Capítulo 92: Luna de Miel para cuatro.

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La verdad es que Ares y Laia tenían una idea para la Luna de Miel. Iban a irse de vacaciones tras las Navidades. Pero cancelaron el viaje cuando descubrieron que iban a ser padres de mellizos en los próximos meses. Así que decidieron cogerse las dos semanas de Luna de Miel tras la boda. Justo las dos antes de los días de Nochebuena y Navidad.

No sé van a ninguna parte. Será una Luna de Miel en casa, los 4. Porque son 4. Ellos dos y los dos pequeños que crecen dentro de Laia.

Ares no es capaz de separarse de Laia en todo el día. Le encanta estar con ella y poner sus manos encima de sus pequeños. Todavía no se les puede notar moviéndose. Pero sabe que morirá de amor cuando eso ocurra. Además, no hace falta notarlos en movimiento, con saber que están ahí ya están maravillados.

No son días de playa, ni mucho menos. Pero no les hace falta ir a la playa ni a la montaña ni a ninguna parte en realidad. En casa bajo una manta o metidos entre las sábanas viendo Netflix, HBO, Amazon Prime o Disney+ están la mar de bien. No necesitan estirarse en una playa como lagartos, ni hacer una expedición por el bosque o la montaña. Ni ir a un merendero. Las temperaturas pasado el ecuador del mes de diciembre no son nada favorables para ninguna de esas opciones. Excepto la de quedarse en casa. La única opción sería ir a esquiar, pero con Laia embarazada... No es una opción tampoco.

-¿Qué vemos ahora?
-Elije tú nene. Yo he elegido las 3 últimas.
-Vale. Pero primero voy a preparar algo de comer.
-También podríamos pedir algo.
-¿Te apetece algo? ¿Nuestros pequeños están antojados de algo?
-No creo que sea un antojo, pero me apetece pizza.
-Pediremos unas pizzas, entonces.
-Eres el mejor.
-Tú Laia.

Ares se levanta de la cama dónde llevan todo el día. Coge su iPhone, y llama a la pizzería que tienen a un par de calles de allí dónde le gustan las pizzas a Laia. Pide dos variedades diferentes, ambas del gusto de los dos. Y luego espera a que lleguen, mientras Laia sigue en la cama. No está invalida, y apenas está embarazada de dos meses, pero los mellizos empiezan a agotar las fuerzas de su madre. Así que no le viene mal descansar y estar quietecita en la cama.

Las pizzas llegan 30 minutos después. Ares las recoge y paga. Y luego coge las dos cajas de las pizzas, unos vasos y una botella con zumo de mango. Su favorito, y el de su hermana mayor por la que se aficiono a él. Con todo eso, se va a la habitación con Laia y comen en silencio hasta acabarse las dos cajas enseguida. Ambos tienen un hambre voraz. Laia come por tres, y Ares siempre tiene el hambre de un oso.

-¿Todo bien?
-Sí.
-Todo esto me tiene nervioso.
-Tendremos que planear las cosas para 4, pero no va a ser algo muy diferente. No salimos nunca, y bueno, queríamos esto, aunque no fuera ya.
-Lo sé. Pero no sé cómo llevar que el año próximo seremos padres. Tenemos 23 años.
-Llevamos casi 10 años juntos. Podría haber pasado mucho antes.
-Sí. Podría haber sido peor. No es para tanto. Tenemos trabajo, nos hemos casado ya, y tenemos un título universitario. No es tan malo un bebé ahora.
-Te recuerdo que son dos.
-Sí. Son dos.

Las dos semanas de vacaciones las pasan de forma similar. Algún día salen a cenar fuera o van a algún otro sitio. Pero la mayor parte del tiempo lo pasan en casa viendo la televisión, jugando a juegos o hablando de los bebés. De cómo serán. O qué serán. Como les cambiará el día a día con ellos en casa. O incluso sin estar en casa. Haciendo planes para estos próximos meses y para cuando ya hayan nacido los bebés. Aunque queda mucho por delante y muchas cosas pueden pasar aún.

Nochebuena la pasan en casa de Àlex y Marta. Con Joel, Mellea, Antonella, Mireia, Jordi, Eric, Aileen e Ian. Todos prestan atención en los mellizos de Mireia y Jordi, o a Laia. Quieren cuidarla a ella y a los bebés lo máximo posible. Son su familia. Esa noche duermen ahí, en la antigua habitación de Ares. En la misma donde Mireia los pilló hace casi 10 años.

Navidad lo pasan a unos pasos de distancia de allí. Con Marc, Almudena, Adrián, Alejandro, Leti, Dani, Liv, Matt, Luka, Didac, Loka, y los padres de Laia, Xavi y Sandra. Una GRAN FAMILIA toda junta. Es lo que tiene que todos los padres fueran pilotos y coincidieran en su momento en pista. Son una piña.

Menos los mellizos que tienen pocos meses, todos los niños se descontrolan por la casa de su abuelo y tío-abuelo. Y los mellizos que van rulando de mano en mano acaban en manos de los recién casados y los próximos padres de la familia. Y si la escena no es adorable de por sí. Ian en brazos de su tío, Aileen en los de Laia, está embarazada de 10 semanas, y los 4 mayores yendo y viniendo a ver a sus hermanos, y primos. Un rato de llorar por las hormonas para Laia. Y todos babeando de amor por ver a todos los niños juntos e imaginarse como será con los dos que están por nacer.

Tras las Navidades, tuvieron que volver al trabajo y seguir a lo suyo. Recordando los regalos de todos medio orientados ya en los bebés. Y en posibles nombres para ellos. Aunque todavía no sepan lo que son. Pero ya se sabrá y así podrán elegir un nombre más fácilmente.

Los abuelos llaman bastante a menudo. No saben dejarles espacio. Unos porque son sus primeros nietos, y los otros porque son como son. Sigue siendo su niño pequeño el que va a tener niños pequeños pronto. Todos se hacen mayores. Hace nada era Àlex el que iba en pañales, y dentro de poco quizás tiene hasta bisnietos si nos descuidamos.

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Espero que os guste. Sólo queda 1 capítulo más y el epílogo. En dos semanas se acaba todo.

Un Verdadero Márquez (MLLP 3)Where stories live. Discover now