Katakuri x Male!Reader +18

Começar do início
                                    

Abro la puerta de nuestra habitación, encontrándonos con una cama grande (perfecta para mi gran altura). Lo dejo caer sobre el camastro con cuidado de no hacerle daño y me desprendo de inmediato de la molesta bufanda. Solo él y algunos de mis hermanos saben del secreto de mi boca... Una malformación que provocó que tuvieran que coser mis mejillas después de una operación a mi quijada a temprana edad... Y mis colmillos afilados por cosas del destino que nadie nunca supo explicar su razón.

—¡E-espera, Katakuri! ¡Estás agotado, deberías descansar!— Excusas que conozco de memoria, mocoso... No me vas a convencer esta vez.

Noto que intenta escapar de mi agarre... ¿Quieres jugar a ser cazado? Pues eso haremos, ___. Me quito la corbata y amarro sus manos con algo de fuerza con éstas, atando el otro extremo de la tela en la cabecera de la cama para que no escape de mi agarre. Veo que tiembla... Sabe que no va a escaparse esta vez-

Lentamente me acerco a su cuello y lo muerdo con deseo y suavidad mientras mis manos empiezan a acariciar su bien formado cuerpo por sobre la ropa. ¡Cómo me encanta que mi ___ sea gordito! No extremadamente, sólo está con algunos kilos de más... No hay nada que me vuelva más loco que poder apretar con gusto sus carnes, acariciar sus piernas y por supuesto... Darle algunas que otras nalgadas.


—Katakuri, no creo que... ¡Ah!— Da un leve grito de sorpresa cuando mis manos aprietan con gusto su trasero.

—Calla y disfruta.— Con una de mis manos, tiro de su camisa, rompiéndola y dejando al descubierto todo su torso. Gruño prendido, sintiendo que el bulto en mi pantalón comienza a crecer.

—¡Hey! ¡Eso era un regalo de Big Mom!— Me regaña, inflando las mejillas.

—Después te compraré varias.— Sin dejarle hablar más, invado su boca con mi lengua, luchando contra la suya con dominancia.

Al principio se resiste, mis manos acarician su cintura con deseo y mimo, de vez en cuando mis dedos acarician alrededor de su ombligo, provocándole leves cosquilleos. Poco a poco se va relajando y entregando a mí, hasta finalmente rodear mi cabeza con sus brazos, profundizando aún más el beso.

Mis manos descienden por su abdomen, desabrochando lentamente su pantalón y comenzando a acariciar lentamente su miembro que poco a poco despierta. Oigo leves suspiros y gemidos que nacen de su garganta, como si fueran música para mis oídos... No, SON música para mis oídos.

—No quiero que te quedes con toda la diversión, mocoso.— Sonrío de lado, desabrochando mi pantalón y arrancando los suyos junto a sus bóxer, dejando totalmente al descubierto su pene.

Junto nuestras virilidades y con una mano comienzo a masturbarnos a la vez mientras que con la otra empujo su cabeza hacia mí, profundizando aún más el beso. Nuestras lenguas danzan con un irrefrenable deseo que aumenta más y más con el paso de los segundos. Finalmente nuestros labios se separan para poder respirar, la habitación se llena de gemidos y gruñidos bajos, además de mis susurros de amor hacia mi mocoso.

—No sabes cuánto te amo, ___... Mío y solo mío.— Empiezo a mover mi mano más rápido, ___ empieza a arquear levemente su espalda, avisando que está por correrse.

—(Aún no resiste mucho.)— Me burlo mentalmente. Esto no ha hecho más que empezar para mí.

Apenas se corre, llevo la mano hasta mi boca y lamo lentamente mis dedos, quitando su semilla de éstos. "Dulce"... Es el pensamiento que llega de inmediato a mí. Siempre ha sido así, toda su existencia es deliciosa para mi paladar... Veo de reojo su rostro enrojecido al haber hecho eso, río para mis adentros.

—Incluso después de todos estos años, sigues teniendo vergüenza, ___.

Abro lentamente sus piernas y froto mi miembro contra su entrada, provocando gemidos nuevamente. Puedo sentir que mi virilidad palpita con ganas de sentir a ___ tanto como pueda... Pero aún falta un poco. Lamo nuevamente mis dedos y adentro uno de ellos en su interior, moviéndolo lentamente para que se vaya acostumbrando nuevamente. Con mi otra mano vuelvo a apretar su trasero, queriendo distraerlo y llenarlo de placer a la vez.

—Dios, Katakuri~— Gime, repitiendo una de las miles de muletillas que usa cada vez que le hago el amor.

Adentro otro dedo, observando embelesado cómo su rostro muestra sensaciones de placer y su cuerpo tiembla bajo mis manos, amoldándose a mí sin que tenga que forzar nada. Podría pasarme la vida entera observándolo y aún así jamás me aburriría de él. Tras algunos minutos lubricando y masturbando su interior, saco mis falanges, preparado para lo que ansié durante todo el día.

—___, relájate como siempre o tendremos problemas.— Lentamente adentro mi virilidad en su interior, provocando un gruñido más ronco que antes.

No voy a negar que mi pene es bastante grande y que la entrada de mi ___ es bastante pequeña, así que tengo que ir siempre con cuidado para no hacerle daño o que sienta dolor alguno. Él lo es todo para mí y no quiero que sienta otra cosa que no sea un infinito placer... El que solo yo puedo darle.

—Me encantas, ___.— Lentamente empiezo a embestir, sintiendo su interior amoldarse a mí.

Aprieto su posterior, acariciando y disfrutando al máximo cada rincón de su cuerpo... No hay nada que me encante más que verlo sentir placer y oír sus gemidos que poco a poco piden que siga, entregándose a la lujuria y el desbordante amor que tenemos el uno por el otro. Escucho nuestros cuerpos chocando, provocando ruidos extremadamente eróticos para mí... Si no fuera porque no quiero hacerle daño, ya estaría haciéndolo gritar con desesperación.

Vuelvo a besarlo, nuestras lenguas se acarician, chocan y danzan en un baile de lujuria y deseo que nadie jamás podría igualar... Un hombre frío y un chico sensible y lleno de alegría... No sé cómo se fijó en mí... Pero ahora no pienso soltarlo más. Él es mío y solo mío. Empiezo a embestir con algo más de fuerza, sintiendo su interior apretarse y succionar levemente, queriendo que lo llene de una vez.

Beso su cuello, acallando mis gruñidos mientras me muevo con más rapidez, golpeando ese punto sensible que le hace enloquecer. Sus piernas rodean mi cintura y mis manos aprietan aún más su trasero, acariciando con ganas aquellas carnes que me vuelven loco... Su interior palpita, sus gemidos aumentan; con mis dedos masturbo su miembro, queriendo que se corra de una vez, junto a mí.


—¡Katakuri~!— Larga un gran gemido, corriéndose en mi mano mientras su interior se aprieta con más fuerza, provocando que suelte mi semen en él, llenándolo por completo. Hundo mis dientes en su cuello, con cuidado de no dañarlo.

Tras algunos segundos de jadeos para recomponer nuestro aliento, salgo de su interior y lo acuesto a mi lado, abrazándolo contra mi pecho mientras ronroneo satisfecho. Sus dedos trazan líneas invisibles. Puedo notar su rostro sonrosado y sus ojos ___ (c/o) que se fijan en mí con un brillo de vergüenza.

—Estaba haciendo donas para que comieras...— Sonrío, acariciando más su rostro.— Quería que comieras tu comida favorita...

—Acabo de hacerlo... Porque ni las donas son tan deliciosas como tú, mi ___. Sabes que amo amasar tu cuerpo con mis manos y ver cómo disfrutas cuando te hago el amor.— Lo tomo de las mejillas, depositando un beso en sus deliciosos labios rosas.

Sí... No hay mejor postre que mi ___. Él puede cocinar increíble y hacer las mejores donas de todo el mundo, pero aún así nada puede compararse a él y el delicioso sabor de su cuerpo, su contextura perfecta y su voz celestial. Sonrío para mis adentros, acariciando su cabello mientras comienza a quedarse dormido.

—(Definitivamente mi postre favorito es mi amado esposo ___.)

FIN

Lu: ¡Vamos Luke! ¡Tienes que correr aún más!

Luke: ¡¿Acaso volví a la militar o qué demonios?!

Lu: ¡Vamos! ¡Te quedan más de cien kilómetros! ¡Y aún no llegamos a las lagartijas!

Luke: ¡¿CIEN?! ¡¿ACASO ESTÁS DEMENTE?! ¡NADIE PUEDE CORRER TANTO EN TAN POCO TIEMPO!

Lu: ¡Pues vas a tener que hacerlo! ¡Tienes que bajar esos kilos antes del próximo shot, porque de nuevo te toca ser partido!

Luke: ¡SI TE ALCANZO, TE MATO!

Lu: Sí, sí. ¡Ahora corre más rápido, que se está acabando el combustible del auto y tengo que llenar el tanque para seguir!

Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTSOnde histórias criam vida. Descubra agora