Un Verdadero Márquez (MLLP 3)

Capítulo 50: Cervera o Milán

Joel está volviéndose loco. Ha pasado ya casi todo el verano y aún no se ha decidido a que piensa hacer. Lleva todo el verano con Mellea a su lado, como los últimos 3 años. Separarse de ella de un día para otro para volver a verse a saber cuándo... Va a ser muy duro. Pero su familia también quiere tenerle ahí cerca, y no puede decirle que no a ninguno de los dos. Su corazón le dice que se vaya con ella a Milán. Pero su cerebro le dice que no le rompa en corazón a su padre y se quede otro tiempo más con su familia que lleva 3 años sin verle y en 3 meses no van a recuperar tanto tiempo perdido.

-Príncipe. No le des más vueltas. Quédate. Es tu familia. Yo mejor que nadie te entiendo. No soy capaz de venirme aquí y alejarme de mi padre y mi hermano tantos meses. Necesito tenerles cerca. Y ya te he separado de los tuyos mucho tiempo.
-Tú no has hecho nada Mellea. Fui yo quién lo decidió. Te elegí a ti porque es de ti de quién me cuesta separarme. Pero me duele ver a mis padres mal por tenerme lejos de ellos.
-Quédate este año. Y así para el próximo me atreveré a venir a estudiar aquí para no echarte tanto de menos.
-No me obligues a esto Mellea.
-No te voy a decir lo que hacer. Es tu vida, y tú eres el que tiene que decidirlo.
-Siento que como me quede aquí y no me vaya contigo le voy a joder la existencia a Mireia.
-Deja a tu hermana ser feliz de una vez. No es una niña. Déjala que tenga su vida junto a Jordi.
-Es que me sale el instinto de hermano protector.
-Pues ponlo en stand-by.
-Se conecta solo.
-No pienso dejarte hacerme nada hasta que aceptes que tu hermana tiene todo el derecho del mundo a ser feliz y hacer lo que le plazca con su novio.
-Manipuladora.
-No. Sólo quiero que abras los ojos Joel. Tenemos 20 años ambas. Si yo soy lo suficientemente mayor para hacer lo que a ti te dé la gana, tu hermana también lo es para hacer lo que le dé la gana a ella con Jordi.
-Cállate. No quiero pensar en eso. Es mi hermana.
-¡Joel! Pareces tu padre. Deja a tu hermana la libertad que necesita.
-Vale.

Mellea sigue preparando su maleta. En unos días se irá a Milán a preparar todo para el comienzo del tercer curso de la carrera de farmacia. Y él le seguirá, o no, unos días después cuando se decida de una vez a que piensa hacer. Si quedarse en Cervera o irse a Milán. Todo dependerá de sus deseos más profundos, y de lo que acabe decidiendo en el último momento. Le duele alejarse de todos. Pero Mellea es su vida. A sus padres y sus hermanos los puede visitar en cualquier momento. A su novia la necesita a su lado. Necesita estar con ella. Tenerla en casa cuando vuelva de la universidad. Ayudarla en todo lo que necesite. Calmarla cuando llegue agobiada por los trabajos, los compañeros, los profesores, la carrera, los exámenes. La necesita y ella le necesita a él, aunque no quiera reconocerlo para no hacerle dudar en su decisión. Mellea quiere que Joel decida sin que nadie externo a él mismo le haga cambiar de opinión. Será muy difícil volver a Milán sin él. Será muy difícil estar todo el curso sin él. Sin su apoyo, sin sus mimos, sin Joel en general. Pero no va a ser tan egocéntrica y egoísta de hacerle decidir a Joel por ella a la fuerza. Esta es otra prueba más en su relación, si la elige a ella será un paso importante, y si decide quedarse y consiguen aguantar la distancia sin problemas también será un paso importante en la relación. Ahora sólo le queda esperar por lo que decida Joel. Ella tiene que irse, y él está en medio de una encrucijada. Entre la espada y la pared. No quiere separarse de nadie, ni herir a ninguno tampoco. Pero no puede estar en los dos sitios a la vez. Sus padres le necesitan ahí, irse él a Italia de nuevo sería abandonarlos cuando Mireia se va a ir definitivamente 9 meses de seguido sin volver más que algún fin de semana, a la capital a estudiar. Pero si se queda también abandona y deja aún más sola a Mellea. Tiene que pensárselo bien. Muy, muy bien. ¿Se independiza ya, o retrasa lo inevitable por contentar un poco más a sus padres hasta que Mireia acabe la carrera y vuelva a casa? No sabe qué hacer, no puede contentar a todos a la vez.

Los días pasan. Mellea ya está preparada para irse. Y ninguno de los dos quiere que se vaya. Podría ser una despedida por pocos días o una despedida por muchos meses. Pero el vuelo sale esta tarde, y solo pueden intentar aprovechar al máximo lo que les queda de tiempo juntos antes de que Mellea tenga que subirse al avión.