Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTS

Sanji x Male!Reader +18

Pedido de _cherry-pau_5 (Anotado el 20 de Febrero del 2021)

—¡Nami-swan! ¡Robin-chwan! ¡Les he traído un postre hecho con amor! —Exclamó Sanji alegremente, acercándose a las dos damas del Thousand Sunny.

—¡Gracias, Sanji-kun! —Sonrió Nami mientras tomaba junto a Robin el vaso lleno de helado y crema.

—¡Oigan, bastardos! ¡Hay postre en la cocina! —Gritó Sanji mientras caminaba al patio con un tercer vaso en la bandeja.

—¡Postre! —Gritó Luffy, lanzándose sobre Sanji. —¡Quiero! —Exclamó al momento en que el rubio apartó la bandeja de la trayectoria de su capitán, haciéndole caer estrepitosamente al piso.

—El tuyo está en la cocina, al igual que el del resto. —Respondió Sanji, observando al pelinegro ponerse de pie.

—¿Y ese último vaso, Sanji? —Preguntó Chopper, acercándose con curiosidad.

—Es para ___. Seguramente sigue en la habitación de pruebas, así que le llevaré el postre en lugar de ir sólo para avisarle. —Respondió Sanji con una sonrisa.

—¿Seguro que es para eso y no por otra razón, ero-cook? —Preguntó Zoro mientras caminaba a la cocina.

—¡¿Qué mierda significa eso, maldito marimo?! —Preguntó enrojecido Sanji, mirando con furia al espadachín del barco.

—Tranquilo, Sanji. Seguramente está bromeando, ¿no, Zoro? —Preguntó Jinbe un tanto nervioso. Aún no se acostumbraba a aquel lugar tan alegre con sus peleas internas.

Molesto por las palabras del peliverde, Sanji caminó hacia la habitación de pruebas del barco. Hacía unos meses se había unido un nuevo miembro a la tripulación, cuya especialidad era la anatomía... No era un médico como Chopper, sino alguien que estudiaba el cuerpo de todos los miembros de la tripulación para mejorar su estilo de pelea y sacar el máximo provecho de ellos, algo que les había ayudado bastante en las últimas batallas.

—Maldito sea ese maldito Marimo inútil... —Susurró Sanji, pensando una y otra vez en las palabras del espadachín.

Desde hacía ya un tiempo, cada vez que Sanji se encontraba con ___, se sentía extremadamente nervioso y no sabía como reaccionar. Si él fuera una mujer, sería imposible no enamorarse con sus ojos ___ (c/o) y cabellera ___ (c/c)... Pero es un hombre, por lo que no había forma de querer tener una relación más allá de amistad, ¿cierto?

—(¿Cierto, Sanji...?) —Se preguntó el cocinero, pero las palabras quedaron rondando en su cabeza.

Al notar que no podía deshacerse de aquel cuestionamiento, golpeó fuertemente su cabeza contra una pared cercana, respirando rápidamente y sintiendo su corazón palpitando en sus oídos... ¡¿En qué demonios estaba pensando?! ¡¿Por qué no contestaba esa pregunta?! ¡___ era un hombre, por supuesto que no le atraía! Tras unos segundos, llegó frente a la puerta de la habitación, tocándola con cuidado pero sin recibir respuesta.

—¿___? Voy a entrar. —Tragó nervioso, pisando aquel cuarto.

La habitación estaba llena de espejos y grandes tubos que contenían un extraño líquido verdoso. Por el piso se cruzaban y unían cables de distintos tamaños y materiales; en una mesa cercana habían varios papeles con datos anatómicos de cada uno, así como sus medidas y otras anotaciones que no lograba comprender... Sin duda le recordaba bastante al laboratorio del castillo de Germa, sólo que sin los clones y, por supuesto, sin sus hermanos o padre.

—¿___? —Preguntó Sanji, caminando cuidadosamente entre los tubos.

—¿Sanji? ¿Pasa algo? —Preguntó una voz a su espalda, provocando que saltara por la sorpresa.