Pudo oír las pisadas del cocinero alejándose de ella, la puerta abriéndose y luego cerrándose, dejándola completamente sola. Incapaz de retener más sus lágrimas, se dio la vuelta y una fuerte punzada casi le hizo gritar de dolor. Con dificultad se sentó en la cama y subió su camisa, encontrándose con una herida bastante grande en su abdomen.

—No... No puede ser...— Susurró a la vez que lágrimas caían de su rostro.

Ella ya no podía soportar más su cuerpo, lo detestaba. Odiaba también su constante inseguridad con su peso... Había intentado todo para ser como Nami o Robin, pero ningún esfuerzo que hiciera daba sus frutos... Y ahora tenía una cicatriz que marcaría para siempre su piel... ¿Por qué no podía ser bella como las mujeres que había conocido?

—(Nadie me va a querer... Nunca... Y menos Sanji...)— Cubrió su cuerpo completamente con las mantas, llorando en silencio.

De repente pasos sonaron afuera de la habitación, provocando que acallara sus sollozos. La puerta volvió a abrirse y pasos se oyeron, los cuales se acercaban lentamente a la joven. Finalmente se detuvieron junto a ella y el ruido de la porcelana chocando ligeramente llamó su atención.

—¿Estás dormida, ___-chan?— Preguntó suavemente Sanji, tocando su cabeza cubierta por las sábanas.

La joven permaneció en completo silencio, cubriendo su boca para no dejar salir sus sollozos. Podía sentir que las lágrimas seguían cayendo y debía hacer un verdadero esfuerzo para no dejar que su respiración la delatase. Durante unos momentos permanecieron quietos, esperando una respuesta por parte del otro.

—Estás dormida...— Susurró Sanji, acariciando ligeramente la cabeza de ___. —Te dejé la cena aquí al lado, para que comas cuando despiertes... Descansa.

Nuevamente los pasos se alejaron y la puerta se abrió y cerró, dejándola completamente sola en la enfermería. ___ podía oler desde debajo de las sábanas la deliciosa comida que había preparado Sanji, pero aquello sólo le hacía sentir aún peor... Su estómago sonó por el hambre, pero ella decidió ignorarlo, abrazándose a sí misma para volver a llorar.

—(Para... No vas a comer más...)— Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro.


—¿De nuevo nada?— Preguntó preocupado Sanji, observando que Nami entraba con un plato de comida a la cocina.

—No... Se niega a comer...— Suspiró dejando el plato sobre la mesa.

—No lo entiendo, ella estaba  bien antes de Whole Cake...— Dijo preocupado Chopper. —La he tenido que inyectar varias veces para que no muera de hambre, pero no hay forma que la convenzamos de comer... Ya le he hecho varias pruebas pero no hay nada mal con ella...— Se quejó mientras leía uno de sus libros de medicina.

—¿No sería mejor que fuera a verla?— Preguntó Sanji.

—¿Y cómo? Si ni siquiera asoma la cabeza cuando entras al cuarto...— Bostezó Nami, frotando sus ojos.

—¿Y si le cocinas algo que le guste?— Preguntó Luffy, observando el plato.

—Lo he hecho todos estos días. He intentado con su comida favorita, postres, jugos, sopa, etc... Pero siempre me terminan devolviendo el plato.— Suspiró Sanji preocupado, encendiendo uno de sus cigarros.

—¿Quién la vigilará esta noche...?— Preguntó Chopper, comenzando a quedarse dormido sobre el libro.

—Yo...— Intentó responder Brook, despertando.

—Yo iré.— Interrumpió Sanji. —Todos ustedes la han estado vigilando desde que salimos de Whole Cake Island. Ahora me toca a mí cuidar de ___-chan.

Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTSWhere stories live. Discover now