Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTS

Sanji x Reader +18

Pedido de YESIL_KIS

—¡___! ¿Encontraste algo?— Subo por la soga que Nami lanzó, encontrándome con ella de frente.

—Es una isla desierta, no habían animales.— Respondo con una mueca de decepción en mi rostro.— Habían plantas con frutos, así que se los traje a Chopper para que los examine... Con algo de suerte, serán comestibles y podremos reabastecernos lo suficiente como para llegar bien a la próxima isla.

—Me alegra que tengas esa habilidad tuya, ___. Nos habría tomado varias horas en desembarcar y volver al Sunny.— Responde Nami, sonriendo un poco.

Hace poco me uní a la tripulación de los Mugiwaras... Más exactamente, en la isla de Punk Hazard. Estuve allí como cautiva gracias a mi habilidad, la cual permitía que el imbécil de Caesar Clown experimentara mucho más rápido sin tener que exponerse al frío o calor del territorio... Una verdadera suerte para ese maldito tipo.

Yo comí la Ondo-Ondo no mi, una Akuma no mi tipo paramecia que permite controlar la temperatura de mi cuerpo hasta extremos nunca antes vistos. Puedo calentar mi cuerpo hasta prenderle fuego a todo lo que toco... O enfriarlo tanto que congelo el agua con sólo rozar su superficie. Es bastante útil para crear un pequeño puente de hielo sobre el mar o quemar agujeros en lugares para ahorrarme camino.

—¡Nami-swan! ¡Robin-chwan! ¡Les hice un postre!— Veo a Sanji acercándose con una bandeja y se detiene de golpe al verme.— ¡Oh! ___-chan... Hice también un postre para ti... Está en el refrigerador... ¿Quieres que vaya por él?— Su voz animada cambia de tono, dejando una que titubea ligeramente.

—No te preocupes, Sanji-san. Yo iré.— Sonrío apenas, dirigiéndome a la cocina con el corazón doliéndome como nunca.

Este es un secreto, se supone... Estoy enamorada de Sanji, prácticamente desde que lo conocí... Él me liberó de mis esposas en aquella prisión que Caesar había creado para mí... Me dio fuerzas para volver a levantarme cuando ya no quería seguir avanzando por un camino que me llenaba de dolor... Convenció a Luffy de dejarme ser parte de su tripulación. Fue tan amable conmigo... Más amable que nadie.

—(Delicioso...)— Saboreo el postre de frutas que él preparó, sentada en silencio en la solitaria cocina.

Puedo oír a Luffy riendo en el fondo, gritándole algo a Usopp y Chopper, Nami y Robin hablando, Franky comentando cosas con Brook y Sanji peleando con Zoro... Es extraño ser parte de un grupo tan alegre y lleno de vida... Un mundo del cual ahora soy parte, aunque me cuesta seguirles el ritmo. Supongo que iré acostumbrándome a medida que pase el tiempo... Si es que alguna vez logro hacerlo...

—(Es cálido... El ambiente...)— No hay dolor ni llanto... Todo es tan agradable como los primeros rayos del sol tras una larga tormenta.

—¿Pasa algo, ___?— Miro a Robin con sorpresa, no me había dado cuenta que había entrado a la cocina.

—N... no, nada. Sólo me sentí un poco abrumada con tanta calidez.— Miento a medias, sonriendo ligeramente.

—¿En serio? ¿No tiene que ver con que Sanji esté distante por casualidad?— Y... Golpe directo.—No es fácil engañarme, especialmente si no sabes cómo mentir, ___.— Se sienta a mi lado, sonriendo con calidez.— Y mucho menos si eres tan obvia estando enamorada.

—¿Cómo...?— Pregunto sorprendida.

—Tu rostro se ilumina cuando se acerca a ti y últimamente te ves triste al hablar con él.— Responde con tranquilidad.

—Es sólo que Sanji es tan... Amable y cálido... Al principio me trataba como a ustedes... Pero...— Me interrumpe.

—Habla con él. A solas.