Hayes
—¿Acaso estás celoso?
Exploto en carcajadas.
Es de gilipollas creer que estoy celoso por una niñata de dieciocho años y de su noviecito.
—¿En serio te crees que me importas lo más mínimo como para ponerme celoso de tú novio? –suelto otra carcajada– no te emociones niña, sólamente quería distraerte para que mis colegas piensen que te he follado. Era una apuesta, ¿sabes?. Obviamente no iba a follar contigo, aunque no lo parezca, respeto a la gente que tiene pareja.
Puedo notar como mis palabras le han dolido.
Se le nota por la forma de que sus ojos se han puesto cristalinos y como ahora mismo está pensando en mil y una palabras para atacarme con alguna gilipollez para hacerme daño.
Rio.
—Eres un gilipollas.
–dice entre dientes con el ceño ligeramente fruncido.
Suelto una carcajada por su insignificante insulto. Se da la vuelta y empieza a andar hacia la casa nuevamente.
Era verdad lo de la apuesta.
Connor y Rick me habían retado a que me la follara y si ganaba me pagaban una barra de bebidas para mi solo y había dinero de por medio. Y acepté.
No es una maldita apuesta que te dan un cierto tiempo limitado para tirarte a alguna tía virgen, era en este momento. Por lo tanto, he tenido que hacer tiempo llevándomela a tomar por culo y hacerles creer que de verdad me la he tirado. No lo he hecho porque tiene novio y porque es alguien inocente y no quiero hacerle daño y que se enamore de mí.
[...]
—Me debes barra de bebida gratis.
–digo sentándome en el sofá en frente de Ander.
—¿De verdad te la has tirado? –ríe– parece de las típicas tías estrechas.
Abro la chapa de la cerveza y doy un trago mirándole.
—No es lo que parecía ser –dejo caer los hombros– una apuesta es una apuesta.
Es bastante obvio que no voy a decir que no me la follé. Perdería la barra de alcohol libre.
—¿Te pagó Frank?
–pregunta Rick.
Asiento con la cabeza.
Saco la cajetilla de cigarros y prendo uno. Busco entre el bolsillo interior de la chaqueta el fajo de billetes y los tiro a la mesa.
—Están los quinientos mil dólares. Lo conté ayer.
Doy una calada y expulso el humo lentamente.
—¿Y la mercancía?
Tomo la bolsa blanca que minutos antes había dejado sobre el suelo y hago lo mismo que con el fajo de billetes.
—Todo vuestro. No quiero saber nada de eso.
No me va el tema de vender droga. De eso se encargan Connor y Rick, ellos manejan ese tema.
Yo solamente hago peleas y carreras ilegales.
Me gano la vida con ello y es algo que me gusta hacer aunque no lo suelo hacer todos los días. Las peleas suelen ser una o dos cada mes. A veces, suelen ser tres meses seguidos sin que me llamen para hacer una. Tampoco es que me dedique a ello profesionalmente ni nada de eso. Pero pagan bien.
Así que, tengo que hacer otra cosa como las carreras. De cierto modo es más bien un hobbie, una manera de desahogarme cuando estoy cabreado, disfruto corriendo y sintiendo la adrenalina en el cuerpo. Cuanto más peligroso es, más lo disfruto y más si gano. También pagan una buena pasta por ello.
—Más dinero para nosotros.
–comenta Rick encogiéndose de hombros.
Apago el cigarro en el cenicero. Doy el último trago a la lata de cerveza y me acuesto sobre el respaldo del sofá. Cruzandome de brazos y encontrando la mejor postura para dormir un rato.
Leah
Hoy tengo la esperada cita con Dylan.
Y estoy nerviosa, demasiado.
—¿Te vas a poner ese? o ¿este azul?
–pregunta Cathy tomando el vestido azul y mirándolo.
—No lo sé. Estoy confusa, quiero que Dylan me vea bien en nuestra primera cita.
–hago una mueca extraña y Cathy ríe.
—Creo que este –me entrega el vestido azul– te queda mejor. Ese rosa chicle no me gusta nada.
Hace una mueca de desagrado y yo le tiro un cojín el cuál ella toma y suelta unas carcajadas.
—Este vestido me lo compró mi madre. Y mirándolo bien, no está tan mal del todo...
—Demasiado rosa, pareces un algodón de azúcar.
Río y asiento. Tiene razón, aparte de ser rosa fuerte y llamativo tiene un enorme lazo fucsia en la espalda, voy a parecer Minnie Mouse.
El azul es más juvenil.
Recuerdo que lo compré con Cathy en una de sus tiendas favoritas. Y el único vestido decente y que me gustó, fue este.
Es de un azul pastel claro, de tirantes finitos y sujeto a la cintura, con un poco de vuelo y cinco dedos más arriba de las rodillas. Es un vestido sencillo pero bonito.
—Si tuviese un escote sería el vestido perfecto. Pero vas bien, es bonito.
Ruedo los ojos y suelto unas risas.
Ya estoy lista después de haberme arreglado por fin.
Cathy se ha encargado de maquillarme y peinarme. Y con esa tontería de que quiere ser peluquera, siempre práctica conmigo y a la mínima oportunidad aprovecha a lo grande.
—Estás preciosa –dice Cathy mirándome– si ese tío cuando te vea no te quiere llevar a la cama, es porque está jodidamente mal de la cabeza.
–ríe.
Niego con la cabeza.
No quiero acostarme con Dylan y mucho menos en la primera cita. Solamente es una cita para conocernos mejor, para estar juntos.
—No quiero acostarme con él, es una cita, recuerda.
–me doy unos pequeños toques con el dedo índice en mi frente y ella rueda los ojos.
—¿Cuando viene a por ti?
–pregunta cambiando de tema.
Miro la hora en mi móvil.
Cada vez estoy más nerviosa.
—En unos quince minutos –suelto un suspiro– estoy muy nerviosa. No me puedo creer que esto esté pasando...
Cathy sonríe; —Está pasando, es real. Por fin tu obsesión por él da sus frutos.
Le doy un leve golpe en el hombro y ella ríe como respuesta.
El timbre suena. Miro a Cathy con los ojos bien abiertos, ¿cómo? ¿ya ha llegado?
Miro la hora en mi reloj, todavía faltan como doce minutos. Es imposible que haya llegado tan pronto.
Cathy me mira y anda hacia el telefonillo. Cuando pregunta quien es, sonríe y se da la vuelta haciéndome una seña con la mano para que me acerque hacia ella y me entrega el telefonillo.
—D-dylan, ya voy, está bien.
Me giro hacia Cathy.
Esta suelta un grito y da pequeños saltitos, le miro extrañada pero después le abrazo y me despido de ella saliendo por la puerta.
—¡Disfruta! Pásalo bien. Cuéntame después todo lo que pase.
—¡Si!
–grito de camino al ascensor.
Aquí empieza la noche.
Espero que todo vaya bien.
¡¡Holaa!!
¿Cómo estáis? Espero que bien :)
Vaya y vaya, este Hayes nos ha salido todo un capullo jajaja..
¿Cómo creéis que será la cita? ¿Tenéis esperanzas de que vaya bien?
Os leo en comentariooss...
¡Nos leemos!
❤❤❤❤❤
PD: Gracias a todxs por leer esta historia nueva, y a lxs lectorxs que siempre habéis estado ahí desde mi primera historia :)