—¿Quién es la estrella de Rock?
—¡Yo!
—¿QUIÉN ES LA ESTRELLA DE ROCK!
—¡YO!
Salté hacía los brazos de papá y él me hizo dar vueltas hasta marear. Qué recuerdos. Con nadie me divertía más que con papá.
—¡Ya ocho años, enano! —celebró.
—¿Ya soy un adulto? —pregunte, inocente.
—Tampoco exageremos.
Llevaba puesta otra de mis camiseta del Hombre araña pero mi cabello estaba peinado estilo Punk. Mamá rió al vernos:
—Si sigues con eso de la "estrella de rock" —dijo— le meterás en la cabeza querer serlo. Además, ése estilo de cabello es punk no rock.
La mirada de papá se iluminó. —¿Y por qué no puede ser un estrella de rock? —dijo—. ¿Por qué no? —repitió y me miró con una sonrisa pícara.
¿Yo, famoso?
—¡SÍ! —salté yo—¡Sí! ¡Una estrella de rock!
Mamá negó con la cabeza, pero estaba riendo. Acto seguido, detrás de ella sacó mi primer obsequio de cumpleaños.
—Anda, mira lo que te compramos —dijo papá con solemnidad y mamá me entregó el obsequio.
Pese a que la caja era enorme, la abrí en tiempo récord:
—Una guitarra —dije con emoción al descubrir lo que era—. ¡UNA GUITARRA, PAPÁ!
Una guitarra acústica color negro que todavía conservo.
No tenía la menor idea de lo que estaba haciendo, pero la coloqué sobre mi pecho y la toqué...
—¡Eso es! —me animó papá—. ¡Hora de un concierto!
—Creo que primero debería ensayar —dijo mamá, cubriendo un poco sus oídos.
Pero yo no quería parar de tocar pese a que lo hiciera mal.
—Eso sí, una estrella de rock tiene que saber sobre rock, ¿no? —dijo papá y fue a buscar sus discos.
Sabía lo que vendría a continuación.
—¡SÍ! ¡SÍ! —salté, alzando mis brazos en lo que papá buscaba una canción para que bailaramos. Su favorita era I was made for lovin' you de Kiss.
—Tienes que conocer a estos ídolos, enano —dijo.
Los tres bailamos y cantamos hasta que los invitados a mi fiesta de cumpleaños empezaron a llegar con los regalos.