Un Verdadero Márquez (MLLP 3)

Capítulo 35: Rumbo a Milán.

Joel busca la fecha en la que poder ir a Milán a hablar con Mellea que no le destroce todo el cuatrimestre, y el único momento que encuentra es la semana antes de los exámenes. Perderá tiempo para estudiar y se arriesga a no conseguir nada con Mellea. Pero si espera a terminar los exámenes sería básicamente ir a Montmeló a arreglarlo, y prefiere tener Montmeló como apoyo por si no le sabe bien del todo la situación.

Avisa a Àlex de cuándo piensa ir, buscan vuelo y su padre habla con Locatelli para tenerle como apoyo a la hora de conquistar de nuevo a la chica, si Loka se pone del lado de Joel, Mellea cederá antes a sus ruegos que si su familia la apoya a ella al 100%.

El italiano primero quiso cortarle la llamada a Àlex. Pero al final cedió porque él también ha notado que su hija no está bien después de Joel cortar con ella, y el italiano sabe que Joel no es como Àlex, que es bueno para Mellea y piensa apoyar a los dos. A Mellea porque es su hija y lleva meses mal, y a Joel para que su propia hija se baje del burro antes, porque la conoce, es cabezona como nadie más. Y orgullosa. Le hará caso a Àlex para ayudar a Joel, no a él. Joel le gusta para Mellea. Además, ha negociado hasta sacar un acuerdo que está más a su favor que al de Àlex. Loka podrá volver a estar en contacto con Marta, y volverá a ver a la ya no tan pequeña Mireia. La bebé que él vio por primera vez, ya es una jovencita de 17 años, al igual que su hija Mellea.

Joel pone rumbo a Milán. Llega al país italiano, y va directamente a casa de los Locatelli. Es Loka, ya avisado de su llegada, quién le abre la puerta y le dice dónde está Mellea. Se la encuentra en su habitación con los cascos puestos, escuchando música, haciendo un trabajo para clase, estudiando para algunos exámenes de 1° de Bachillerato y concentrada en ella misma. La aprecia desde el marco de la puerta unos 15 minutos, y después se decide a llamar a la puerta para avisarla de su presencia. La chica se gira para responder que ya está terminando y ahora va al salón pensando que era su padre o su hermano el que estaba en la puerta de su habitación. Pero cuando ve que es Joel, el semblante la cambia por completo. No le esperaba ahí, y no sabe si se alegra o le cabrea verle.

-Hola.
-Hola. ¿A qué has venido?
-Me he hecho modelo en estos meses y tenía un desfile por aquí cerca y bueno... He aprovechado para pasar a saludar.
-Claro.
-Necesito hablar contigo Mellea. En unos días tengo los exámenes del segundo cuatrimestre y no hago más que pensar en ti desde que me fui de aquí en enero.
-Se ha notado mucho. Ni un solo mensaje me has mandado en estos casi 4 meses.
-No quería agobiarte al principio, y luego con el tiempo no sabía si querrías hablar conmigo. Además, una parte importante de mí me decía que era mejor así, mejor no hablarnos que ser amigos sin ser nada más. No puedo vivir sin ti Mellea. No me concentro en clase, estoy siempre en las nubes, nada me motiva. Solo pienso en ti y en cómo me miraste cuando me vi obligado a dejarte por miedo a la reacción de mi padre a nuestra relación. Fui un cobarde, lo sé muy bien. Pero mi padre ya sabe que estuvimos juntos, y apoya nuestra relación. Ya no hay ninguna imposición a lo nuestro. Sé que tú también quieres estar conmigo. Nuestros padres han hablado, han limado asperezas y sabemos que has estado mal por lo que pasó en enero.

Mellea no contesta. Ni siquiera mira a Joel. Claro que quiere a Joel. Claro que no deja de pensar en él. Claro que lleva soñando con él noche sí y noche también desde que le conoció hace dos años. Pero la rechazó cuando iba a darle algo muy importante para ella. Iba a entregarse a él. Como nunca lo ha hecho con nadie más. Tuvo novios antes de Joel, pero antes de conocerle, y por entonces tenía 14 años. Ahora tiene 17, y lleva dos años sin pensar en nadie más que en Joel como pareja de su vida. Pero es orgullosa y cabezota, no piensa admitir que las palabras de Joel le han afectado y que le ha perdonado con solo verle en su habitación. El solo hecho de venir a Milán a nada de los exámenes para poder reconciliarse, poder recuperar la relación que por culpa de sus padres había llegado a mal puerto, solo eso ya lo dice todo, o al menos, bastante. Pero no le va a dar la razón a la primera.

-Después de 4 meses sin hablarme, ¿crees que vas a convencerme con varias palabras bonitas y listo? Me rechazaste cuando había decidido que quería hacerlo contigo Joel. Eso no te lo voy a perdonar fácilmente.
-Créeme que fue más difícil para mí que para ti el tener que hacerlo en esas circunstancias, y el tener que rechazarte para no herirte más aún después.
-Muy bonito todo, pero ya puedes irte. No quiero oír más tonterías y ambos tenemos cosas más importantes que hacer. Si a ti te da igual suspender todos los exámenes, no es mi caso.
-Claro que sé que estoy perdiendo tiempo de estudiar por venir... Así que imagínate si lo estoy diciendo a coña o enserio.
-Eres el sobrino de Marc Márquez, seguro que eso te abre muchas puertas sin necesidad de estudios.
-No voy a dejar que me insultes de esa manera Mellea. Yo no te he insultado a ti en ningún momento.
-Solo has dudado de mí a la primera de cambio que has encontrado. Déjame en paz, Joel. Vete a Lleida y déjame estudiar y estar tranquila.

Y eso hace. Se va a Lleida a estudiar a muerte y con la motivación de ver a Mellea en Montmeló y volver a hablar con ella allí hasta hacerla entrar en razón, estudia hasta tener el sobresaliente seguro. Loka se encarga de seguir con la matraquilla con Mellea. Y Joel solo se entrega a los exámenes y a su fe en volver a conquistar a Mellea tras ellos.

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Pues aquí estoy para celebrar este día tan especial. El día en que Àlex Márquez cumple 24 años, el día del libro, Sant Jordi y... ¡El día en que falta una semana para mí cumpleaños! Espero que os guste el capítulo de hoy. Mañana es viernes, así que como es normal en esta novela, habrá nuevamente un capítulo nuevo...