Capítulo 56: San Valentín

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Tras los exámenes de enero, todos se calman un poco. Sobre todo, Mireia que estaba histérica tras las vacaciones navideñas y el periodo de exámenes. Y más tras estar con Jordi todo el resto del mes de enero tras los exámenes y aún más cuando le fueron llegando los avisos de las notas colgadas en el portal virtual y se encontró con que había pasado todas. Alguna que otra con notas bajas pero lo importante es que están todas aprobadas y puede celebrarlo con Jordi hasta el comiendo del segundo cuatrimestre.

Pero ese tiempo ya ha pasado y las clases han vuelto a comenzar. Con 5 asignaturas nuevas y con la cabeza metida en apuntes, trabajos, prácticas y demás todo el santo día. Y eso que están en la segunda semana del cuatrimestre. Solo han pasado dos semanas desde el comienzo de las clases y Mireia ya está agobiada. Aunque Jordi en Andorra lo está un poco también. Parece mentira, pero los más relajados con los 3 que están con el Máster. Esos 3 están como si nada. Ya han acabado la carrera el curso anterior y ya la presión no les afecta igual. Parece que estén sedados a todas horas, o drogados. Están tan tranquilos al llegar a casa que a Mireia le dan ganas de darles con un jarrón en la cabeza a ver si así se preocupan por algo en algún momento.

Es San Valentín, 14 de febrero. En 3 días será el cumpleaños de Marc y de Marta. Pero eso no es lo que tiene nerviosos a todos. Dani se va a llevar a Leticia a cenar fuera esta noche, y luego acabarán la noche en un hotel. Los dos rubios, Alejandro y Adrián se quedaron con el piso a solas. Mireia se dejará llevar por un día, o por un fin de semana ya que mañana es viernes y no tiene clase. Pasará con Jordi la tarde, y la noche en Andorra, con planes parecidos a los de Dani y Leti.

-Ten cuidado prima. No queremos pequeños francesitos en la familia.
-Habla la más indicada. Cuídate tú de lo que hagas con Dani esta noche.
-Eh, no peleéis. Y menos aún con estos temas.
-Daniel, hoy te la forras bien que aún no quiero primos segundos.- le dice Mireia riéndose y yéndose a su habitación hasta que su chico llegue a buscarla.
-Tu prima es increíble.
-¿Ahora es mi prima? ¿Ya no es tu hermanita? Vaya poco aguante tienes con ella. En el fondo tiene razón. No queremos un bebé ahora.
-Mejor pasemos del tema.

Los primeros en salir de casa son Daniel y Leticia. Primero dan una vuelta por las calles, pasan tiempo juntos toda la tarde y antes de ir a cenar, pasan a registrarse al hotel para poder al volver de cenar ir directamente a la habitación sin problemas y sin retrasos. Volver directamente a la habitación y no estar dando vueltas esperando para poder subir. Suben a la habitación, la miran con conciencia porque van a recibir preguntas conociendo a los que les esperan en casa, y después lo más seguro es que no vean ni de qué color son las sábanas.

La pareja deja todo lo que no le es estrictamente necesario llevar encima y sale de la habitación para ir al restaurante al que van a ir a cenar esa noche. Llegan al restaurante pronto. Tienen que esperar para poderlos sentar aun teniendo reserva. Pero una vez sentados pasan una velada muy agradable y se les pasa el tiempo volando. Daniel toma un solomillo de ternera con salsa a la pimienta, y Leticia se pide unas costillas a la brasa con patatas a las finas hierbas y salsa a la miel. Eso como plato principal, primero de entrantes toman una tabla de quesos, y como postre toman ambos un coulant de chocolate. La sensación caliente del coulant y la fría del helado de vainilla es maravillosa en sus bocas.

Caminan lentamente para bajar un poco la cena. Y al llegar al hotel suben a la habitación, se deshacen de la ropa de ambos y con dulzura y amor, no como en otros momentos en los que tienen más prisa, hacen el amor.

***

Alejandro y Adrián se quedan solos en casa casi a la hora de cenar. Ellos no se complican mucho con la cena. Preparan unos espaguetis a la boloñesa que casi no se comen, ven una película sin enterarse de mucho en la habitación, y finalmente acaban con planes parecidos a los de sus hermanos que están poco más lejos de allí en el hotel.

***

Mireia se queda encerrada en la habitación hasta que llega Jordi. Intenta no mirar hacia el ordenador y hacia el archivador dónde tiene los apuntes de hoy. No sabe con qué entretenerse hasta que llegue Jordi desde Andorra.

Oye como salen Dani y Leti de casa. Y sigue esperando por su chico. El mismo que llega un rato después y la pilla metida en apuntes.

-¿Qué habíamos dicho de los apuntes hoy?
-Has tardado un poquito y me aburría. Ya recojo.
-¿Tienes la maleta preparada?
-Sí. Está ahí.- dice señalando una maleta al lado de la puerta de la habitación.
-Voy llevándola al coche. Baja o me voy sin ti.
-¡Ya voy!

La rubia recoge la mesa, sale de la habitación, se despide de su primo y de su mejor amigo, y se va a dar con su novio al coche. Casi no encuentra a Jordi, aunque luego lo ve apoyado en un coche y va hacia él.

-¿Coche nuevo?
-Las ganas mías de que esto fuera mío. ¿No te suena de nada?
-No caigo.
-He tardado tanto porque no me arrancaba el coche y he estado llamando a todo el mundo hasta que tu tío me ha dicho que iba a por mí y me dejaba el coche. Aunque no esperaba esta maravilla, la verdad.
-¡¿ES DE MARC?!
-Calla. Y toma. Vámonos a Andorra ya.

Parece una niña con un juguete nuevo. Por fin va a poder coger uno de los BMW de su tío Marc. Y para ella está siendo el mejor día de su vida sin haber salido siquiera aún de Lleida.

Conduce suelta y divertida hasta el hotel donde pasaran el fin de semana en Andorra. Aparcan cerca y al igual que su prima y su "medio hermano", porque Dani es como si hermano mayor, se registran en el hotel. Van a la habitación, dejan las maletas. Cogen el móvil, la llave de la habitación y la cartera, y salen de la habitación y del hotel.

Llegan al restaurante, un italiano. Nada más llegar los llevan a su mesa y les dan la carta para poder pedir. Mireia se pasa el tiempo esperando por el primer plato comiéndose el pan que está de muerte calentito con mantequilla. Y luego se come sin problemas la lasaña que habían pedido ambos para cenar. No deja de querer relamerse toda la noche, no ha tomado una lasaña como esa nunca. Y Jordi se da cuenta. Y para terminar de cenar un tiramisú que también está para chuparse los dedos.

-Ha sido la mejor cena de mi vida.
-Me alegro de que te haya gustado.
-En el hotel seguiremos con la noche romántica, imagino.
-Puede. Tenemos todo el fin de semana para hacer lo que quieras princesa.

Un Verdadero Márquez (MLLP 3)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن