El karma y la vida son como un bumerán, siempre vuelven. Joel el hijo mayor de Àlex y de Marta se va de vacaciones con su clase a Italia, donde conoce a una chica por lo que le parece a él una casualidad. Pero ni es casualidad ni es una desconocida...
Tras contarle a Mireia que tiene una relación rara con Mellea esa información se abrió a conocimiento de más personas. Rara porque es a distancia y llevan sin verse desde el día que comenzaron esa relación.
A Daniel le pasó lo mismo que a Mireia, escuchó a Joel hablando por teléfono y a este tuvo que contarle la historia completa, incluido el viaje a Italia. Y Daniel se lo dijo a Leticia porque no aguantaba tenerle un secreto a su novia. Y ahí no se quedó la información, Alejandro y Adrián también están al descubierto de la relación en secreto y a distancia de Joel y Mellea. Los únicos que no saben nada, son Marc, Almudena, Àlex, Marta, Ares y Luka. Bueno, y Loka y Leonardo tampoco saben nada. Aunque a sabiendas de Joel solo lo saben su hermana y su mejor amigo. El resto no sabe qué lo saben. Aunque no tardará en cagarla él mismo pronto y tendrá que decírselo al resto poco a poco. Y esperará que Mellea no se enfade con él por ir predigándolo cada vez más. Aunque no lo hace queriendo. Solo que le van pillando poco a poco hablando con ella y acaba teniendo que contarles a todos lo que pasa.
Mireia quiere cortarse la cabeza cada vez que tiene que oír a su hermano hablando con su novia por teléfono. Son la típica pareja empalagosa que te dan ganas de vomitar de nada más oírlos hablar uno con el otro. Mellea no sabe cómo es hablando con Joel, pero de solo oír la parte que le toca escuchar ya tiene suficiente. Menos mal que solo son los fines de semana, festivos y vacaciones cuando su hermano vuelve a casa y tiene que oírle con sus empalagosidades.
-Como tenga que oírte una vez más hablar por teléfono con Mellea me suicido. Es insufrible oírte a tal nivel de empalague hablando con ella. -Ya te pasará a ti. -Con la otra no te pasaba. -Ni la nombres. -Solo digo que no eras tan empalagoso cuando salías con tu ex. -Cállate ya. -Vale. Pero deja de ser más empalagoso que las tartas infantiles del Mercadona, que no hay quién se las coma de lo dulces que son. -Lo intentaré. Pero tú también podrías no poner la oreja. -Créeme que no quiero escucharte. Y eso que solo estás aquí de viernes a domingo. Si llego a tenerte en casa toda la semana creo que ya me corto las venas. -No seas exagerada. -No exagero, eres muy empalagoso cuando estás hablando con ella. -Déjame en paz.
Mireia se va, no solo de la habitación de Joel sino de casa también. Sabe que Leti está ocupada con las clases, así que podría ir a casa de su tío a ayudarle con sus dudas, aunque ella no haya dado ese curso aún, o podría ir a casa de Daniel y Alejandro que sabe que están en casa sin ver a sus primos porque como decíamos Leticia y Adrián están hasta arriba de estrés con las clases del último curso de Bachillerato.
Al final decide ir a ver a su otro hermano mayor, a Daniel. Se conocieron él y Joel en el colegio y se llevan genial desde ese primer día de preescolar. Y Mireia con él también. Los dos la cuidaron siempre mucho y los dos eran sus hermanos para ella. Aunque no vio así a Alejandro nunca. Alejandro fue su mejor amigo desde que ella empezó a tener consciencia, Daniel era el mejor amigo de Joel, ella también necesitaba uno y Alejandro siempre le calló bien, demasiado. Incluso le gustaba antes de que Adrián y él empezaran a tontear y luego salir juntos. Nunca se atrevió a decirle nada, era una niña para él, y luego vio como su primo babeaba por él también y como Alejandro correspondía los sentimientos de su primo. Son mejores amigos y bien que les va así, no necesita nada más de él. Se dio cuenta nada más ver a esos dos juntos. Solo era algo de la edad. No era amor real, no del tipo que pensaba. Le quiere mucho, pero como un amigo o como un hermano mellizo, aunque sea dos años mayor que ella.
Llega a casa de los chicos y la reciben de muy buen gusto y humor.
-¿Y tú hermano? -¿No viene contigo Adrián? -No Alex, Adri no viene. Al menos que yo sepa. Y Joel está en casa empalagando con sus conversaciones con Mellea. -Te compadezco. -Solo tengo que estar con él los fines de semana, pero es insufrible igualmente. -Ya se les pasará esa época, lo malo es que entonces llegarán las peleas. -A todos nos toca esa época de empalagosos con nuestra pareja, pero lo de Joel es todavía peor que vosotros dos juntos con Adri y Leti. -¿A todos nos toca? ¿Me he perdido algo Mireia?- le pregunta Daniel. -Claro que no. Sabes que te habría dicho algo de tener novio. -¿Y novia? -No Alejandro, no soy lesbiana. -Yo no he dicho eso. Yo no soy gay y salgo con tu primo. -No tengo pareja. -Pues mejor, eres muy pequeña aún. -¡¡Pero si tú y Leticia lleváis desde que ella tenía mi edad!! ¡¿Qué me estás contando?! -También es verdad. -Mejor me vuelvo a casa que estáis como cabras vosotros dos sin Leti y Adri. ¿Y tú no deberías estar estudiando? Tú también tienes la Selectividad en unos meses. -Yo llevo mejor los nervios que Adrián. -Claro... Eso no te lo crees ni tú idiota. ¡¡A ESTUDIAR!! -Tener mejores amigos para esto...- dice Alejandro y luego se va a su habitación, riéndose por el camino, a seguir estudiando. -Preferiría que fueras tú mi hermana, aunque ambos sabemos que no podría vivir sin ese loco cerca. -Está como una cabra, pero se le quiere. -Sí.
Daniel y Mireia siguen hablando y haciendo el tonto toda la tarde y luego esta última se va a casa de vuelta encontrándose con que sus padres se han ido y le han dejado a cargo a ella y a Joel de su hermano pequeño Ares. Hoy toca hacer de niñera nocturna de su hermanito de 4 años.
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Buenas!! Aquí estoy de nuevo. Espero que os guste el capítulo. El próximo es:
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