Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTS

Sanji x Reader +18

—Tranquila, ___-san... No te dejaremos sola... No te dejaré sola... —Susurró Sanji, cerrando la puerta con cuidado y conduciéndola hacia el sofá para que se sentara mientras él le llevaba una toalla.

—Lo siento... —Susurró ella cuando él le entregó la prenda para secarse.

—No necesitas disculparte, ___-san, está bien... Todos estamos muy nerviosos... —El rubio sonrió ligeramente, como intentando animarla. —Hasta Nami-san pagó para que cada uno tuviera su propio cuarto de lujo esta vez...

Pero no logró hacer que ella sonriera, por lo que se quedó callado. Tras algunos segundos, se acercó a ella y la abrazó con cuidado por el hombro... En otra situación no se habría atrevido o habría comenzado a sangrar de la nariz por la cercanía con ella, pero sabía que no era el momento de ceder ante su debilidad por las mujeres... Especialmente cuando tenía a ___ cerca.

—Todo mejorará, ___-san... —Susurró el Vinsmoke, acariciando con cuidado su hombro. —Esta no es la primera crisis entre nakama... Y no será la última. —Sonrió un poco, mirándola con comprensión y cariño. —Ya verás cómo todo se solucionará.

—¿Y si no lo hace? —Preguntó la joven artista mientras levantaba tristemente la mirada.

—Lo hará, aunque demore un tiempo... —Sonrió con cariño e intentando parecer seguro de lo que decía. —Recuerda todas las veces que hemos pasado por una crisis y hemos salido adelante como nakama.

Esta vez ella no respondió nada más, se quedó en completo silencio, observando nuevamente las gotas de lluvia junto al cocinero. Los minutos pasaron lentamente para ambos, aunque no les molestaba un poco... Por lo general, los silencios entre ellos eran incómodos, pero en este caso era todo lo contrario... Era como un respiro entre todo el caos que los rodeaba.
Con cuidado ___ apoyó su cabeza en el pecho de Sanji, escuchando los latidos de su corazón, como si fuera un tambor de seguridad. La mano del cocinero acariciaba con cuidado su hombro, atrayéndola más contra su cuerpo a la vez que sentía sus latidos aumentar la velocidad ligeramente.

Durante largos minutos quedaron así, en silencio y disfrutando la cálida compañía del otro. De repente el cocinero sintió que la dibujante comenzaba a temblar; al bajar la mirada, se dio cuenta que ella estaba tiritando. No pudo evitar darse una patada mental por haber olvidado aquel detalle.

—¡Demonios, lo olvidé! ___-san, no te preocupes, iré a buscarte ropa... —Pero ella negó con la cabeza.

—Se me perdió la llave de mi cuarto cuando estaba en la calle... Mañana abrirá la puerta el dueño del hotel... Y no sería buena idea romperla, o Nami se molestará por tener que pagar por daños...

—Entonces... —Durante unos segundos se quedó pensando el rubio, hasta que, finalmente, encontró una solución que no le parecía del todo mala. —Te prestaré mi ropa, para que puedas vestirte y entrar en calor.

No quería admitir que le atraía mucho la idea de ver a la joven utilizando su camisa y su traje, pero no era el momento de permitir que sus pensamientos pervertidos lo consumieran. Él vio a ___ aceptar su ropa e ir al baño a cambiarse... Por poco estrella su cabeza contra el vidrio de la ventana para intentar distraerse de su sucia mente.

—(¡No es el momento, Sanji!) —Él intentó aspirar de su cigarro, pero notó con desagrado que ya se había consumido hasta el filtro. —Mierda...

—¿Pasa algo, Sanji? —El Vinsmoke saltó ligeramente ante su voz, no esperaba que hubiera salido del baño tan pronto.

—N... No, para nad... —Pero el resto de la palabra quedó atrapada en sus labios.

___ se encontraba descalza en la puerta del baño, llevaba puestos los pantalones de uno de sus trajes, así como su camisa azul, aunque aún así esta no lograba ocultar del todo ciertas marcas del cuerpo de ella, provocando que el rubio tragara frío. Las mangas le quedaban bastante largas, pero eso solo hacía que se viera aún más apetitosa ante su mirada... Si algo llegaba a salir mal... O "bien", posiblemente no pudiera controlar sus instintos... O sus sentimientos, mejor dicho.