Destruyeme

By Neferkktiti

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Todo lo que necesitas saber es que nada puede comenzar como esperas, y nada puede acabar como imaginas. Inten... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Epílogo

Capítulo 61

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By Neferkktiti


Hayes

Todo absolutamente se ha ido a la jodida mierda y como no, por mi culpa. Ahora si la he perdido, ahora si estoy en la jodida mierda. Más aún que antes.
Siento la rabia recorrer mi cuerpo, siento un vacío enorme que se expande por todo mi interior.
Tengo un jodido nudo creciendo en mi garganta y está apretando, mierda.. vaya si se está apretando.
Me cuesta tragar.

Dejo escapar la tensión, la jodida ira y enfado dando fuertes golpes a la pared hasta que siento un liquido templado recorrer el dorso de mis manos y resbalar por mi muñeca. No me importa si me voy a romper los nudillos, necesito descargar toda la mierda que llevo dentro y ésta es la única forma.

Siento como tiran de mi y me agarran entre los tres. De un movimiento brusco consigo separarlos de mi y me acerco hacia la cocina para dar un trago a una lata de cerveza.

—Relájate tío, casi hundes la jodida pared. Casi no, lo has hecho, qué cojones. Tienes que controlarte.

Aplasto la lata de cerveza ya vacía y la tiro al cubo de basura, tomando otra lata, abriendola y dando un largo trago hasta que la vacío.

Saco una botella de alcohol que tengo guardada y un vaso de cristal y me sirvo de ésta, tomando el interior de un solo trago. Y así, por un par de veces más.

Y poco a poco siento una ola de calor.
Está haciendo efecto.

—Me importa una puta mierda.

—Te estás poniendo como la mierda tío.
–comenta Rick.

Agarro las llaves y camino hasta la entrada, pienso pirarme de aquí. Necesito estar a solas, emborracharme como la mierda e irme algún jodido lugar que no conozca.

—¿A dónde coño vas?

—A la mierda.

Cierro la puerta bruscamente.

[...]

Otra copa. Más alcohol.

Ni si quiera sé cómo me llamo en estos momentos, estoy borracho como la mierda. Pero eso no impide que me sienta culpable y que las ganas de llorar como una jodida nenaza vuelvan cada dos por tres pero no pienso hacerlo.

Llevo la mano hacia mi rostro, está mojado.
¿Qué cojones?

Gotas de agua saladas están por mi mejilla, cayendo a la barra de mármol.

¿Desde hace cuánto tiempo estoy echando lágrimas como la mierda? No lo sé. Pero hace años, mucho tiempo, que no siento las lágrimas recorrer mi mejilla y es algo extraño.

—Otra más.
–murmuro.

—Tío, no deberías beber más. Te va hacer daño.

Escucho la voz de Rob y frunzo el ceño.

¿Qué coño le importa al mundo como esté o deje de estarlo? A nadie nunca le he importado, ni como estoy, ni nada.

Menos a ella..

Aprieto el puño y agarro la botella de alcohol echándomelo en la copa y de inmediato llevándomelo a la boca. Rob alza las manos en defensa y se va a atender a otra persona.

Saco el móvil del pantalón, mirando la pantalla decidiendo si llamarla o no. Enciendo el móvil, me meto en contactos y observo su número a punto de apretar el botón y llamarla.

—Vaya, ¿Qué haces aquí, Hayis?

Bloqueo el móvil y lo guardo de nuevo en el pantalón. Me aparto las lágrimas de la cara y la miro de reojo.

Hannah está tomando asiento en uno de los taburetes contiguo al mío. Una de sus manos se coloca en mi hombro, inclina su cabeza hacia mi y se acerca acortando la distancia.

—¿Estás bien? Me parece raro que no me hayas mandado a la mierda en el primer segundo.
–ríe.

La miro de frente, sus ojos están analizando mi rostro. Y sus ojos azules se ponen tristes, no quiero dar lástima. Ni a ella ni a nadie. Sus largas pestañas se mueven rápidamente y sus labios rojos por el labial intenso se cierran en una perfecta «O».
Como si estuviese sorprendida de verme así, de esta maldita manera.

—¿Qué coño...? ¿Por qué mierda estás llorando?

—Déjame en paz. No estoy llorando, nunca lloro. Vete a la mierda.

Se cruza de brazos y antes de que pueda tomar la copa medio llena que se encuentra en frente mio, me lo arrebata y lo deja a un lado suyo, lejos de mi.

—No vas a beber, Hayis. Mírate, estas en la puta mierda. ¿Qué coño ha pasado para que estés así? Nunca lloras y... –se detiene un momento– espera, no me digas que te has enamorado de la niña esa y estás llorando por ella. ¡No me jodas, Maslow!
–dice riendo.

Doy un golpe en la barra de bebidas llamando la atención de la gente que nos rodea y está cerca de nosotros.
Hannah me mira asustada y mira a su alrededor, aprovecha la opotunidad para levantarse y dejar ver su cuerpo embutido en un vestido que no deja nada a la imaginación; —¿A dónde vas?

—A alguna parte.

Estoy en un estado de la embriaguez en el que me importa todo una mierda. Sólamente me apetece estar solo, fumar y ver cómo la mierda que me rodea me atrapa y me llena por completo.

Puedo escuchar las pisadas de sus botas de tacón resonar detrás de mi. Está siguiéndome, y sinceramente, no tengo ganas ni de hablar ni de discutir con ella. Siento su mano tirar de mi brazo y después su cuerpo sobre el mio abrazándome.

Me siento raro, confuso.

¿Qué mierda hace Hannah abrazándome?
Nunca lo ha hecho y sabe perfectamente que no me gusta que lo hagan. Solamente una persona puede hacerlo y ella ya no lo hará nunca más.

—Me duele verte así, Hayis. No quiero verte de esta manera, no mereces llorar por una maldita zorra.

La empujo hacia atrás y frunce el ceño.

Me doy la vuelta y sigo caminando hacia el coche, aunque estoy tambaleándome hacia todos los lados. A penas puedo mantenerme en pie.

—Déjame llevarte a casa, no puedes ir en este estado.

Sus manos pasean por mis brazos.
Me deja caer en el asiento del copiloto y toma mis llaves de la chaqueta, metiéndose en el asiento del conductor y arrancando el motor.

—¿Por qué si te trato como la mierda, siempre vuelves?

Su excesivo olor a perfume invade mis fosas nasales. Y prefiero que ese olor sea el de coco de Leah, mierda.

La mente me juega malas pasadas y veo la cara de Leah en el cuerpo de Hannah. Pestañeo varias veces pero no se va, sigue ahí.

Su voz, su olor, su cabello rubio lacio.

—Porque me importas Hayis, siempre lo has hecho. A pesar de que me trates como lo haces, es simple.

Frunzo el ceño. El rostro de Hannah vuelve a la normalidad y el de Leah se desvanece.

Siento la pesadez de mis párpados cerrarse y entrar en un profundo sueño.







¡Holaaa!

Hayes llorando por Leah, omg pobrecito.. Aunque él solito se lo buscó.

La situación se va al garete cada vez más,

¿Creéis que estobse solucionará rápido?
Espero que si, quiero que estén juntos de vuelta..

Me dio lastimita ver a Hayes así..

Comentad, os leo siempre!

¡Nos leemos!
❤❤❤❤❤

Mi Instagram:
@Neferktiti

Comentarios + votos y sigo la historia.

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