Un Verdadero Márquez (MLLP 3)

Capítulo 63: Buenas noticias duplicadas.

Un mes después de la boda de Mellea y Joel, Mireia y Jordi se preparan para un nuevo curso académico en la universidad. Mireia va a empezar un Master, y Jordi va a cursar el 4° de los 5 cursos académicos que tiene la carrera de Arquitectura. Estos dos están agobiados con las clases, sobre todo Mireia que el Master no la deja respirar. Pero una vez en casa, sobre todo por la noche se relajan y disfrutan de la presencia del otro.

Leticia, Adrián y Alejandro acabaron el Master que estaban haciendo antes de la boda de su primo con Mellea, porque a estas alturas de tiempo Alejandro y Daniel también son de la familia. No sólo por ser las parejas de Leti y Adri, sino porque siempre han sido amigos de Mireia y Joel desde pequeños y siempre han estado por ahí como primos o hermanos.

Los dos hijos mayores de Marc y sus parejas llevan algunos meses viviendo solos en pareja, y han comenzado a trabajar cada uno de lo suyo. Los dos rubios, Adrián y Alejandro que han estudiado lo mismo, el grado y el máster de fisioterapia, están trabajando juntos, así que se ven todo el día. De momento no se cansan de verse todo el día, aunque ya se verá más adelante que pasa con ellos. Daniel trabaja en un hotel, y Leti de diseñadora gráfica. Todos están muy contentos con sus trabajos y su vida el solitario sin sus hermanos y primos en casa, y sin padres, sobre todo.

Hoy es sábado, y Leti y Dani están en casa. La única hija de Marc aún está dormida. Si no tiene que trabajar suele levantarse bastante tarde siempre, y hoy no es una excepción. Daniel es el primero en despertarse, y aunque adora quedarse en la cama admirando a Leticia dormir, se levanta y va a preparar el desayuno. Hoy va a ser un día importante, así lo ha decidido. Cree que es el momento indicado para hacer algo que lleva tiempo pensando en hacer. Ya ha hablado con Marc, y por si acaso también con Àlex. Mejor tener a la mayor cantidad de Márquez de tu lado. Nunca se sabe lo que puede pasar con esa familia. Se cabrean por la primera tontería que ocurre, mejor avisarles de todo lo que se pueda.

Dani llega a la cocina y lo que pretendía ser un desayuno rápido y nada complicado acabó dando lugar a una cocina que parecía un campo de batalla tras una guerra. Toda la cocina llena harina, el fregadero a reventar con cosas pendientes de lavar en él. Y todo para un desayuno sin importancia en la cama.

Una vez preparada la bandeja con el desayuno Daniel va con ella en mano hasta la habitación que comparte con su chica. Deja el desayuno en la mesilla de noche, e intenta despertar a Leti. Aunque su novia es una marmota en persona.

-Amor. Despierta dormilona que te he preparado el desayuno.
-No tengo hambre Dani. Déjame dormir.
-Venga que más tarde te tengo una sorpresa.
-¿Cuál?- pregunta abriendo un ojo.
-No te puedo decir nada.
-Más te vale que valga la pena.

Leticia se levanta lo suficiente para poder sentarse en la cama y Daniel le coloca la bandeja encima y luego da la vuelta en la habitación y se mete en la cama también junto a Leticia. Esta le mira mal de vez en cuando, no le gusta que la despierten temprano cuando no tiene necesidad de ir a ninguna parte. Pero Daniel que sabe lo que hay escondido en la bandeja solo disimula una sonrisa y espera a que su malhumorada novia levante la taza de leche con ColaCao y vea lo que ha colocado debajo. Cosa que no pasa casi hasta el final del desayuno. Leticia ha comido las tortitas, las magdalenas y las galletas que había en la bandeja, pero no ha tomado nada de leche hasta acabar con todo lo demás. Y aun así no se ha dado cuenta hasta que con un bigote de chocolate en la cara iba a dejar la taza en la bandeja de nuevo.

-¿Qué es eso?
-¿El qué?- pregunta Daniel tontamente sabiendo a qué se refiere.
-¡Esto!- dice Leticia agarrando el anillo que había en la bandeja y enseñándoselo a Daniel.

-Ahh, eso. Pues no sé. Estaba por ahí y pensé que te podía gustar.

Leticia deja la bandeja en la mesilla de noche y se enfusca con Daniel.

-Muy gracioso. ¿Qué es esto Dani?
-Pensé que eras más lista amor... Aunque debería saber que tú por la mañana recién levantada no estás muy lista.
-¿Me estás llamando idiota?
-No. Lo que estoy diciendo es que he elegido un momento erróneo para intentar pedirte matrimonio.
-Espera, ¿qué?
-En mi cabeza iba a ser más romántico, la verdad.
-Cállate.- dice y se le tira encima a besarle.
-¿Eso es que sí?
-¿A qué? Todavía no me has hecho ninguna pregunta.
-Ven aquí loca.

Dani se acerca a Leticia colocándosela prácticamente encima suyo y le hace la pregunta.

-¿Querría mi loca pingüinita hacerme el honor de casarse conmigo?
-¡Claro que sí!

Leticia se pone el anillo en el dedo y se vuelve loca de pensar en cuando le diga a su hermano,  a sus padres, a tus tíos y a sus primos que se casa con Dani.

(Mientras en Barcelona)
Mireia y Jordi también están descansando de las clases por un día. Aunque estos dos se han despertado de mucho mejor humor y han bajado a una cafetería a desayunar para retomar energías después del despertar que han tenido esta mañana.

Han pedido casi todo de la carta, han pedido incluso porciones de tarta. Y se tomarán varios cafés o lo que vean necesario para bajar todo eso. Cruasanes, sándwich, magdalenas, algunos dulces varios entre ellos donuts, y tarta.

Ya se han tomado unos 3 cafés cortados naturales con los cruasanes, y todo lo demás. Sólo les quedan los pedazos de tarta y han pedido otro café más para no engajarse con ella. En el mismo momento en que el camarero trae los pedazos de tarta y los nuevos cafés a Jordi se le cae la cuchara y se agacha a recogerla.

-Hoy estás torpe, eh. Ya se te han caído 4 veces algo hoy.
-Sí. Hoy no coordino bien las manos.
-Camarero tráigale por...- empieza a decir Mireia al camarero para que le traiga una nueva cuchara a Jordi.

No termina la frase, cuando estaba dirigiendo la vista hacia el camarero, se le ha quedado clavada en el trozo de tarta. Su trozo de tarta de manzana tiene incrustado algo que normalmente no estaría allí. En cuanto es capaz de mover la mirada de la tarta mira hacia Jordi que sigue agachado en el suelo. Le mira con una sonrisa en la cara. No está torpe, solo no sabía cuándo iban a traer el anillo. Está empezando a llorar y todavía Jordi no ha empezado a hablar.

-Mireia Márquez...
-¿Sí? Jordi Quartararo...
-La verdad es que llevo meses preparándome un discursito. Pero nunca me parece lo demasiado perfecto. Nada es más perfecto que tú.
-Voy a llorar...
-No me llores. Solo te digo la verdad. Eres perfecta, al menos para mí. Y por eso mismo, como no quiero perderte y deseo estar contigo para el resto de nuestras vidas... ¿Querrías casarte conmigo?
-¡¡SIII!!

Jordi se levanta del suelo saca el anillo del trozo de tarta de Mireia, le limpia lo que se ha quedado pegado con una servilleta y se lo pone a ella en la mano antes de besarla allí mismo. Incluso ella se le sube encima de un salto llamando la atención de media cafetería.

-Mi padre se va a volver loco.
-Ya lo sabe.
-¿Qué?
-Le pedí permiso a tu padre y a Marc antes de pedírtelo. No quería problemas.
-A mi padre puedo entenderlo, pero a Marc...
-¿Tengo que recordarte que tu tío odia a mi padre?
-No lo odia. Solo le pone celoso si se acerca a mi tía.
-Da igual, había que asegurarse de que no me matase al enterarse.
-Tú sí que eres el mejor.