Capítulo 74: Sucesos esperanzadores.

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Mellea y Joel están en Milán. Como siempre. Tras la boda de Adrián y Alejandro tuvieron que volver a casa. El moreno tiene que estar todo el año separado de su familia. Pero su trabajo está en Milán y no en Cervera. Además, ni siquiera Mireia se acerca a casa y vive en Barcelona. Así que no debería preocuparse tanto. Van un mes en verano y dos semanas en Navidad. Es muy poco tiempo. Pero es todo lo que pueden hacer. Eso o mudarse más cerca. Empezar de nuevo. Buscar trabajo ambos. Separar a Mellea de su padre y de su hermano. Joel no es capaz de hacerle eso a su mujer. Por eso se fue a Italia sin pensárselo dos veces. Y por eso se quedó durante tanto tiempo después. No puede separar a Mellea de su familia. Aunque él esté lejos de la suya todo el tiempo. Ojalá hubiera una manera de tener a todos cerca sin pedir a nadie que se mueva de ningún sitio. Ojalá. Pero va a ser casi imposible. Si se mudan a Cataluña dejan a Loka y a Leo en Milán. Y si se quedan en Milán tienen a toda la familia de Joel en Cataluña.

-¿Qué pasa amor?
-Estaba pensando en lo lejos que tengo a mi familia.
-Amor...
-No. No te eches la culpa. No es culpa tuya que viva tan lejos. Tengo el trabajo aquí. Que es también a tu lado.
-Debí irme a España cuando me lo pediste. Mi hermano ya no es un niño. Y papá puede entender que necesites a tu familia cerca. Yo solo tengo dos personas cerca. Tú tienes a tus padres, a tus hermanos, a tus tíos, a tus primos y a tu mejor amigo lejos por estar aquí a mi lado. Son muchas más. Quizás deberíamos mudarnos.
-Eso no podemos hacerlo a la ligera.
-¿Y si te dijera que me ha llegado un rumor de que están buscando un psicólogo deportivo en Andorra?
-¿Quartararo?
-Sí.
-¿Y tú?
-Yo ya veré dónde trabajo. Siempre habrá algún hueco en alguna parte.
-¿Y tu familia? ¿Podrías estar separada de ellos?
-Tú has estado muchos años sin los tuyos. Yo puedo estar sin mi hermano y mi padre una temporada.
-Ya hablaremos de esto. No voy a decidir nada sobre la marcha. Y menos sin asegurarme el trabajo.
-Vale, Joel. No te volveré a hablar de ello.

...

Y no lo hizo. Los días pasaron sin que Mellea dijera nada más sobre mudarse a Andorra. Sin que hablara de empezar una nueva etapa más cerca de su familia. Pero que Mellea no hablase del tema no hizo que Joel se olvidará de él. Al contrario. Al final Joel se vio llamando al suegro de su hermana para preguntarle por el puesto del que le había hablado Mellea. Ninguno de los dos se lo había inventado. Pudo hacer la entrevista por videollamada, aunque no estaba del todo seguro de que debiera o quisiera hacer la entrevista. Ya tiene trabajo en Milán. Aunque, ¿a quién quiere engañar? Quiere estar más cerca de sus padres, de su hermana, y de toda la gente a la que quiere. Así que espera desesperado los días hasta que le dan el aviso de que se quedan con él. Aunque una vez que le dan la respuesta no sabe lo que hacer. ¿La acepta o la rechaza? Quiere irse a Andorra. Pero no quiere separar a Mellea de Loka y Leo. No sería capaz de hacerle eso a su mujer. No podría nunca. Tiene que decidirlo ella. Él no puede decidirlo por ella. Nunca jamás.

-Melle...
-Dime amor.
-¿Te acuerdas del puesto en Andorra del que me hablaste?
-Sí.
-Pues he hecho la entrevista y me han dicho que el puesto es mío. Todavía tengo unos días para dar una respuesta segura. Pero quería contártelo. Sé que me dijiste que podrías separarte de tu padre y de tu hermano... Pero también tendríamos que buscar una casa en Andorra y tú un trabajo allí... Creo que me he precipitado por querer estar cerca de mi familia. Nos quedamos. No... No me digas nada.
-Sé lo de la entrevista. Sabía desde el primer momento que hablarías con Fabio. Y ya antes de eso le había pedido ayuda para la posible mudanza. Hay dos casa libres muy cerca de dónde vive él.
-¿Dos?
-Papá y Leo quieren irse con nosotros. Bueno, Leo creo que se acabaría yendo también sin nosotros igualmente.
-¿Odette?
-Odette.
-Si estás segura, nos vamos cuando tú quieras.
-Estoy muy segura. Así tendremos a todos cerca. Mi hermano a Odette. Yo a él y a papá. Y tú tendrás mucho más cerca a tu familia.
-Eres la mejor.
-Tú.

...

Dos semanas después habían abandonado Milán y estaban ya alojados en su nuevo hogar en Andorra, que ya se han encargado de estrenar de todas las maneras posibles. Joel tiene su nuevo trabajo, y Mellea también encontró trabajo en una farmacia nada más llegar. Aunque sin que nadie de la familia Márquez lo sepa. De eso se van a ocupar ahora. Van a necesitar la ayuda de Fabio Quartararo. Pero Àlex no tiene ningún problema con su consuegro, y Marc irá por no quedar mal.

Quartararo y su hija pequeña Odette están esperando a los Márquez, a los dos hermanos Martínez, maridos de Leticia y Adrián, y a su hijo y hermano Jordi. Una vez lleguen los llevarán a conocer a sus "nuevos vecinos". Unos poco comunes. Muy poco comunes, sí. Ya que son Joel y Mellea. Y también Loka y Leonardo. Unos completos desconocidos, sí.

Joel está nervioso. Muy, muy nervioso. Cuando llegue su padre y le abra la puerta no sabe cómo va a reaccionar. No le ha dicho nada y puede que se cabree cuando lo vea allí. O puede que se alegre tanto que le dé lo mismo que no le haya comentado nada hasta ahora.

Fabio primero llevará a su familia a casa de Loka. Y luego quizás un poco desilusionados ya que Loka si le preguntan dirá que no han venido, sí que pasarán por allí.

El timbre suena. Joel está nervioso. Pero va acompañado por Mellea a la puerta. Abren y lo primero que ven es a toda su familia. Loka también se ha unido al corro. No ven por ninguna parte ni a Leo ni a Odette, pero no los echaran de menos. Que se diviertan los pequeños de la familia.

-¡Joel!- grita corriendo hacia él Mireia.
-¡Hermanita!

Joel pasa por todos los brazos. Y cuando llega a Àlex se acojona. Espera que no se cabree con él por no decirle nada.

-Ven aquí.
-¿Estás enfadado?
-No. Claro que no, Joel. ¿Cómo me voy a enfadar porqué vengas a vivir más cerca?
-Pero...
-Pero nada. Cada uno decide las cosas a su manera. Eres adulto y tienes tu propia vida. No me tienes que dar explicaciones, hijo.

Joel quiere llorar de la emoción. Todos pasan a la nueva casa de Joel y Mellea. Les enseñan la casa y están allí hasta casi la noche. Pronto vendrán de nuevo a visitarlos. Ahora es mucho más fácil. Toda la familia junta y feliz.

Un Verdadero Márquez (MLLP 3)Where stories live. Discover now