¡No sabes cuánto te extrañé! ¡Estaba tan preocupada por ti!

—También te extrañé, pequeña. Perorin~ —Dijo Perospero sonriendo con amor mientras abrazaba a su amada.

—¡¿Qué te pasó en el rostro?! ¡¿Estás bien?! —Exclamó ella preocupada mientras acariciaba con cuidado las cicatrices que cruzaban por su cara.