Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTS

Katakuri & Cracker x Reader +18

Antes de entrar al lugar, Katakuri debió utilizar su habilidad de hombre-mochi para encogerse lo suficiente como para caber por las puertas. A pesar de su increíble altura, nadie se dio la vuelta para prestarle atención, pues estaban más pendientes de los próximos "artículos humanos" que esperaban a ser vendidos. El mayor avanzó hasta los últimos asientos del lugar, manteniéndose de pie detrás de éstos.

-¡Y ahora les presentamos el último artículo de la noche! -Exclamó el presentador Disco, sonriendo a los espectadores.

-Último... Ya no hay nada bueno. -Se quejó Cracker, sabiendo que nada llamaría su atención.

-Entonces volvamos de una vez. -Dijo Katakuri, dando la espalda a su hermano menor.

-¡Hoy tenemos en venta algo completamente nuevo, nunca antes visto! -Exclamó Disco, emocionado. -¡Incluso nos preguntamos si valdría la pena ponerla en venta!

-¿"Ponerla en venta"? Entonces es una mujer. -Dijo Cracker, comenzando a darse la vuelta para seguir a su hermano.

-¡Es una bella ángel caída del cielo mismo! -Gritó Disco, encendiendo las luces detrás del telón cerrado, mostrando la silueta de una persona con alas.

Los gritos de las personas no se hicieron esperar, aún incapaces de creer que realmente se encontraba un ángel detrás de aquella tela. Cracker no pudo evitar reír ligeramente, sabiendo que aquello no sería más que una humana de gran belleza y con alas montadas en el escenario para que su rostro se viera angelical. Algo que no aceptaría Big Mom así como así.

-Vaya estupidez. -Dijo en voz baja Katakuri, abriendo la puerta para salir.

En ese momento se abrió el gran telón, provocando que la sala se llenase de gritos de asombro. Incluso Cracker detuvo su marcha, incapaz de creer lo que veían sus ojos. Rápidamente los presentes comenzaron a gritar sus ofertas de precios, los cuales iban aumentando exageradamente.

-Cracker, vámonos. -Dijo Katakuri, aún sin darse la vuelta. -Cracker. -Volvió a llamar a su hermano, comenzando a molestarse porque éste no le respondiera o siguiera. Finalmente suspiró y giró su cabeza, encarando al menor. -Cracker, vám...

Y se quedó en completo silencio, observando sorprendido el escenario. De pie en el centro de éste se encontraba una muy hermosa mujer de ojos ___ (c/o); cabellos ___ (c/c) entre los cuales se encontraban mechones más claros y otros completamente blancos; era casi de la altura de Cracker y, lo que más sobresalía de ella, eran dos enormes alas negras que llegaban hasta sus pantorrillas.

-¡Nunca hemos tenido esta especie a la venta! ¡Y dudo mucho que volvamos a tener otra más por aquí! ¡Así que pondremos un precio único que, aunque no les guste, es lo justo! -Exclamó Disco. -¡La puja base es de cien millones de Berris!

A pesar de los gritos en contra de varios asistentes, las ofertas de compra no se hicieron esperar, comenzando a aumentar cada vez más el precio de aquella cabizbaja mujer. Desde su lugar Katakuri podía observar que ella llevaba un camisón blanco rasgado que le llegaba hasta las rodillas, pies descalzos y, en su cuello, un collar metálico que se le colocaba a los esclavos para evitar que escapasen.

-Tenemos que comprarla, Katakuri. Si no lo hacemos, mamá se enfurecerá como nunca... -Dijo Cracker.

-No tenemos dinero. -Dijo el mayor, dando un paso al frente.