Usopp x Reader (Parte 1)

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—¿Recuerdas cuando nos encontramos en el carnaval, ___?— Avanzamos lentamente por el camino de tierra.

—Claro que sí, viejo.— Responde con ese sobrenombre que me hace reír. —Ganaste ese gran rey marino de felpa para mí.

Imposible olvidar ese momento... Me encontraba en la atracción de tiro al blanco para ganar una resortera nueva como premio y de paso asegurarme de mantener mi habilidad como tirador... De repente oí quejas a mi alrededor y la vi a ella... Una hermosa joven de cabellos ___ (c/c) y ojos ___ (c/o) que acababa de perder su oportunidad para conseguir algún premio.

¡Es imposible! ¡No puedo ganar ese rey marino!— Le oí exclamar.

Este juego es imposible, ___... ¿Por qué no vamos a otro?— Oí que dijo una chica a su lado. —No vale la pena amargarte en tu cumpleaños por un peluche.

Rápidamente tomé la pistola de juguete del puesto y disparé a todas las dianas, provocando que cayeran. Cuando logré derribar la última, oí varios aplausos y vi que el grupo de personas que acompañaba a aquella hermosa chica llamada ___ me aplaudían, al igual que ella... Sentí que los colores se me subían al rostro.

—¡Eso fue increíble!— Exclamó. —¡Debes ser el mejor tirador de la isla!

¿Esto? No fue nada. —Sonreí mientras me apuntaba con el pulgar. —¡Yo soy el rey de los tiradores, Usopp!

¿Rey de los tiradores? ¡No exageres!— Rió la chica a su lado.

Seguramente está mintiendo. Debe haber usado algún truco.— Dijo un tipo a su otro lado, provocando que me molestara.

Yo sí le creo.— Respondió la hermosa joven. —Se nota que no hizo trampas ni usó trucos baratos para ganar.

¡Además de hermosa, inteligente, mi linda dama!— Exclamé como todo un galán... Supongo que tener a Sanji cerca durante tantos años ayudó a mi vocabulario con las mujeres.

¿Qué premio desea el ganador?— Preguntó el dueño del juego.

La resor... Digo, el rey marino.— Me corregí. Estaba decidido a entregarle ese peluche a la hermosa dama de ojos ___ (c/o).

¡Un rey marino para el señor!— Pude notar que el tipo del puesto me quedaba mirando con mala cara, como si estuviera enojado conmigo por haber ganado en su juego de tiro al blanco.

Aquí tiene su rey marino de felpa, hermosa dama.— Me incliné mientras le entregaba el peluche.

¡Oh! ¡No es necesario!— Después de un poco de insistencia por mi parte, aceptó el obsequio.

Bueno, el rey de los tiradores se retira.— Dije mientras caminaba hacia mi casa.

¡Espere!— Me detuve al oír su dulce voz. —¿Quisiera... Acompañarnos? No conocemos esta isla y usted parece ser un gran conocedor de aquí.

Será un honor acompañar a la princesa hoy.— Dije mientras me inclinaba. —Si quiere, podría contarle las miles de aventuras que viví cuando era un pirata.

A pesar que esos tipos no estaban de acuerdo con que los acompañase, ___ me permitió ser el guía de su grupo. El resto de la tarde estuve mostrándoles los distintos puestos que se encontraban en el carnaval, así como ganando cada premio en el que viera la oportunidad de enseñar mis habilidades.

—No esperaba que te quedaras un tiempo más en la isla por mí.— Digo mientras camino de la mano con ella, llegando al carnaval.

—Bueno, era imposible no querer pasar tiempo contigo, viejo. Tus aventuras en el océano siempre fueron algo maravilloso de oír.— Sonrío enternecido al oírle decir eso.

Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora